Literatura Violeta: Margaret Fuller, periodismo y activismo por los derechos de la mujer
Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza
El mundo de la literatura y el periodismo nunca fue justo para las mujeres. Relegadas a un segundo plano, grandes escritoras vieron volar sus oportunidades por el mero hecho de no haber nacido varón. Obras que murieron antes de nacer, sueños que cayeron antes de alcanzar su punto más álgido, esos fueron los cadáveres que la desigualdad entre sexos dejó en el arte. Muchas mujeres intentaron resucitar esos cuerpos fríos y pálidos, entre ellas destaca Margaret Fuller, considerada la primer mujer periodista de Estados Unidos.
Margaret nació en Cambridge, Massachusetts, y creció bajo la educación severa y clásica de su padre Timothy Fuller. En 1835, la desgracia asoló a la familia Fuller, el padre de Margaret falleció de cólera, dejando a su mujer e hijos en una situación económica crítica. Margaret tomó la decisión de hacerse cargo de la familia y comenzó a trabajar en una escuela de Boston.
Margaret trabó amistad con Ralph Waldo Emerson y participó en la fundación unitaria de la organización del trascendentalismo en Concord. Cuando se unió a Horace Greley en el New York Tribune como crítica literaria se convirtió en la primera periodista femenina en la redacción de un periódico importante. Fuller aunó sus dotes periodísticas con sus dotes literarias.
A mediados de la década de 1840 organizó grupos de discusión de mujeres, en los que se hablaba de temas variados, como el arte, la educación y los derechos de la mujer. Varias figuras conocidas del movimiento de los derechos de la mujer tomaron parte en estas conversaciones. En el transcurso de estas charlas desarrolló su obra principal, Woman in the Nineteenth Century (Mujeres en el siglo XIX), que trata de la independencia de la mujer y de la necesidad de cambiar la desigualdad de las relaciones entre sexos.
El New York Tribune la envió como corresponsal en el extranjero a Europa. Allí entrevistó a muchos escritores prominentes como George Sand y Thomas Carlyle. En Italia conoció al revolucionario Giovanni Ossoli y se casó con él en 1847. Más tarde tuvieron un hijo. La pareja apoyó la revolución de Giuseppe Mazzini para proclamar una república romana. Ambos tuvieron un papel importante en la lucha, él como soldado, mientras ella se presentó voluntaria para dirigir un hospital.
Tras varios años trabajando como corresponsal, Margaret decidió volver a Estados Unidos, sin embargo, el destino le tenía preparada una desagradable sorpresa. El barco en el que viajaba la escritora junto con Giovanni, su esposo, y su hijo, se hundió poco antes de llegar a Nueva York. Solamente sobrevivió el pequeño Angelino. Con ellos se hundió un manuscrito de Fuller sobre la historia de la República Romana. Años más tarde, un hermano de Margaret, Arthur, decidió recopilar sus escritos y publicarlos para que la obra de esta gran escritora no cayera en el olvido.
Margaret Fuller dedicó gran parte de su vida a la defensa de los derechos de la mujer. Periodista de profesión, activista de corazón, Margaret hizo de su obra una creación excepcional al servicio de la lucha feminista.