Cristina Otero, el rostro de una nueva generación
Por Claudia Banqueri.
La nueva fotografía emana de las redes sociales. Jóvenes fotógrafos emergentes utilizan Facebook o Instagram como carta de presentación ante una sociedad con más conciencia artística y gusto por el estilo; pero también, ante profesionales que buscan en las nuevas tecnologías talentos que refresquen el estancado lodo donde las formas artísticas han estado dormidas durante la última década.
Ante la amalgama de nuevas formas de expresión, algunas cayendo en el “todo vale”, destacan individuos que transmiten algo diferente; un mensaje personal y diferencial que les hace destacar entre esa masa de artistas que buscan la originalidad de forma casi desesperada.
Cristina Otero, nacida en Pontevedra en 1995, es pionera de esa generación huérfana de mecenas y autosuficiente que nace del anonimato. Autodidacta y resuelta, esta joven fotógrafa realiza retratos que luego convierte en verdaderas obras de arte. Haciendo una oda a los pintores del siglo XX, Otero mezcla las dos disciplinas artísticas dando como resultado trabajos personales, impactantes, de peso visual y un excelente estilo.
En Culturamas hemos tenido el placer de entrevistarla para conocer con mayor profundidad a la persona que se encuentra detrás de una de las artistas con más proyección del panorama nacional.
Fuiste la artista más joven de España en hacer una exposición en una galería de arte. Sin duda alguna te desmarcas del tedioso dicho de que hace falta tener años de experiencia para llegar a lo más alto ¿Crees que la juventud es un hándicap o una ventaja en tu profesión?
La juventud ha resultado ser tanto una ventaja como un hándicap, dependiendo de la situación. El haber empezado desde los 15/16 años a trabajar como fotógrafa me dio la ventaja de tener unos años tranquilos para arrancar mi carrera mientras estudiaba el Bachillerato y la universidad (sigo estudiando actualmente).
Hay varias desventajas. La principal es que a veces se me ha infravalorado en algún trabajo, pensando que mi edad y experiencia me impedirían hacerlo con la seriedad y ganas que un proyecto, grande o pequeño, siempre merece.
Comenzaste haciéndote autorretratos y sin una cámara de grandes prestaciones. Muchas personas le dan mucha importancia a la calidad de las herramientas que se utilizan en la fotografía. ¿Para ti es más importante el contenido que el continente, o un equipo de alta gama sin duda te va a proporcionar mejores resultados?
Siempre se dice que la cámara no hace la foto; la hace el fotógrafo. Y creo fervientemente en esto. Se necesita la delicadeza, el gusto y el ojo del fotógrafo para capturar el momento. Sin embargo, sumando lo dicho anteriormente, es cierto que una cámara de mejores prestaciones y lentes de buena calidad pueden ayudar a conseguir un mejor resultado.
Un pintor con un trozo de papel y pintura de mala calidad puede crear una obra, pero si tiene un buen lienzo, pinceles y pintura, todo esto le facilitará el proceso y le ayudará a conseguir un resultado óptimo.
Photoshop está muy presente en tus trabajos. ¿Es una herramienta que aporta muchas ventajas al fotógrafo? Algunos fotógrafos han renegado alegando que enmascara las fotografías, ¿cuál es tu opinión al respecto?
Para el fotógrafo, Photoshop es un arma de doble filo. Puede darle ese toque necesario a la fotografía original o, al contrario, estropearla. Todo depende de cómo se utilice y la función que le quieras dar.
En mi caso, la edición es un paso muy importante a la hora de crear una imagen. Antes de fotografiar, yo dibujaba. Todo eso que hacía antes con un lápiz o un pincel, esos toques de luz, sombra y color, se los doy a mi fotografía a través de Photoshop. No se trata de embellecer la imagen o el representado, sino de llevar la realidad a un nivel superior que la fotografía no puede capturar. Por ejemplo, para mí las estrías, las pecas, las arrugas o las manchas de nacimiento son como tatuajes; cuentan historias y cómo es el representado. Esas marcas naturales siempre las dejo. Pienso que les dan a mis autorretratos esa crudeza y sinceridad que siempre busco a la hora de crear.
Has trabajado para importantes empresas como RENFE, SIGMA o Huawei . A partir de estas experiencias, ¿hay algún campo de la fotografía en el que te gustaría desarrollarte más?
Ahora mismo estoy en una fase de experimentación. No sólo con la fotografía, sino con otros campos artísticos y aprendiendo de ellos. A pesar de que la fotografía comercial me encanta, pretendo continuar creciendo y explorar el mundo del arte.
A pesar de tu juventud, has expuesto en numerosos países como Alemania, Estados Unidos o Brasil. ¿Has notado mucha diferencia en la forma en la que gestionan la cultura en el extranjero frente a cómo lo hacen en España?
Cada cultura tiene un gusto diferente por el arte contemporáneo. Tal vez esa diferencia de gusto no se note tanto en algunos países y continentes como Europa o Estados Unidos. Lo que sí varía mucho es la importancia que tiene el arte y la cultura en cada lugar. Incluso dentro de España esto lo podemos ver; he estado en comunidades donde se busca ensalzar la cultura y se hacen muchas actividades culturales, y en otras donde ocurre todo lo contrario.
¿A qué fotógrafos admiras?
Más que a fotógrafos, admiro a pintores. Me encantan Frida Kahlo y Dalí, por ejemplo. Aunque más que sus obras, me impresionan sus vidas, por las que siento una verdadera fascinación. También Hans Bellmer con su serie “Die Puppe” y Joel Peter Witkin.
¿Qué intentas expresar en tus fotografías? ¿Encuentras en ellas una vía de escape?
Mi trabajo habla de mis pensamientos, temores, dudas e ilusiones. Hablan de mi vida. Lo que intento hacer es coger anécdotas o pensamientos, y convertirlos en algo artístico. La fotografía me sirve a veces también como terapia, donde expulso todo lo negativo en cada obra que creo.
Actualmente la fotografía ha ganado muchos adeptos con el auge de las redes sociales. ¿Esta nueva fiebre perjudica o beneficia a los fotógrafos profesionales?
Puede tanto perjudicar como beneficiar a los fotógrafos. En mi caso, me ha beneficiado enormemente; gracias a las redes sociales estoy donde estoy actualmente. El problema es que hoy en día cualquiera piensa que es fotógrafo, y hace los trabajos completamente gratis o por una cantidad ridícula simplemente para llevarse el mérito y “likes”. Esto hace que el trabajo del fotógrafo pierda valor y cada vez sea más difícil ganarse la vida de esta manera.
También, las redes sociales hacen que haya más competencia ya que hay más gente que trabaja en este campo. Pero en mi caso, en vez de verlo como una desventaja, pienso que obliga al fotógrafo (especialmente al que está empezando) a volverse más creativo e intentar mejorar con cada fotografía que haga.
¿Cómo ves el panorama cultural en España? ¿Qué mejoras realizarías?
Pienso que le falta mucho por mejorar, especialmente en el campo de la fotografía. Se valoran más otros campos artísticos (pintura, escultura…), me imagino que es por la creencia de que es más fácil y conlleva menos tiempo crear una fotografía que pintar un cuadro, lo cual estoy en desacuerdo. Pienso que se deberían dar más ayudas a los artistas y comisarios nóveles e invertir más para mantener lo que ya tenemos.
Más información sobre Cristina Otero: http://cristinaotero.com/
La fotografía que hace está bien, pero su colección de “Tutti Frutti” es sospechosamente parecida a la de “Crazy Fruit” de Basistka, la cual es bastante anterior y se puede ver en deviantArt…