El cine de Dario Argento, el maestro del terror italiano
Por Pilar R. Laguna.
El Maestro Giallo, el Hitchcock italiano, el incombustible. Dario Argento vuelve poco a poco a los titulares. ¿La razón? Una filmografía tan especial no podría pasar desapercibida para el resto de autores, y este año hemos podido ver en Cannes una gran influencia del autor en la obra de Nicolas Winding Refn en The Neon Demon (2016) además de escuchar noticias sobre el inminente remake de su obra más inspiradora, Suspiria (1977) cuyo reparto comienza a tomar forma bajo la dirección de Luca Guadagnino.
Al centrarnos en los años 70 el nombre del italiano sale a la luz como parte indispensable de la historia del cine de terror, no por su influencia en el desarrollo futuro del género (que también), sino por su naturaleza extraordinaria. En aquella década surge en Italia el Cine Giallo, o cine amarillo, cuyo nombre se debe al color amarillo de las tapas de las novelas policiacas italianas de los años 30.
Una mezcla entre thriller y película de terror en la que el acento se pone en la ejecución de los crímenes y los eventos se suceden de una manera ciertamente inverosímil y fantástica, pues la gran estrella en este tipo de cine no es la credibilidad sino la fluidez de la historia (de ahí lo de “Hitchcock italiano”) y el estilismo en la presentación de la misma. Aunque creado en primera instancia por el director Mario Bava, fue el romano Dario Argento quien popularizó dicho género y lo extendió más allá de las fronteras italianas.
Argento dio una vuelta de rosca al cine de terror por su capacidad para crear atmósferas. El italiano no solo se dedicó a dar fama mundial a su giallo patrio, sino que desarrolló un estilo único dentro del cine del género gracias a su uso del color y la música. En rara ocasión habríamos visto una película de miedo iluminada con vivos colores, encargados de crear distintos estados de ánimo en el espectador. Ahora, sin embargo, podemos seguir el rastro del genio giallo y su iluminación hasta la obra de Nicolas Winding Refn con películas como Drive (2011) y especialmente en su película más reciente, The Neon Demon (2016).
En rara ocasión nos habíamos topado también con un director que utilizase música compuesta por una banda de rock progresivo, además de sendas colaboraciones con el maestro Ennio Morricone. Los italianos Goblin fueron los encargados de componer para la gran mayoría de las películas del director, siendo su segunda opción después de que los ingleses Pink Floyd se negaran a crear la banda sonora de la que se considera su mayor obra, Profondo Rosso (1975). Quizás fue cosa del destino, o de la mala experiencia que los Pink Floyd habían tenido con el también italiano Michelangelo Antonioni y su Zabriskie Point (1970), pero gracias a esta colaboración con Goblin comienza una etapa de oro en el cine del romano.
Con el estreno de Suspiria (1977), Inferno (1980) y Phenomena (1986) la carrera de Argento encuentra una consistencia especial a nivel artístico. Sus películas son fácilmente reconocibles. La iluminación en color rojo, azul, verde y amarillo, el protagonismo de las estructuras arquitectónicas y los estampados, y el uso de una música que definitivamente no esperaríamos en una película de miedo, nos hacen caer en la cuenta de que estamos ante una obra del inigualable. Comienza aquí también una etapa en la que el espiritismo toma relevancia por encima de la acción policiaca, aunque esta sería retomada eventualmente en películas como Tenebrae (1982) o La Sindrome di Stendhal (1996)
Con el tiempo Argento se alejó paulatinamente del estilo de iluminación que le hizo un referente. El favor de la crítica hacia sus películas es cada vez menor, y es que algunos dicen que ha pasado de la originalidad a la impetuosa necesidad de autoplagiarse. Desde el año 2000 su cine ha sufrido un “bajón” considerable, aunque nunca diremos nunca con Argento, que sigue al pie del cañón buscando fecha para grabar su película con Iggy Pop. Actualmente jurado en el Locarno Film Festival, el director se trata de una rara avis que sigue siendo hoy un referente para realizadores y amantes del cine de terror.
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