'El número 11', nuevo trabajo del autor británico Jonathan Coe
«Ésta es la paradoja: debo asumir, por el bien de mi cordura, que me estoy volviendo loca. Porque ¿cuál es la alternativa? La alternativa es creer que lo que vi la otra noche era real. Y si me permitiese creerlo, semejante horror también me haría perder la razón. En otras palabras, estoy atrapada».
Jonathan Coe vuelve al panorama narrativo en plena forma. Y lo hace con El número 11 (Editorial Anagrama), una diatriba plagada de desencanto político que es una suerte de continuación de la desternillante ¡Menudo reparto!, y que confirma a Coe como brillante heredero de la gran tradición satírica británica. En el centro de esta historia está la amistad de Rachel y Alison, que recorre con altibajos sus vidas desde la infancia. Y al fondo una figura real, David Kelly, inspector de armamento de Naciones Unidas en Irak, envuelto en el escándalo de la filtración de datos que ponían en entredicho a Tony Blair, y cuya muerte (oficialmente un suicidio, aunque siempre hubo sospechas de otra cosa) supuso el fin de la inocencia para una generación.
«Quién lo hubiera dicho, pensó Rachel, mientras rebobinaba el DVD unos tres minutos. Quién hubiera dicho que de todas las cosas que les habría podido poner, sería esa horrorosa, tosca e inepta comedia británica en blanco y negro de principios de los años sesenta la que las haría disfrutar hasta el paroxismo, derrumbando las barreras de la gélida compostura que habían mantenido ante ella durante tanto tiempo».
Las vidas de Rachel y Alison se cruzan con las de una serie de personajes estrafalarios e inolvidables: una cantante que vivió tiempos mejores y trata de recuperar su popularidad en un reality show en la selva australiana; un profesor obsesionado con una elusiva película que vio de niño llamada El jardín de cristal; un joven oficial de policía empeñado en aplicar criterios sociopolíticos en sus investigaciones mientras trata de conquistar a una casta profesora católica; un supermillonario que contrata a una tutora para que enseñe a su hijo a comportarse como un chico normal de clase media; unos cuantos monstruos, reales o imaginarios, que incluyen desde una horripilante araña que aparece en un naipe hasta el del Lago Ness; un iracundo magnate de la prensa y su hija aspirante a columnista ultraconservadora… Esta última forma parte de la poderosa familia Winshaw, que ya aparecía en una de las obras más celebradas de Coe, ¡Menudo reparto!, de la que esta novela es una suerte de continuación que puede leerse de modo por completo independiente.
«Su fallecimiento tuvo un enorme eco mediático. Como preparación al apoyo británico de la invasión estadounidense de Irak, Tony Blair había intentado persuadir a la opinión pública británica de que el régimen de Sadam Husein representaba una amenaza significativa para la seguridad de la Gran Bretaña».
Es en parte una crónica perpleja de la deriva de Inglaterra –el desmantelamiento de la sanidad pública, las triquiñuelas de la evasión fiscal de los muy ricos, la emigración ilegal…–, en parte una sátira feroz y desternillante de las élites económicas, y también a ratos una narración detectivesca a la antigua usanza y un tronado relato fantástico con monstruos. Una nueva muestra del inigualable talento del autor para construir tragicomedias con cargas de profundidad sobre la desquiciada realidad del mundo contemporáneo.
Jonathan Coe (Birmingham, 1961) estudió en las universidades de Cambridge y Warwick. Entre sus novelas: ¡Menudo reparto! (Premio John Llewellyn Rhys y, en Francia, Premio al Mejor Libro Extranjero), La casa del sueño (Premio Writers’ Guild of Great Britain Best Novel y, en Francia, el Premio Médicis Extranjero), El Club de los Canallas (Premio Arzobispo Juan de San Clemente, otorgado en Santiago, y Premio Bollinger Everyman Wodehouse), El Círculo Cerrado, La lluvia antes de caer, La espantosa intimidad de Maxwell Sim y Expo 58.
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El número 11. Jonathan Coe. Editorial Anagrama, 2017. 416 páginas. 20,90 €
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