Literatura Violeta: Fredrika Bremer, feminismo sueco en el siglo XIX
Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza
El feminismo nutre su historia gracias a textos y grandes personajes como Fredrika Bremer. La escritora y activista dedicó la mayor parte de su vida y obra a la defensa de la mujer frente al patriarcado existente.
Fredrika Bremer nació en Åbo (Turku), Finlandia, pero se mudó a Estocolmo con su familia cuando tenía tres años de edad. Creció en las afueras de Estocolmo, en la mansión Årsta. Su padre fue descrito como un tirano en su hogar. Muchos historiadores aseguran que la férrea defensa que Bremer hizo de la mujer y sus derechos tiene su base en la conflictiva relación con su padre.
En 1828 se inició como escritora, en forma anónima, ya que la literatura era considerado un ámbito inalcanzable para las mujeres. La escritora inició su andadura con una serie de novelas que se publicaron hasta 1831. Sus novelas eran historias románticas de la época y se focalizaban en mujeres en edad de casarse; eran hermosas y superficiales o poco atractivas sin esperanzas de casarse, y la narradora solía ser una mujer independiente.
Bremer quería establecer un nuevo tipo de vida familiar, una nueva construcción que no se basara en el sistema patriarcal, sino que contemplase más lugar a la mujer para desarrollar sus propios talentos y personalidades. Hacia la década de 1840, Fredrika fue construyendo una trayectoria de amplio reconocimiento. Políticamente, se adscribía al movimiento liberal, pero también tenía simpatía por el socialismo de la clase trabajadora de Inglaterra.
Su primera obra, Escenas de la vida diaria (1828), suscitó poco interés, pero La familia H. (1829) tuvo éxito inmediato. Con estas novelas Bremer introdujo en Suecia un género literario: la novela de la vida y las costumbres domésticas. Las hijas del presidente (1834) y El hogar (1839) consolidaron su fama. Sus viajes por Europa, Palestina y Estados Unidos le proporcionaron material para su Casas del Nuevo Mundo (3 vols., 1853-1854). Sus últimas novelas se ocupan de cuestiones sociales como la educación y la emancipación de las mujeres.
Su novela Hertha (1856) fue su obra más influyente. Es una novela oscura que tiene como temática principal la falta de libertad que sufrían las mujeres, e inició un debate que fue una de las bases de la nueva ley de mayoría de edad legal para las mujeres adultas solteras de Suecia en 1858. Dicho suceso fue el punto principal sobre el que nació y vivió el movimiento socialista en el país. Cuando se debatió la reforma electoral en 1862, apoyó la idea de darles a las mujeres el derecho a votar. Se dijo en los medios que sería una «vista horrible» ver mujeres ante las urnas. Ese mismo año, las mujeres mayores de edad pudieron votar en las elecciones municipales en Suecia.
Sus obras y su defensa de los derechos de las mujeres la convirtieron en una de las principales defensoras del feminismo y sufragismo en su país. Su fama se extendió por muchos otros lugares de Europa y los Estados Unidos y llevó su figura a lo más alto.
Fredrika Bremer consagró su vida a la lucha feminista hasta su muerte en 1865. Su nombre y obra quedarán siempre en el recuerdo de aquellas mujeres que siguen defendiendo la libertad y la igualdad social.