Dos enemistades muy literarias
Por Sonia Rico.
Las envidias, los recelos y las traiciones están presentes en la vida de todos nosotros pero algunas profesiones son más proclives a ello, por ejemplo, la literatura, donde los egos son grandes y proporcionales a las enemistades que se han dado en este “mundillo”.
Hoy quiero hablaros de dos casos famosos. El primero que además os sonará dado que se ha emitido recientemente en TVE-1 el telefilm “Cervantes contra Lope”. Bien, pues aquí tenemos a los dos grandes de la literatura del Siglo de Oro Español en su juventud fueron amigos, se profesaban admiración mutua, sin embargo , terminaron siendo grandes rivales ¿ Cómo pudo suceder esto si vivían en el mismo barrio e incluso compartían tertulias literarias? Ambos se conocieron en la casa del cómico Jerónimo Velázquez, de cuya hija estaba enamorado Lope de Vega (ya sabemos que tenía fama de mujeriego) y la visitaba con asiduidad, en cambio, Cervantes frecuentaba aquella casa en Lavapiés esperando que el cómico le pusiera en escena algunas de sus obras.
Pues bien, al inicio todo fueron alabanzas mutuas mientras que en el Madrid de aquella época Lope triunfaba, era popular y bien considerado mientras que Cervantes trataba de que se le reconociera como a un escritor serio. Sobre esta guerra y quién la empezó hay diferentes opiniones. Lo que se sabe es que Lope tuvo acceso a ´El Quijote´ antes de su publicación, y en una carta a un amigo suyo escribió lo siguiente: «De poetas, muchos están en ciernes para el año que viene; pero ninguno hay tan malo como Cervantes ni tan necio que alabe a Don Quijote».
Esta batalla hace pensar a algunos que Lope de Vega estuvo detrás de la publicación del llamado ‘Quijote de Avellaneda’ (1614). Un Quijote apócrifo escrito por Alonso Fernández de Avellaneda, amigo de Lope. También existe la teoría que fue el propio Lope el que escribió la obra como forma de venganza hacia el ‘manco’.
El segundo caso nos es más cercano temporalmente y muchos de vosotros seguro que hasta habéis leído la polémica o incluso buscado en internet el video de la entrevista donde, supuestamente, ambos escritores se enemistaron. Yo nunca lo encontré.
Me refiero a dos premios Nobel: García Márquez y Vargas Llosa. Los dos escritores latinoamericanos se conocieron en Venezuela, en 1967, cuando Vargas Llosa fue a recoger el Premio Rómulo Gallegos por La casa verde, sin embargo fraguaron su amistad en Barcelona. A esta ciudad se trasladó Gabo con su mujer, en 1967. Dos años después llegaron Mario y Patricia, que se instalaron en el barrio de Sarriá, casi al lado de donde vivía el autor de Cien años de soledad. A partir de entonces, la amistad entre las dos parejas se fortaleció.
Los dos escritores tenían como agente literaria a Carmen Balcells, y ambos se relacionaban con los autores latinoamericanos residentes en Barcelona y los escritores de la llamada Gauche Divine. Era una época de fiestas, amistad y también de literatura. Entre Gabo y Mario existía también una mutua admiración literaria. De hecho, Vargas Llosa dedicó casi dos años a analizar la obra de García Márquez.
El incidente entre ambos, como os decía, es muy conocido porque lo han contado varios medios de comunicación en todo el mundo. Lo que sucedió tan solo lo conoce, Patricia Llosa, que es la que estuvo en medio y provocó, a su pesar, una enemistad de 38 años y, ya sin solución, entre los dos premios Nobel.
El 12 de febrero de 1976, Mario Vargas Llosa llegó a Ciudad de México. En el vestíbulo del Teatro Bellas Artes estaba García Márquez, quien, al verle, sonrió y fue hacia él con los brazos abiertos, al tiempo que le saludaba cariñosamente: «¡Hermanito!»…
En vez de responderle, Mario, le sacudió un puñetazo en mitad de la cara que derribó a Gabo. Aún estaba aturdido, cuando Mario se explicó brevemente: «¡esto por lo que le dijiste a Patricia!». Así lo afirmaron testigos presenciales de la escena, aunque no se ponen de acuerdo si la palabra exacta fue «dijiste» o «hiciste».
Por lo visto la causa sucedió a principios de 1976. Mientras Mario estaba en un congreso en Bogotá, su mujer se acercó a Barcelona, donde se plantearon comprar un piso. Al día siguiente Patricia tenía que tomar el avión para Madrid, de vuelta a Lima y García Márquez se ofreció a llevarla en su coche.
En el trayecto, el escritor se confundió de carretera y Patricia temió perder el avión. Entonces Gabo, quizás como un chiste, quién sabe, le comentó algo así como que si perdía el avión no pasaba nada y ya se montarían ellos una fiesta. Nadie sabe las palabras exactas, ni el tono, pero… este parece ser el motivo de la enemistad. Como decía, solo Patricia lo sabe.
Finalmente, Patricia perdió el avión y se volvió al hotel. Suponemos que al llegar a Lima se lo debió contar a su marido, lo que provocó la enemistad perpetua y la prohibición por parte de Vargas Llosa de reeditar su libro sobre García Márquez.
Años después, el propio Gabo confesó, que no tenía enemigos personales. Cuando le insinuaron su ruptura con Vargas Llosa, comentó: «ah, eso es un problema de Mario y de los chismes que le contó Patricia, que le llenó de cuentos la cabeza».
Bueno, ya veis que los motivos de una guerra pueden tener inicios insospechados. En cualquier caso es una lástima la lucha entre genios. Será que la amistad como el amor, ¿también se desgasta de tanto usarla?