10 consejos rápidos (y aplicables desde hoy) para escribir diálogos que enganchen
Por Amalia Sánchez (@heraediciones1). Últimamente he estado revisando y releyendo viejos libros y he estado disfrutando de novedades, como “La luz que no puedes ver”, de Anthony Doerr. Si te gusta la novela histórica tratada con un punto personal e incluso íntimo, esta obra te gustará, así que te la recomiendo.
Una de las cosas que más me han gustado de esta obra son, sin duda, sus diálogos. Es verdad que no son muy abundantes, pero sí son casi perfectos para definir a los personajes protagonistas de la historia. Trasmiten tanta verdad, están tan bien tejidos entre ellos, que son una de las mayores cualidades de este libro.
Y al hilo del texto de Doerr, ¿cómo escribes tú los diálogos? ¿Eres capaz de aportarles el formato adecuado? ¿Crees que transmiten el “alma” de tus personajes, o que definen bien la acción?
No hay duda de que tu libro debe llegar a tus lectores no solo por tener una buena trama o tratar temas interesantes, sino también por contar con personajes que lleguen al corazón del lector , y eso solo lo conseguirás a través de los diálogos.
La función del diálogo es doble: por una parte, hacer más ligera la lectura; por otra, caracterizar a los personajes y lograr con el lector una corriente de empatía.
Ahora que ya tenemos este punto claro, ¿qué te parece si hacemos un repaso por algunos consejos rápidos que te ayudarán a escribir buenos diálogos?
Pues vamos allá.
1- El diálogo tiene que servirte para algo, tanto a ti como tu lector, ya sea para exponer el carácter del personaje o explicar el contexto y la situación en que se produce.
Es decir, debes evitar los diálogos vacíos de contenido. Por ejemplo, hablar del tiempo en un diálogo escrito es tan vacío como hablar del tiempo en un ascensor. Por tanto, evítalo. ¿Por qué no optas porque tus personajes hablan de qué les sucede, de qué sienten o de qué piensan?
2- Utiliza los diálogos para hacer avanzar la trama en función de los personajes y los contextos o acciones. No te alargues con saludos o despedidas. Como te decía, en los diálogos debe haber “acción”, han de ser concretos. No divagues con temas que no servirán para caracterizar a tus personajes.
3- Apuesta por diálogos ágiles y dinámicos, y evita los parlamentos excesivamente largos que conviertan el diálogo en una sucesión de monólogos.
4- Todo diálogo tiene que resultar natural y creíble. Para ello, el truco consiste en adecuar el lenguaje al personaje según su edad, nivel socio-cultural, profesión, estado de ánimo, etc.
Por ejemplo, si los personajes que están dialogando son una dama y un caballero del Siglo de Oro, no tendrá sentido que utilices expresiones como “guay”, “rollazo” o “salir de fiesta”, por ejemplo. Mientras que si en el diálogo participan dos muchachos de 15 años, nunca deberás poner en su boca expresiones como “vuesa merced”.
5- El diálogo te debe servir para diferenciar y caracterizar a los personajes. Tienes que conseguir que cada uno de los protagonistas cuente con una forma de hablar única que sirva para que el lector lo reconozca. Solo así lograrás generar la empatía de la que antes te hablaba.
6- No abuses del verbo decir, sustitúyelo por sinónimos que aporten más matices. Por ejemplo, afirmar, señalar, indicar, convenir, etc.
7- Evita la monotonía de intervenciones en las que solo se alterna la pregunta y la respuesta. Algunos trucos que puedes usar para evitar esto son: responder con una respuesta que no corresponde a la pregunta formulada, responder con otra pregunta, repetir parte de las palabras del otro interlocutor, utilizar silencios o gestos, etc.
8- Usa el estilo directo sobre el indirecto, ya que aporta realismo.
No es lo mismo decir “Ella le miró con desgana y afirmó: – Déjame, hemos roto para siempre”, que “Ella le miró con desgana y dijo que la dejase, que habían roto para siempre.”
9- Debes tener en cuenta que en el estilo directo se emplea un lenguaje coloquial, ya que cada personaje tiene voz propia y debe reflejar el lenguaje real para dar veracidad al diálogo, mientras que en el estilo indirecto puedes utilizar un registro culto, ya que las palabras van matizadas por el narrador.
10- Es importante que uses incisos que expliquen la situación y describan la acción, el tono de voz del personaje, sus gestos, etc. para que el lector pueda comprender la situación en toda su extensión.
Por ejemplo, “Ella le miró con desgana y afirmó: – Déjame, hemos roto para siempre.- A partir de ese momento, unas lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas (inciso).
– No, Ana, esto no puede ser cierto- dijo Adam, mientras sus ojos se volvían vidriosos.”
Soy Amalia Sánchez, periodista y creadora de Grupo Hera Ediciones (http://www.heraediciones.es). Para agradecerte que estés aquí, te voy a hacer un regalo: Mi ebook “Cómo seducir a una editorial. Unos consejos (que nadie te ha contado para conseguirlo). En él descubrirás los 10 errores que cometes cuando contactas con una editorial y que impiden que te publiquen. Descárgalo gratis en http://www.heraediciones.es/descarga-tu-ebook-gratis.
Me parece muy bueno recibir estos consejos.gracias