Vicente Romero: «Nos estamos dejando la piel para sacar brillo a "El Crédito"»
Una entrevista de Yolanda Moreno
Llega una nueva versión de El Crédito al Teatro Maravillas de Madrid. El texto de Jordi Galcerán regresa con nuevas caras, reparto y dirección, tras un gran éxito de público y crítica. Esta vez la obra cuenta con los actores Antonio Pagudo y Vicente Romero como protagonistas, bajo las órdenes de Gabriel Olivares como director. Hablamos con Vicente Romero (Padre coraje, Celda 211, Cancún, Losers) sobre esta nueva producción teatral que se estrena el 3 de marzo.
¿Cómo afrontáis el estreno de una nueva versión de El Crédito?
Es un hándicap porque ya está hecha la obra y además tuvo muchísimo éxito. Para nosotros es una responsabilidad, pero es una función muy divertida y se disfruta mucho. Es muy dura, porque es una obra rápida, muy difícil de trabajar en el sentido de que tiene que ir todo muy ajustado. Digamos que es una pieza de orfebrería lo que estamos haciendo.
¿Os influye de alguna manera el elenco anterior de Carlos Hipólito y Luis Merlo?
Sí y no. Para mí ahora lo más difícil es el texto en sí mismo. Jordi Galcerán escribe de una manera muy particular. En el texto hay muchos puntos suspensivos, muchas ideas que no están dichas, llamadas de teléfono que el público tiene que intuir… Y esa manera peculiar es donde está la dificultad para mí. Luego ya veremos cómo lo acepta el público, si les gusta o no. De todas formas, también somos un elenco que de alguna manera puede atraer a un público joven, sobre todo por Antonio Pagudo, que es una cara muy conocida. El público que tiene en la serie La que se avecina suele ser gente bastante joven.
Actuaste de forma esporádica en La que se avecina, ¿pero es la primera vez que trabajas con él?
Directamente trabajando con él sí, porque cuando estuve en esa serie con quien más trabajé fue con Jordi Sánchez, un grandísimo actor también.
Y con el director Gabriel Olivares has trabajado ya en varias ocasiones.
Sí, varias veces. Con un texto suyo y de Ana Graciani que se llamaba El día del padre, y a partir de ahí repetimos con Arte, Cancún y ahora El Crédito. Somos grandes amigos.
¿Qué se encontrará el público que vaya a ver El Crédito?
Sobre todo con una mirada diferente, un poco más ágil y fresca. Yo vi la versión anterior y el texto lo hagas como lo hagas es todo un regalo. Pero se van a encontrar con algo muy fresquito, una manera de abordarlo para en cierto modo intentar romper ese tabú de los dos grandes actores que han trabajado en esta función y que han tenido mucho éxito. Nos divertimos muchísimo y la comicidad está amañándolo todo a raudales. Y sobre todo es un trabajo en el que hay más movimiento que en la primera versión. Nosotros nos movemos un poquito más. En esta versión se intenta una mirada un poco más fresca, una comedia algo más salvaje.
¿A qué crees que se debe el éxito de este texto de Jordi Galcerán?
Primero porque está muy bien escrito, y segundo por la temática que aborda. Es una situación en la que mucha gente se puede sentir muy identificada.Ahora mismo es una obra totalmente contemporánea. Por desgracia hoy en día puede ser una situación muy común la de pedir un crédito, la necesidad que tiene la gente de dinero. Pero sobre todo son personajes que trascienden esa necesidad, porque finalmente el banquero también es un hombre lleno de necesidades que no puede cumplir. El texto consigue bucear en el alma de dos personas que están completamente perdidas: una que tiene una necesidad de dinero y otra que tiene una necesidad que no puede cumplir. Es una aspiración de ser aceptado socialmente, de pretender tener una vida normal y de que le salga todo perfecto, y tampoco le sale.
Interpretas a Gregorio, director de una sucursal bancaria, ¿cómo es tu personaje?
