El dilema del omnívoro. En busca de la comida perfecta
«Por alguna razón, la más elemental de las actividades —saber qué debemos comer— requiere una extraordinaria cantidad de ayuda cualificada. ¿Por qué ahora necesitamos periodistas de investigación que nos digan de dónde sale nuestra comida y nutricionistas que determinen nuestro menú?».
A mediados de enero verá la luz El dilema del omnívoro (Editorial Debate), un brillante relato de Michael Pollan que explora las diferentes cadenas de alimentación, los trastornos alimenticios y cómo el hombre debe ser consciente a la hora de escoger sus alimentos. Ha sido clasificado como uno de los diez mejores libros del año según The New York Times y The Washington Post, y también se ha hecho merecedor del premio gastronómico James Beard Award. Un revolucionario trabajo de uno de los escritores más brillantes, originales y elocuentes de Estados Unidos que aborda la, aparentemente sencilla, cuestión en torno a qué deberíamos comer, ofreciéndonos unas respuestas que tienen profundas implicaciones políticas, económicas, psicológicas e incluso morales para todos nosotros.
«Lo absurdo de esta situación se hizo ineludible para mí en el otoño de 2002, cuando uno de los más antiguos y venerables alimentos básicos de los humanos desapareció de manera abrupta de las mesas americanas. Me refiero, por supuesto, al pan. Prácticamente de la noche a la mañana los estadounidenses cambiaron su forma de comer. Un espasmo colectivo que solo puede describirse como «carbofobia» se apoderó del país y vino a suceder a la era de «lipofobia» nacional que se había iniciado durante la administración Carter».
¿Qué cenaremos hoy? Nos hemos confrontado a esta pregunta desde que el hombre descubrió el fuego, pero para Michael Pollan la manera en que la abordamos hoy en día podría llegar a determinar nuestra supervivencia en cuanto a especie. El hecho de que seamos omnívoros y podamos ingerir todo tipo de alimentos hace que nuestro acto de decidir qué queremos comer se vuelva un dilema, sobre todo ante la abundancia de productos que nos ofrece el desconcertante y traicionero mercado alimenticio. Cuando escogemos nuestro tipo de alimentación, no solamente entra en juego la salud propia o la de nuestros hijos, sino la de todo el medioambiente.
Los medios norteamericanos no dejaron lugar a dudas: “Fascinante, no recibirás mejor explicación sobre la procedencia de los alimentos que ingieres” (The New York Times); “Un manifiesto de buen comidista. La causa de Pollan es justa, sus reflexiones, agudas, y su prosa, imponente” (The Washington Post).
«Un cambio tan violento en los hábitos nutricionales de una cultura es sin duda indicio de un desorden alimenticio nacional. Desde luego, es algo que jamás habría ocurrido en una cultura con una tradición profundamente arraigada alrededor de la comida y los alimentos. Pero claro, una cultura así nunca necesitaría que su más augusto cuerpo legislativo deliberase acerca de los «objetivos dietéticos» de la nación o, si vamos al caso, que librase batallas políticas cada pocos años para establecer el diseño preciso de un gráfico oficial del gobierno denominado «pirámide alimentaria».
Michael Pollan es escritor, periodista y activista americano. Ocupa la cátedra Knight de Periodismo en la Universidad de California, Berkeley, donde dirige un programa centrado en el periodismo científico y medioambiental. Ha escrito un total de siete libros, dos de los cuales han sido galardonados con el premio gastronómico James Beard. Colabora desde hace tiempo con The New York Times Magazine, Netflix ha creado una serie documental basada en su libro Cocinar y en el año 2010 la revista Time lo seleccionó como una de las cien personas más influyentes del mundo.
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El dilema del omnívoro. Michael Pollan. Editorial Debate, 2016. 512 páginas. 23,90 €
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