Amor e inspiración
Por Fco. Javier Clavero Champsaur. jclavero@javierclavero.com
“cuando posas tus ojos en mí, el ayer se desvanece.
Mi presente se ilumina con tus sonrisas.
Y el futuro, el futuro lo escribiremos juntos y llevará tu nombre…”
J.C.
Solo aquellos que experimentan el amor en su más alta concepción y significado tienen motivos, la fuerza de estar de forma permanente inspirados. Son capaces de conseguir cierta atemporalidad en sus acciones –y en sus escritos— es lo que llaman fluir, que pensando que vives un instante, ha pasado una eternidad. ¿No sucede eso cuando miramos a la persona amada?
Estar motivado requiere de motivos, de grandes propósitos, no en vano es proporcional la grandeza –que no grande— del objetivo con el poder y la fuerza que nos impulsará a atravesar desiertos y tormentas hasta alcanzarlo. Sabiendo, teniendo presente que la gloria jamás debemos posponerla al momento de la consecución, esta debe estar en la satisfacción del esfuerzo realizado. En todos y cada uno de esos días que nos hemos levantado, tal vez con pocas ganas; porque no todo es dulce y apetitoso y siempre, pero sabiendo que es un aprendizaje que nos llega y si sabemos interpretarlo, sin duda, se pondrá de nuestro lado.
Sin embargo cuando estamos enamorados y el amor preside nuestra existencia todo lo que nos ocurre es espectacular, llegando a convertirlo en mágico. Cuando la actitud con la que nos vestimos es la adecuada. Entonces los más bellos textos jamás soñados llegan a nuestras páginas en blanco transformadas en textos. Y no solo eso, sino que la emoción, el sentimiento traspasa el mundo de las normas y las reglas, llegando a quien nos lee, incluso como una bomba que hace que tengamos que parar para digerir y seguir leyendo –y a veces enjuagando las lágrimas que tienden a aparecer cuando ese texto te penetra y llaga al alma abriéndotela en canal—.
El amor es pura y auténtica inspiración, nos lo han dicho por activa y por pasiva desde el principio de los tiempos… Y cierto es que cuando se instaura en tu vida el color con el que se ven las cosas es otro, mucho más intenso, pasional, pudiera parecer que uno está constantemente inspirado, que las ideas fluyen como si todas las puertas y ventanas de la motivación estuvieran abiertas de par en par. Todo se nos hace más fácil, cuando realmente no lo es –o sí, no sé— lo que sucede es que tenemos eso que llaman: “ganas de hacer”.
Que decir de nuestros amigos poetas, que buscan sus musas para inspirarse y cuando las encuentran en el enamoramiento, el amor, hay que ver de los que son capaces de escribir. Pero no dejemos de lado esa zona oscura del desamor que también puede proveernos de tremenda inspiración para plasmar negro sobre blanco…
Soy un firme creyente –no en vano lo experimento como filosofía de vida— de que cuando algo bueno se acaba no viene la época de vacas flacas. Si algo bueno se acaba que comience algo espectacular y cuando algo espectacular finalice, vayamos a por el inicio de algo mágico: Cree, confía, actúa y haz que suceda. Aceptar y adaptarse a cualquier situación es el secreto. Es entonces cuando situaciones de desamor te dejan la magia y el amor en tu interior, tan solo desaparece la persona dejando hueco para que aparezca otra que sí colme nuestros sentidos, y porque no cargada de magia.
Como veis, todo es cuestión de interpretación y utilizar los recursos para poner a las circunstancias de nuestro lado, por duras que puedan parecer en inicio. Busquemos motivos para estar siempre inspirados y si estos están basados en el amor, genial, no tengamos miedo agarremos su mano y dejemos volar nuestra imaginación, creatividad y por supuesto acciones. Os deseo los mejores e inspirados escritos.