Es un señor muy ordenado con la firme convicción de que su vida está completamente cuadrada, y reposa sobre una de las bases del cuadrado. Considera que el dinero lo puede todo y que todo se puede cuantificar. Cree que a través de esa filosofía de vida se puede llegar a ser feliz y tenerlo todo controlado, hasta que descubre que no es así.
¿Qué supone este papel para ti?
Pues no lo sé hasta que no vea el resultado. El trabajo está siendo durísimo, muy muy duro. Es un papel muy exigente desde el principio, por cómo está escrita la obra. Además, la comedia necesita también un ritmo muy exigente. No sé qué supondrá para mí. Queda por ver si le gusta a la gente. Desde luego es diferente. En el teatro suelo hacer papeles distintos a los que hago en televisión, y siempre me dan riqueza. Incluso hacer comedia para mí es más difícil en el medio audiovisual, y siempre que tengo oportunidad es un gusto. Quizás éste no es un personaje muy diferente a lo que he hecho en la tele, pero sí es un personaje que tiene una trayectoria de una hora y veinte minutos, que es lo que dura la función, y tiene un texto estupendo por delante. Es un trabajo en el que puedo hacer filigrana, tengo casi una hora y media para sacar brillo por todos lados, oportunidad que habitualmente en el ámbito audiovisual no suelo tener. Salvo en Padre coraje, he hecho personajes que son bastante pequeños, y hay que sacar partido de la mejor manera posible. El teatro siempre es un regalo.
¿Qué balance harías de la evolución de tus personajes en tu carrera? Podríamos decir que al principio eran un poco más “chungos”, ¿no?
Sí, ya he pasado al otro lado de la ley. Ya por fin (risas). He pasado de punki a policía (en la serie Bajo Sospecha).
Y ahora a banquero.
Sí, la vida me va muy bien en ese sentido (risas).
Y de todos los trabajos que has hecho hasta ahora, ¿cuál recuerdas de una manera más especial?
No lo sé. Padre coraje por ejemplo fue el que me abrió la puerta para poder seguir trabajando, y fue un personaje al que yo le pude sacar mucho partido también, de largo recorrido. Y en Carne de neón también tuve un personaje así. Pero no lo sé, siempre cada uno de los personajes que he hecho me han ido aportando algo, son como mis hijos por decirlo de alguna manera, son como un pedazo de mi historia, y no hay ninguno que pueda considerar más especial que otro. También te puedo decir que alguna vez he hecho algún papel del que no he estado orgulloso, que también los hay. Pero esto es un oficio, cuando uno tiene un oficio hay veces que uno es un artista y otras ocasiones que lo desempeñas lo mejor que puedes. Pero no tengo ningún personaje especial. Todos forman parte de mí y todos han aportado algo a mi carrera.
¿Qué proyectos tienes en mente? Uno de ellos es una nueva serie: Tiempos de guerra.
Sí, mi papel será el de un militar. Otro personaje de rango social alto (risas), pero este señor no es muy buena persona. Y por lo demás me van hablando de otras cosas, de películas en las que tengo que salir… Pero bueno, hasta que no se tiene el contrato delante y el boli encima, no se puede confirmar. De momento lo más fijo y seguro que haré es Tiempos de guerra. El 13 de marzo comenzará la grabación.
¿Sobre qué va la serie?
La trama principal gira en torno a una chica de alta sociedad. La serie está ambientada en la batalla de Annual, a raíz de la pérdida de las colonias en Marruecos, que fue una barbarie y un desastre. La Reina decide crear un cuerpo de chicas enfermeras de la alta sociedad y las envían a Marruecos. En ese ambiente se desarrolla la historia.
Volviendo a El Crédito, ¿por qué hay que ir a verlo?
Porque es un texto que merece mucho la pena, y creo que además de ser divertida, es una obra que te hace reflexionar sobre muchas cosas. Además, Antonio y yo estamos haciendo un gran trabajo, nos estamos dejando la piel y el pellejo, los huesos y la sangre, porque queremos que quede algo brillante. Esta obra se merece tener interpretaciones brillantes, y estamos en ello, sacando brillo.
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