Entrevista a Caperucita/González de Vega: «La guerra de sexos no existe»
Por María de Ancos Rivera
Cuando lees el libro “De Caperucita a Loba…” o ves el espectáculo, es inevitable sentir que Marta es la amiga que necesitas para aconsejarte sobre el desbaratado mundo de las relaciones, que si tuvieras una amiga como ella… quizá lograras aprender de sus trucos y consejos para tomártelo todo con humor. Así que, después de haber disfrutado de ambas cosas (el libro y el espectáculo), no me pude resistir a la tentación de invitarla a charlar un rato y conocerla un poco mejor. Y como además de ser guionista, actriz, buena consejera, y hasta cantante… es un encanto, aceptó la invitación.
Me reuní con ella un martes antes de la función y compartimos un té en una cafetería tranquila junto al teatro.
CULTURAMAS – ¿Cómo nace esta Caperucita y en qué momento decides que tiene que convertirse en loba?
MARTA GDV – Fue creciendo dentro de mí sin darme cuenta con las experiencias que fui teniendo, según iba conociendo chicos. Me ayudó el hecho de ser guionista de humor, que siempre tienes el chip colocado en la comedia. Y de hecho, eso es lo que quiero transmitirle ahora a la gente, tanto con el libro como con el espectáculo: que se conviertan en guionistas de humor de sus propias vidas. Que se pongan ese chip a la hora de ver las cosas, porque si haces eso, que es sólo darle esa vueltita de tuerca a la cabeza, todo lo que te pasa lo empiezas a ver como si fuera un capítulo de una comedia de situación, te empiezas a reír, como digo en el espectáculo, de ti mismo; empiezas a oír las risas enlatadas en tu propia cabeza. Y ya sólo haciendo eso, ya te has convertido en loba, porque una loba es una persona de la que nadie puede reírse más fuerte que ella misma.
CULTURAMAS – Una sale de tu espectáculo dispuesta a “convertirse al humor”, como tú recomiendas, y a reírse de todas esas situaciones patéticas en las que nos vemos a veces… por amor… pero… ¿cada cuánto tiempo hace falta un recordatorio? ¿o cuánto entrenamiento es necesario para hacerse al buen hábito de esas “risas enlatadas” que debemos oír en nuestra cabeza cuando estemos a punto de hacer el ridículo? Porque tú, que has desarrollado este concienzudo estudio basado en el “ensayo-hostión” y que te presentas ante el público completa y profundamente convertida al humor… cuando te bajas del escenario ¿de verdad consigues aplicarlo siempre? ¿Ya no te han vuelto a pillar con la guardia baja?
MARTA GDV – Es verdad que es una cuestión de entrenamiento. Y yo siempre lo digo: para conseguir que llegue la risa, es detrás de mucho drama. Pero cuanto más entrenas, mejor. Yo, sinceramente, sí me he notado un cambio. Hombre, esos primeros cinco minutos de indignación profunda, o de pena profunda, los tienes. Pero lo divertido es que cuando te veas en esas situaciones, seas capaz de acordarte de lo que has visto en el espectáculo, y reírte… y cambiar el chip. Woody Allen dice que la comedia es igual a tragedia más tiempo. Todas las cosas que nos hacen sufrir, cuando ha pasado el suficiente tiempo, todos somos capaces de convertirlas en comedia. Y eso sí nos ha pasado a todos; no hace falta ser guionista de humor. Por eso lo que yo propongo es: cuanto más entrenes, menos distancia hay entre el drama y el momento en que eres capaz de convertirlo mentalmente en comedia. Así que sí es una cuestión de entrenamiento. Si fuera un don, no pasaría nunca, estaríamos en el drama para siempre y cuando nos acordáramos 15 años después volveríamos a llorar. Pero nuestro propio cuerpo, nuestro cerebro y el tiempo, lo solucionan. Entonces, con un mayor entrenamiento, esos tiempos se reducen un montón.
CULTURAMAS – ¿El proyecto comenzó ya con la idea de este espectáculo en la cabeza… o en principio fue el libro y lo demás fue llegando después? Porque no sólo el texto es tuyo, sino que tú misma has montado y dirigido este espectáculo.
MARTA GDV – Ya era un poco un todo desde el comienzo. Porque como yo soy actriz, siempre todo lo que hago lo visualizo luego interpretado. Sí que es verdad que era la primera vez que sentía las ganas de que fuera un libro; es mi primer libro en solitario. Tengo libros con El Club de la Comedia, pero es otra historia, son publicaciones del programa. Y esto podía haberlo pensado directamente como guión, que es lo mío, yo soy guionista, o como una obra de teatro. Pero sí que para mí era un libro. Me apetecía mucho que la gente lo pudiera tener recogido en algún sitio. Me apetecía establecer esa comunicación de autor a lector, que es mucho más íntima, más personal. Lo que yo sentía era vocación de poder ayudar, o entretener al menos, a un montón de mujeres que no eran mis amigas y a las que de otro modo no podría acceder. Hacer que se sintieran acompañadas e identificadas con otras mujeres. Por eso cuando alguien me dice que lo he conseguido me da muchísima alegría. Quería estar allí con ellas. Porque cuando lees un libro de un autor que te gusta, es como si estuviera allí contigo. A mí me ha pasado. Para mí eso era súper importante. Y surgió por eso, porque yo daba muchos consejos a mis amigas. Me preguntabas si realmente sirven estas cosas para la práctica o si es sólo unas risas para el espectáculo y ya está. Yo veía que esos consejos a mis amigas les servían y les abrían horizontes que las calmaban de verdad en un momento de drama. Eso fue lo que me animó: si funciona de verdad, vamos a extenderlo.
