Manuel García: el hermano de María Malibrán
Por Silvia Pato (@SilviaP3)
Al contrario de lo que sucede en la mayoría de las ocasiones, la cantante de ópera María Malibrán ensombreció en la historia de la música a su hermano mayor: Manuel Patricio Rodríguez Sitches (1805-1906), un músico e inventor que compartió con aquella éxito y fama.
Más conocido por el nombre artístico de Manuel García, nació en Madrid el 17 de marzo de 1805, en el número 19 de la calle Travesía del Reloj, antiguamente llamada del Limón Baja o Limoncillo. Era el primogénito del tenor Manuel del Pópulo Vicente García (1775-1832) y de la soprano catalana Joaquina Sitches (1780-1864), y tuvo dos hermanas que se convirtieron en grandes cantantes de la época: María Malibrán (1808-1836) y Pauline Viardot García (1821-1864). Los tres recibieron la base de su educación musical por parte de sus padres, con quienes vivirían alternativamente en Madrid, Nápoles y París.
En 1823, toda la familia se trasladó a Londres, y un par de años después partieron de gira a Nueva York, para actuar en el Park Theatre. Al llegar, el padre de familia fue nombrado director artístico de la compañía del teatro, siendo el primer tenor; María, la primera soprano; Joaquina Briones, la segunda soprano; y Manuel, con veinte años, protagonizó su debut como cantante. Tras el éxito en Nueva York, pasarían un par de años en México.
En 1829, ya de regreso a Francia, García comenzó a trabajar como administrativo para el ejército. Así, en los hospitales militares de París empezó a estudiar la anatomía de la laringe. Sus conocimientos adquiridos los aplicó en la técnica vocal, enfocando el canto desde una vertiente científica que resultó ser toda una novedad para la época.
Fundó entonces junto a su padre una escuela de canto en la capital francesa. El centro fue universalmente reconocido como el mejor del mundo. Su carrera se enfocó por completo a la enseñanza. De tal modo, impartió clases en el Conservatorio de París durante 1847 y 1850, y posteriormente en la Royal Academy of Music de Londres (1848-1895).
Considerado el más importante teórico del bel canto, publicó en los años cuarenta del siglo XIX el Tratado completo del arte del canto. Su importancia fue tal que pasó a formar parte de la enseñanza oficial en diversos países.
En 1854, García comenzó a estudiar su propia laringe y su respuesta en relación a los ejericios de canto. Una mañana, mientras paseaba por los jardines de la Tullerías, al ver el reflejo de los rayos de sol en los cristales del Palacio Real, se le ocurrió utilizar un espejo de igual forma para lograr iluminar el órgano fonador. Tras comentárselo a su amigo, el luthier Aristide Cavaillé-Coll (1811-1899), este le presentó al fabricante de instrumentos quirúrgicos Charrière, que le aconsejó comprar un espejo de dentista, con mango largo, que se había presentado en la Exposición Internacional de Londres de 1851.
A partir de este utensilio, García se convirtió en el inventor del laringoscopio, tras diseñar el primer instrumento de diagnóstico no invasivo de la laringe, con especial atención a las cuerdas vocales en movimiento. Un año después, presentó el trabajo resultante del mismo en la Royal Society of Science de Londres, en una conferencia titulada Physiological Observations on the Human Voice.
Estos estudios, dirigidos a alcanzar una mayor técnica vocal, tanto en sus resultados como en su higiene, lograron que recibiera el título de doctor honorario de la universidad de Königsberg.
El músico e inventor falleció en julio de 1906, en su casa de Crikelwood. Tenía 101 años. Sus restos reposan en el cementerio de la iglesia de St. Edward, en Suttonplace.
FUENTE: Díaz Marroquín, Lucía. «Manuel Patricio García». Europavox
Pérez de Urbina, A.; Pérez Trullén, A. «Manuel García, profesor de canto e inventor del laringoscopio y precursor de la laringoscopia». Revista de Patología Respiratoria
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