Cronistas bohemios. La rebeldía de la Gente Nueva en 1900
«A caballo entre el siglo XIX y el XX hallamos sorprendentes, frescas y magníficas crónicas, de la mano de unos periodistas brillantes, hoy completamente olvidados. Un viaje de prensa de Madrid a Lisboa narrado con humor y todo lujo de detalles, desde cómo era el tren o por dónde pasaba hasta qué ocurría en la frontera o cuál fue la actitud de los viajeros».
El periodista Miguel Ángel del Arco hace en su nuevo trabajo, Cronistas bohemios (Editorial Taurus), el retrato de una época legendaria a través de seis de sus protagonistas: Luis Bonafoux, Antonio Palomero; Pedro Barrantes; Joaquín Dicenta; y Alejandro Sawa. Periodistas, a través de los cuales, el autor realiza en este libro, además de una magnífica contextualización y descripción de las relaciones entre periodismo y bohemia en los comienzos del siglo XX, una selección de los mejores textos (precedidos del perfil de cada uno de sus autores) que son una auténtica muestra de las grandes aportaciones de esta bohemia a la historia del periodismo, esencialmente en el lenguaje (basado en la paradoja y el uso de la palabra como explosivo), el contenido de calado social y el humor a menudo ácido, incluso negro.
«Todos aquellos literatos olvidados tienen en común el haber llevado una vida irregular, bohemia, irreverente, rebelde contra el canon artístico, seguramente como correspondía a su edad y al momento que les tocó vivir. Quizá eso hizo que no pasaran a la posteridad, ya que contaban con méritos suficientes para figurar en ella. Como veremos, se trata de una invisibilidad injusta, porque contribuyeron de manera decisiva a la llamada Edad de Oro del periodismo español, un tiempo, el cambio de siglo, entre 1898 y 1923, en el que coincidió la proliferación de cabeceras con la aparición de periodistas de gran talento literario que crearon escuela en cuanto a estilo y pensamiento, en la observación y narración de la realidad».
Las redacciones de los periódicos en los alrededores del 1900 estaban llenas de bohemios que acudían allí para calentarse o para demandar una colaboración. No todos eran hampones y pedigüeños. Entre ellos había literatos de altura que pasaron a la historia como la Gente Nueva y fueron coetáneos, compañeros de café y colegas de modernistas y noventayochistas; y contrarios a la llamada Gente Vieja, representada por los realistas, Pereda, Clarín, Echegaray. Algunos de ellos fueron los primeros corresponsales, cronistas y reporteros del incipiente periodismo español, auténticos pioneros en los inicios del periodismo moderno. Los cinco aquí reunidos —Bonafoux, Palomero, Barrantes, Dicenta y Sawa— tuvieron fama y respeto en su tiempo y encuentran ahora un justo homenaje a su fascinante historia. Nombres que hoy quizás no sean muy recordados, pero cuyos textos tienen poco que envidiar, en calidad, estilo, atrevimiento y en su novedoso enfoque a lo que muchos años después conoceríamos como nuevo periodismo. De hecho, se pueden leer hoy mismo, con gusto y verdadero asombro.
«Acaso puedan explicarse estos sorprendentes olvidos si se conoce el estado del periodismo en 1900, sabiendo cómo eran las redacciones de entonces y qué periódicos se publicaban; quizá estando al tanto de la situación política en la España finisecular, la de la regencia de la reina María Cristina y del gobierno del turnismo, y tal vez entendiendo el ambiente cultural de aquellos años».
Miguel Ángel del Arco es periodista y profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido reportero y redactor jefe en Tiempo y La Clave. Es autor de la novela El crimen de Julián el Guiñote, de los blogs Visióndeconjunto, Un cuento real y Crónicaynegra. Coautor del libro de cuentos Muelles de Madrid, se doctoró con la tesis ‘Periodismo y bohemia (alrededor de 1900). Los bohemios en la prensa del Madrid absurdo, brillante y hambriento de fin de siglo’. En FronteraD ha publicado Espía en la FNPI. El ingenio de García Márquez periodista.
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Cronistas bohemios. Miguel Ángel del Arco. Editorial Taurus, 2017. 350 páginas. 18,90 €
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