Rival Sons electrifica Madrid
Por: Jose Cabrera
La banda de Long Beach vuelve en menos de un año a Madrid por segunda vez en su carrera con un “Sold out” desde días antes. Era viernes, 10 de febrero, el lugar escogido esta vez fue la sala But. Horas antes del concierto ya se palpaba el ambiente en los bares aledaños a la sala; una tarde lluviosa en la capital en la que decenas de fieles rockeros aguardaban refugio en lo que por esa noche se convertiría en una parroquia de buen hard rock.
Scott Holiday, guitarrista y fundador, formó la banda en 2009 junto al cantante Jay Buchanan y el baterista Mike Miley. “Before the fire” fue el álbum de debut lanzado directamente en plataformas digitales. Y un par de años después llegaría “Pressure & time”, que sería el asentamiento definitivo de la banda frente al público. En esta ocasión venían presentando su último trabajo: “Hollow bones”, lanzado en junio de 2016.
El concierto comenzó con una puntualidad pasmosa, poco habitual en este tipo de eventos. Justo a las 21:00, como se había anunciado, la banda ya estaba sobre el escenario descargando su batería de temas. La puesta en escena es sobria, lo justo, con una gran pantalla de fondo proyectando el logo de la banda durante todo el show, aquí lo que importa es la música. Por quitarnos lo “menos bueno” del concierto cuanto antes y centrarnos en lo demás, hay que comentar que el repertorio escogido es el apartado donde la banda menos ha arriesgado. Las canciones escogidas son en su mayoría todos los singles lanzados hasta ahora, con alguna balada a mitad, soliloquios instrumentales y en general canciones muy cañeras. La estructura básica de cualquier concierto de rock.
Pero no hay tirón de orejas para la banda, pues verles tocar y oírlos supone un verdadero espectáculo. El sonido en la sala fue impecable, de impresión, todo un sobresaliente y felicitaciones para sus técnicos. Rival sons elevaron todavía más el sonido de sus álbumes. Scott, el guitarrista, no se permitió ni un fallo, y los asistentes perdimos la cuenta de cuántas guitarras usó durante la actuación. Jay Buchanan, que no sabemos si las comparaciones con Robert Plant empezaran como halago pero ya hayan hartado al vocalista, hizo una actuación muy sobria, al que daba la impresión de que le costaba arrancar y arrastraba cansancio de una intensa gira (entre la que incluye algunos shows como teloneros de Black Sabbath) pero fue impecable desde el principio. Mención especial también para Mike Miley, que además de buen músico derrochó carisma todo el tiempo. Desde Pressure and time hasta Electric man o Keep on swinging, Rival sons dio un recital de auténtico rock´n´roll, ¡y que no paren!