«El pequeño poni»: el acoso escolar en un impecable thriller
Por Horacio Otheguy Riveira
Todo empieza con un sencillo juego de comedia sentimental, pero la atmósfera se espesa en el salón de un piso como tantos que, sin embargo, parece un búnker, una rara urna, una extraña sala de interrogatorios… En medio de todo: el dramático devenir de un niño acosado en el colegio, y dos actores como María Adánez y Roberto Enríquez, esta vez muy comprometidos con un doble y complicado propósito: sacar adelante el difícil arte de ser padres a través del laborioso arte del teatro. Magnífico resultado con un niño fuera de escena, eje del conflicto.
Bajo la exquisita producción de Celestino Aranda (célebre responsable de las puestas en escena del maestro Miguel Narros), un equipo de profesionales con mucha experiencia ha puesto en pie la última función del binomio formado por el autor Paco Bezerra y el director Luis Luque. Nada escapa a la armonía de un tinglado enormemente difícil de representar porque carcome el corazón de nuestra sociedad, y sin embargo, la tragedia del acoso y derribo de un niño de 10 años y su «Pequeño poni» logra la inquietante serenidad de una obra de arte con lenguaje propio.
El texto de Paco Bezerra es tan minimalista como suele gustarle, hasta ahora con muy poca fortuna (Grooming, El señor Ye ama los dragones). Esta vez logra que todo el conjunto escénico desarrolle sus ideas y dé mayor relieve a unos diálogos de gran riqueza porque permiten un crecimiento dramático en una atmósfera de notable tensión. Se consigue un ensamble de óptimo calado. Los padres viven diversas rutinas, y cuanto se mencionan lo hacen por primera vez, de manera que sus mutuas revelaciones son las del espectador mientras detrás de las grises paredes que a ratos parecen las de una cárcel, se desarrolla la angustiosa existencia de su hijo.
La música de Luis Miguel Cobo crea un ambiente característico de cine negro, que desarrolla con precisión la puesta en escena de Luis Luque, facilitando un discurrir turbador, siempre con creciente interés visual por parte de los actores; se suma con poética delicadeza el diseño audiovisual de Álvaro Luna/Juan José Cañadas, todo lo cual se produce dentro del espacio ideado por la escenógrafa Mónica Boromello bajo los juegos de luces y penumbras de Juan Gómez-Cornejo.
Con una dinámica escénica de espléndido funcionamiento, que soslaya los muchos peligros del abordaje de este tema, se desliza sin estridencias un mundo sórdido que sale para buscar la luz juntamente con el espectador, a quien se invita a pensar, padecer y volver a pensar sobre un drama que día a día crece mundialmente.
En el centro: un matrimonio que oscila entre el melodrama dulce de tantas comedias con matrimonios enfrentados y la desgarradora conmoción al descubrir que ninguno de los dos ha sido sincero. María Adánez y Roberto Enríquez consolidan un duelo en el que no sólo encaran situaciones nuevas en sus carreras, sino que se desenvuelven como si, función a función, también experimentaran las impactantes situaciones de sus personajes.
Dirección: Luis Luque
Ayudantes de dirección: Hugo Nieto, Álvaro Lizarrondo
Vestuario: Almudena Rodríguez
Música: Luis Miguel Cobo
Diseño de videoescena: Álvaro Luna
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Escenografía: Mónica Boromello
Sonido/Videoescena: Juan José Cañadas
Cosmética y maquillaje: AVÈNE
Dirección técnica: Antonio Regalado
Productor: Celestino Aranda
Producciones Faraute. Compañía Miguel Narros
Teatro Bellas Artes. Del 17 de agosto al 16 de octubre de 2016.
Coloquio especial el 21 de septiembre tras la función que empieza a las 20,30 horas:
Coincidiendo con la vuelta a la actividad escolar y teniendo en cuenta que el tema está de total actualidad, el equipo artístico de la obra, celebrará un coloquio en el que se abordará la problemática del acoso escolar y en el que contaremos con la presencia de la Asociación Madrileña Contra el Acoso Escolar (AMACAE); la Fundación ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo; y el Centro de Trabajo Psicoanalítico (CEPYP UNO). También participarán alumnos y profesores de distintos centros de secundaria.
Participarán en el coloquio de forma voluntaria todos los espectadores que hayan acudido a ver la representación. Los alumnos que vengan en grupo tendrán un 50% de descuento en la entrada y el docente que les acompañe estará invitado. Los alumnos que decidan ir de forma individual tendrán un 25% de descuento indicando en taquilla a qué centro escolar pertenecen.
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