John Waters relanza una versión restaurada de su clásico “Multiple Maniacs”
Por Álex Martínez.
Los fans del cineasta John Waters están de suerte. El americano está a punto de relanzar una versión restaurada de su segundo largometraje, Multiple Maniacs (1970), dispuesto a conmocionar a toda una nueva generación. Y todo ello después de que la cinta estuviese descatalogada y pasase varias décadas encerrada en un armario. Literalmente.
Todo ha sido posible gracias a la labor de la compañía distribuidora Janus Films y a The Criterion Collection, la célebre empresa de distribución de vídeo doméstico que licencia y realiza las mejores restauraciones de diversos clásicos. Gracias a ambos, los seguidores del universo Waters podrán disfrutar de una de sus películas más desconocidas. Es más, además de supervisar la restauración de la peli, The Criterion lanzará también en breve la versión restaurada en dvd.
Todo surgió en la Gran Manzana. Allí tenía lugar en 2014 una muestra retrospectiva que celebraba los cincuenta años de carrera de Waters, y que fue albergada en el Lincoln Center de Nueva York. Los organizadores decidieron proyectar Multiple Maniacs. “Era una vieja destartalada copia con los empalmes rotos, se podía ver derritiéndose en la pantalla”, recuerda su director al portal IndieWire.
Varios responsables de las citadas distribuidoras acudieron a la proyección de la película. Acto seguido, se pusieron en contacto con Waters, de setenta años, y le hicieron la propuesta. Primero le preguntaron si quería mantener la película tal y como estaba, con todos los errores que en ella hay. Waters pensó que le estaban tomando el pelo y les explicó que nunca fue su intención que la película quedase tan mal como quedó en su día, desde el punto de vista técnico. “No quiero que las marcas de corte y empalme se muestren. Se empalmó con una empalmadora caliente, por lo que podías ver cada empalme. No quiero la basura ahí. Va a tener un formato de 1:66 ahora”, explica orgulloso. Tras ver el resultado de la nueva versión digitalmente restaurada del clásico de culto, Waters quedó encantado y celebró que “por fin, se ve como una mala película de John Cassavetes”. Así, resucita uno de sus primeros trabajos, toda una parodia de las películas de cine gore.
Pero, ¿cómo nace Multiple Maniacs? Para aquellos que lo desconozcan, la película fue rodada en otoño de 1969, en Baltimore –como todos los trabajos del controvertido cineasta–. Por aquel entonces, Waters contaba apenas con 22 años, aunque ya había rodado varios cortos y la muda Mondo Trasho, su primer largometraje. Para hacer realidad la película tuvo que pedir prestados a sus padres cinco mil dólares. Una vez conseguido el dinero, que con el tiempo acabaría devolviéndoles, se puso manos a la obra. Rodada en blanco y negro, era su primera película grabada con sonido sincronizado y hecha empleando película diapositiva de Kodak. Consiguió estrenarla en 1970, en una iglesia unitaria de su Baltimore natal, pero eso no impidió que los censores de Maryland se pusieran hechos una furia con el resultado. De hecho, la prohibieron, aunque un juez anuló su decisión, muy a su pesar. Como el propio Waters recordaba en una reciente entrevista: “Me dijo: ‘Mis ojos fueron insultados durante noventa minutos, pero no es ilegal’”.
“Yo alquilaba un teatro de arte y repartía folletos en la calle. Si nadie venía, les debería una fortuna, pero nosotros siempre agotábamos”, apunta el rey del cine trash, en referencia a su modo artesanal de distribución. Así, guardaba las copias en el maletero de su coche y, junto a su amigo Divine, hacía kilómetros con la ilusión de dar a conocer su obra. Una obra curiosa, que narra las peripecias de un show itinerante que lleva por nombre “La cabalgata de las perversiones de Lady Divine”. Se trata de un circo liderado por Divine y secundado por un grupo de psicópatas y depravados, que se dedican a atraer a su tienda de campaña a inocentes y confiados espectadores que acaban siendo robados y asesinados por Divine.
A lo largo de sus noventa minutos de duración, Divine es violada y recibe la visita del Niño Jesús de Praga. Este la lleva a una iglesia, en cuyo interior le espera Mink Stole que, en un momento determinado, acaba utilizando un rosario a modo de juguete erótico con la visitante. Allí mismo, en un banco del templo. Sin anestesia ni nada. Y lo más curioso es que la escena fue rodada en una iglesia verdadera. “Alguien conocía al cura y le preguntó si podíamos rodar allí. No le dijimos el qué. Mi amigo, que era un hippie y un activista político, fue allí dentro y habló con el cura sobre Vietnam y esas cosas, mientras nosotros rodábamos la escena. El sacerdote vino luego a la premier. Me sentí muy mal por él porque estaba a punto de llorar. A día de hoy nunca he dicho dónde está esa iglesia”, comenta Waters.
Por si esto fuera poco, hacia el final de la película Divine es violada de nuevo, esta vez por una langosta gigante llamada Lobstora, obra del diseñador de producción Vincent Peranio, y se termina de volver loca. “En cierto modo, eso le condujo a ser el monstruo que siempre quiso ser. Divine era realmente mi Godzilla particular en esta película. Y todo el mundo apoya a Godzilla, ¿no? La Guardia Nacional lo mata en un final muy tradicional para una película de monstruos”, cuenta Waters en una de las muchas entrevistas promocionales que ha dado en las últimas semanas.
Y es que Divine siempre demostró ser un gran profesional. Cualquiera no estaría dispuesto a comerse, en una escena de la película, un verdadero y rancio corazón de vaca que John había conseguido en una carnicería y refrigerado dos días antes. La antesala de la caca de perro que también se atrevería a comerse poco después, en su archiconocida Pink Flamingos, pero eso ya es harina de otro costal.
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