CULTURAMAS – Punset y sus teorías hacen un poco de hilo conductor en toda esta terapia para convertirse de caperucita en loba. Él ha sido entonces para ti uno de esos autores que estaba en su casa compartiendo sus pensamientos contigo, como luego tú has entrado en las casas de todas tus caperucitas lectoras (y convertibles en lobas).
MARTA GDV – Sí. Es muy curioso porque cuanto más analizaba yo las emociones, más me empecé a interesar por lo que pasa en nuestro cerebro. Empecé a leer los libros de Punset y me parecieron interesantísimos porque te acercan a cosas que normalmente no controlas. Luego cuando nos hemos conocido, a raíz de publicar el libro, nos hicimos amigos porque él tiene muchísimo sentido del humor. Y me explicaba que le hacía mucha ilusión porque mi espectáculo y mi libro son la prueba de que ha conseguido lo que él quería, que era llegar a todo el mundo. Que realmente lo que él había podido aprender de ciencia en todos estos años sirviera para hacer más felices a las personas; no para que tuvieran conocimientos técnicos, sino para que los pudieran aplicar. Y a mí me abría los ojos en muchas cosas. Y lo que luego yo añadí con respecto a lo que aprendía de él es el giro de asociarlo a ejemplos prácticos. A mí me ha ayudado muchísimo. Y luego yo he intentado ayudar también a mi vez en la medida de lo posible añadiéndole humor y ejemplos de la vida cotidiana.
CULTURAMAS – ¿A él le ha gustado entonces?
MARTA GDV – Sí. Yo no lo conocía de nada. Llevaba mucho tiempo preparando el libro, subrayando… y entonces cuando ya lo tenía publicado, busqué el teléfono de su secretaria y le escribí así un poco cortada porque yo no soy nadie, no soy famosa ni nada. Y le dije: “He publicado un libro con Planeta que es un auténtico homenaje a la figura de Punset y a lo mejor le hace gracia leerlo, es un libro de humor…”. Yo no sabía muy bien lo que me iba a encontrar porque yo no le conocía e igual le parecía fatal que hiciera humor de estas cosas. Y su secretaria, que se llama Esther, fue encantadora y me dijo que me concertaba una cita con él para que se lo diera en persona. Yo ni me lo esperaba; llevaba tanto tiempo a solas con Punset en mi cabeza… porque en el libro y en el espectáculo él es como una auténtica aparición; yo hablo con él realmente como mi gurú. Entonces de repente estar de verdad frente a él y entregarle el libro fue maravilloso. Y ha resultado ser una persona entrañable y con muchísimo sentido del humor. Le gustó mucho el libro, vino a la presentación del libro en Madrid el año pasado, y la semana pasada vino a ver el espectáculo y me dijo que le había gustado mucho. Hemos quedado la semana que viene para que me cuente con más calma.
CULTURAMAS – En la obra cuentas con el aderezo de unos cuantos cameos muy divertidos… Imagino que después de tantos años en el mundo del humor, son muchos los colegas y amigos que estarían encantados de participar en tu Caperucita. Pero… ¿ha habido alguno que te habría gustado y te has quedado con las ganas?
MARTA GDV – Pues mira, la verdad es que no. He tenido muchísima suerte. En realidad una de las cosas más satisfactorias del proceso ha sido ver cómo todos mis compañeros de profesión y amigos se han volcado. Pero a todos los niveles, no sólo con los cameos. Uno que me ofrecía su estudio para que hiciera las grabaciones, otro que me llevaba adonde fuera para traer una cama… Ver de repente a todo el mundo así volcado contigo es maravilloso. Y he tenido la suerte de que tengo amigos que son lo primerito de la profesión, así que tengo unos cameos estupendos. Los seis chicos que me saco de la cesta son todos fenomenales. Lo único es que me habría quedado con mucha pena si… bueno, no, pero no quiero hacer spoilers. Así que nada, no. Tengo todo lo que quería.
CULTURAMAS – Por último, de primeras parece que las mujeres lo tienen fácil sólo con el título para animarse a ir a ver la obra. De hecho, yo salí diciendo que iba a repetir para llevar a mis amigas. Me parece un plan perfecto para echarse unas risas con amigas. Pero de verdad creo que los hombres también pueden echarse unas buenas carcajadas. ¿Qué les dirías para que se animaran?
MARTA GDV – Yo, de hecho, insisto mucho en las promos, y en el propio espectáculo al principio digo que creo que la guerra de sexos, a niveles de pareja, no existe. Existen peculiaridades de cada sexo, pero cuando nos enamoramos nos comportamos todos iguales. Y los hombres, y me lo han dicho muchos amigos, se sienten muy identificados en las situaciones que cuento desde el lado de la chica. Ellos se han sentido la chica muchas veces, porque cuando estamos enamorados todos nos comportamos igual. Y nosotras nos pillamos enseguida, pero a ellos, como les cuesta más, el día que se pillan son una tía elevada a la enésima potencia. Así que, primero, sí que se van a ver súper reflejados. Yo he hablado con cantidad de amigos y les pasan las mismas cosas: la misma angustia ante los mensajes de whatsapp… todo igual. Pero luego, encima, van a conocer un montón de secretos de la mente femenina que no conocían y que eso es muy práctico luego para ligar y para manejarse.
CULTURAMAS – Habrá que animarles a que vayan entonces… por el bien común.
[Autor de las fotografías: Jaime Chinarro]
Pequeño Teatro Gran Vía. Martes a las 20,30 hasta el 10 de enero de 2017.
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