'Dentro del secreto: Un viaje por Corea del Norte', de José Luis Peixoto
Por César Malagón (@malagonc)
Dentro del secreto: Un viaje por Corea del Norte
José Luis Peixoto
Xórdica, 2016
Traducido por Pedro L. Cuadrado y Luis Leal
248 páginas
Corea del Norte. El país más hermético y militarizado del mundo, gobernado por una dinastía de lunáticos desde 1948. Esta es la visión que el mundo occidental se hace de la actual situación del país. La falta de información fiable y contrastada que tenemos nos lleva a dar por ciertas las pocas voces críticas que escapan del país y consiguen armar un discurso más o menos coherente de lo que allí dentro sucede. Pero la realidad es que pocos medios de comunicación consiguen entrar allí y enseñar lo que realmente ocurre, por eso testimonios como este de José Luis Peixoto se antojan claves para todo aquel que quiera acercarse un poco más a ese extraño secreto político.
En 2012, aprovechando el centenario del nacimiento del primer Líder Supremo (y Presidente Eterno) Kim Il-sung, el autor pudo conocer el país gracias a un viaje organizado por una agencia china, embarcándose en la gira The Kim Il-sung 100th Birthday Ultimate Mega Tour (no me digan que no es sugerente este título), en la que un grupo de privilegiados conocerían los entresijos del país durante dos semanas, siempre de la mano una pareja de guías con sempiterna sonrisa y la lección muy bien aprendida.
Pese a no ser Peixoto periodista, se puede decir que su labor en este libro se acoge a una de las primeras premisas que tiene que seguir todo periodista, la de acudir directamente a las fuentes no dejándose influenciar por comentarios externos, pues no hay mejor visión que la que uno mismo puede observar sobre el terreno. Y esa labor de campo que realiza in situ no es agradable, pues le lleva a rascar la superficie para encontrar algo de realidad. Es por eso que Dentro del secreto no es un libro de viajes bonito e idílico, pero porque tampoco el país visitado encaja dentro de esa tipología viajera. Quizá eso ya se adivina desde la misma portada, que refleja claramente el alma del libro. Un terreno difícil, yermo, con la vigilancia constante del guardia de turno. Así es Corea del Norte, y así se la encuentra el autor.
Una vez dentro (sin teléfono móvil, algo prohibido en el país), José Luis Peixoto inicia un peregrinar de quince días llenos de visitas a fábricas y asistencia a diferentes eventos conmemorativos, todo salpicado con una orgullosa enumeración de los grandes logros de Kim Il-sung y sus dos herederos en el poder, primero Kim Jong-il y Kim Jong-un después. El excesivo culto al líder que allí se practica llega a producir hilaridad en una mente occidental mucho más liberada y con sentido crítico. Por eso cuesta creer que el Líder Supremo, el día que se inauguraba un campo de golf en la capital, consiguiera hacer 11 hole-in-one (hoyo en uno) seguidos, hasta que lo dejó dada su facilidad. El europeo tiene la libertad de cuestionar tal historia, algo que el norcoreano ni se plantea.
Esta sociedad orwelliana transporta a Peixoto a un 1984 real, una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social, como hiciera el Ministerio de la Verdad en la obra antes citada. Sin embargo, no es Dentro del secreto un ataque directo a ese modo dictatorial de gobernar. El autor se dedica solo a hacernos llegar sus sensaciones, dejando que sea el lector el que juzgue en última instancia lo que allí sucede.
Y mientras nos narra las impresiones de un país tan diferente al suyo, podemos ver también el viaje personal que él mismo experimenta, donde la soledad y el anhelo familiar empiezan a hacer mella con el paso de los días, acentuados sobre todo por la imposibilidad de acceder a un teléfono móvil en el que tener un contacto mucho más cercano con el mundo al que nos hemos acostumbrado.
Es Dentro del secreto la narración de un viaje que probablemente ninguno de nosotros haremos. Para la gran mayoría, Corea del Norte nos seguirá sonando a excentricidad, a pruebas nucleares y a amenaza para mundo occidental. Pero tenemos suerte de contar con testimonios de primera mano que intentan borrar todo atisbo de generalización para poder presentarnos una realidad mucho más compleja, a la que es casi imposible llegar.
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