Navilandia
Por @magapola
Todos los que odian la Navidad se echan las manos a la cabeza cuando en pleno mes de noviembre las ciudades empiezan a encender las luces navideñas en las calles, a adornar los pinos (donde el tamaño parece sí importar) en las principales plazas, las tiendas adelantan las rebajas y los atascos empiezan a ser realmente épicos. ¡¡¡Pues eso no es nada!!! Invito a toda esa gente a que visite Navilandia, donde ¡todos los días es Navidad! Nada de un mes antes o dos meses. Imaginad estar en pleno 15 de julio y tener que calzarte un gorro de Papá Noël y encontrarte tu calle llena de gente haciendo corro a un coro que canta «Navidad, Navidad, dulce Navidad…».
De pesadilla, ¿no? Pues no te he contado todo lo que ocurre en Navilandia. Hay, además, las llamadas Brigadas de Amigos Juerguistas porque… sí, lo has adivinado: ¡es obligatorio pasárselo bien! Ja, ja, ja, ja… ja, ja… ja…
No es para tomárselo a risa. Tronchet ha escrito un cómic donde el enemigo no es la Navidad sino la gente a la que le gusta la Navidad, y lo hizo tan bien que ganó el Gran Premio de Humor Negro de 1998. Humor negro en unas Navidades blancas, ¿quién da más? Como bien pone en la solapa de la edición de La Cúpula: «Ha comenzado la contienda. ¡Felices Fiestas!».
Navilandia, guión y dibujos de Tronchet, editado por La Cúpula en 2015, y cuesta 18€
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