'El huido que leyó su esquela' nuevo trabajo de Fernando Delgado
«Por sus ojos, que pasaban del verde al color miel según las luces, se encerraba en sí mismo, ponía un paredón al sentimiento, huidizos o vivaces los ojos de acuerdo con lo que pensara en ese momento o con el estado de ánimo que tuviera; se encerraba en sí mismo por los ojos, pero eran los ojos los que le delataban: ella veía reflejadas en sus ojos todas las borrascas, sobre todo las borrascas de la memoria que lo perseguían».
La nueva novela del escritor tinerfeño y Premio Planeta, Fernando Delgado, ya está en librerías. Se titula El huido que leyó su esquela (Editorial Planeta) y se presenta como una profunda reflexión sobre el debate entre la necesidad de huir y el deseo de encontrar un lugar. El huido que leyó su esquela completa lo que el autor llama la Trilogía del Ahogado, que conforman otras dos novelas anteriores: No estabas en el cielo (1996) e Isla sin mar (2002).
«Se avergüenza Erica al recordar ahora que le dijo a Charles que tenía una bonita dentadura; se avergüenza porque no le parece propio piropear a un hombre cuando una lo acaba de conocer, pero le da más vergüenza aún que el piropo consistiera aquella vez en elogiar precisamente sus dientes. Luego le ha repetido muchas veces a él que menos mal que rió en aquel momento porque el recuerdo que se llevó a su casa la tarde de París fue el de una risa, sobre todo; una risa que la conquistó, sí, una risa que daba confianza y por la que parecía que se entregaba a la gente».
Tras haber sido acusado de asesinar al cacique que había violado a su mujer, a Carlos lo dieron por ahogado en una playa de la isla de Tenerife. En realidad, una vez muerto el cacique, Carlos había huido a París, donde adquirió una nueva identidad con el nombre de Ángel y donde conoció a Erica, con quien formó una nueva familia y se instalaron en Berna. A pesar de ello siguió viviendo el peso o el orgullo de la culpa y su obsesivo deseo de escapada hacia donde fuera. El día que recibió una carta dirigida a su verdadero nombre, todo el pasado que hubiera querido olvidar regresó a su vida y le llevó a tomar una trágica decisión.
«Aunque supuso siempre que huía de Franco, no le preguntó nunca de quién huía, por más que no hallara otra razón, insistía segura, para que Giorgio se lo recomendara; Giorgio era un animal político sin concesiones; seguro que este hombre que le enviaba huía de Franco, «esa bestia que no acaba de morirse». De este modo le ahorró a él explicaciones y dio por sentado que cualquier comunicación con su pasado no sólo constituía un modo de relacionarse con un mundo ya imposible, ajeno y lejano, y en consecuencia inútil para él, dijo Aldes, sino que de empeñarse en seguir manteniendo relación con ese mundo correría el riesgo de ser descubierto y en consecuencia maltratado».
Fernando Delgado (Tenerife, 1947) es autor de las novelas Tachero (Premio Benito Pérez Armas 1973), Exterminio en Lastenia (Premio Pérez Galdós 1979), Ciertas personas (1989), Háblame de ti (1993), La mirada del otro (Premio Planeta 1995); No estabas en el cielo (1996); Escrito por Luzbel (1998), Isla sin mar (2002) y De una vida a otra (2009). Su poesía se contiene en Proceso de adivinaciones (1981), Autobiografía del hijo (1995), Presencias de ceniza (2001) y El pájaro escondido en un museo (2010). Licenciado en Ciencias de la Información y periodista en prensa, radio y televisión, publicó también libros de artículos y ensayos como Cambio de tiempo (1994) y Parece mentira (2005). Obtuvo el premio Europa en Salerno en 1986, el Ondas Nacional de Televisión en 1995 por su tarea de difusión cultural en los telediarios de fin de semana de TVE, la Antena de Oro de la Asociación de profesionales de radio y televisión ese mismo año y el premio Villa de Madrid de periodismo Mesonero Romanos en 2006. El gremio de bibliotecarios de la Comunidad Valenciana lo distinguió en 2010 como bibliotecario de honor.
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El huido que leyó su esquela. Fernando Delgado. Editorial Planeta, 2017. 256 páginas. 19,90 €
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