"El santo al cielo", cinco estrellas para el thriller literario
Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza
Título: El santo al cielo.
Autor: Carlos Ortega Vilas.
Editorial: Dos Bigotes.
El thriller se ha convertido en uno de los géneros literarios más complicados en la actualidad. Son tantas las expectativas puestas el volúmenes de estas características, que una posible idea de decepción flota en el ambiente. Pero esa nube desaparece cuando El santo al cielo se coloca en tu estantería. El culpable de este fascinante ejemplar no es otro que Carlos Ortega Vilas, creador de relatos como Resaca negra. Este autor ha decidido entrar en el mundo de la novela, y tras leer El santo cielo no puedo negarse que lo ha hecho por la puerta grande.
En una trama brillante, el autor nos presenta a Aldo Monteiro, inspector jefe de la Brigada de Homicidios y Desaparecidos de la Policía Nacional, tiene una debilidad: los santos. Conoce el martirologio de memoria y no pierde ocasión de demostrarlo. Sin embargo, cuando el teniente Julio Mataró, su enlace con la Guardia Civil, le revela el nombre del cadáver que están contemplando, experimenta cierta decepción: «Orion Dauber» no posee resonancias muy cristianas. Tampoco hay nada en ese piso, cerrado desde el interior, que confirme su identidad: no se ha encontrado huella alguna. ¿Quién es Orion Dauber? ¿Y qué relación guarda con Daniel, un adolescente desaparecido dos años atrás cuyo caso sigue obsesionando al inspector?
Pero si Aldo os dejará impactados página tras página, no podéis perder de vista a Silvia. Esta mujer lleva una vida rutinaria que parece perseguir un único propósito: anestesiar los recuerdos. Tal vez por eso no es muy amiga de apegarse a los objetos. A excepción, quizás, de ese prendedor que lleva en el abrigo y del que ya no puede prescindir. Un viejo alfiler de sombrero que pronto adquirirá una función más temible. Algo que todavía desconoce… como tampoco sabe que, desde hace unos meses, alguien la sigue.
Es invierno. Quedan pocos días para Navidad. Aldo y Julio se enfrentan al caso más complejo de sus carreras, un juego de apariencias y equívocos. Con esa pareja detectivesca, Ortega Vilas se aleja de ideal de Sherlock Holmes y Watson, va mucho más allá del género negro, e introduce cambios, matices, que permiten conectar al lector con ambos desde el primer momento. El camino de los dos hombres se entrecruzará con el destino de Silvia, marcado por un hecho del pasado que se extiende como una sombra amenazadora sobre todos los personajes.
Esta nueva obra se erige como la máxima confirmación del talento narrativo que Carlos Ortega Vilas ya ha mostrado en numerosas ocasiones. Con la venganza y un asesinato como base principal de la narración, el autor ha conseguido crear una simbiosis perfecta entre misterio, suspense y amenaza.
A lo largo de sus casi 600 páginas el lector encontrará giros argumentales que desembocarán en acontecimientos inesperados, personajes reconocibles y una trama en la que se reflexiona sobre la corrupción del poder y la dificultad de escapar a los secretos del pasado. Un obra absolutamente recomendable para los verdaderos amantes de este género. Cinco estrellas alumbran esa nueva obra.
El autor de la novela
Carlos Ortega Vilas nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1972. Escritor, profesor de español —labor que ha desempeñado tanto en España como en Grecia—, corrector profesional y de estilo, ha sido responsable entre los años 2007 y 2014 de los cursos de escritura de relato en Letra Hispánica (Salamanca).
Desde 2015 coordina los talleres de escritura creativa Fuentetaja en Las Palmas de Gran Canaria. Colabora asimismo con El País en la edición digital de El Viajero. Es autor del libro Tuve que hacerlo y otros relatos (Baile del Sol, 2015). Sus relatos han aparecido en diversas antologías, como Diario del Padre Tadeus Rintelen /Resaca negra (Ediciones Hontanar, 2013), A los cuarenta y otros relatos en crisis (Ediciones Beta, 2011) o La lista negra: nuevos culpables del policial español (Salto de Página, 2009), entre otras. El santo al cielo es su primera novela.
Las huellas indicaban que se trataba de un buen mapa, de indicarle. Que estaban en flota, hundida. Fin. FIN. FIN. . . . Lo, entiendo. FIN. FIn. . . . . FIN. Fin. FIN. FIN. .