Las nuevas faltas de ortografía

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Todos —o casi todos— nos esforzamos por escribir bien o, al menos, lo mejor que podemos. Intentamos no poner burro con v, que el sujeto y el verbo concuerden y algunas cosas más.

Sin embargo, no estamos exentos de caer en modas o en que, simplemente, por la naturaleza viva del lenguaje, nos acostumbremos a escuchar o leer una serie de palabras, expresiones o barbaridades y que nos acaben pareciendo normales.

Vamos subsanando unas, pero surgen otras. Por eso, como escritores, tenemos que intentar estar alerta, porque, creedme, nadie está a salvo. ¿Cuáles son los nuevos errores que cometemos, ya sean ortográficos, gramaticales o simplemente de sentido?

Aquí algunos de los más sorprendentes y habituales:

Sobretodo. Así, todo junto. No es que esté mal, sino que el sobretodo es una prenda. «Prenda de vestir ancha, larga y con mangas, en general más ligera que el gabán, que se lleva sobre el traje ordinario». Y ahora está empezando a utilizarse esta palabra para sustituir a sobre todo. Tal vez con el tiempo la RAE lo admita, como sucedió con aunque. Habrá que esperar, pero, mientras tanto, escribámoslo de la forma adecuada.

Clima. «Hoy hace muy mal clima». Lo dudo. Hoy hace muy buen tiempo. Cuando nos referimos a condiciones atmosféricas, y no de ambiente, clima es el «conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región». El clima es el mismo todo el año. Lo que cambia es el tiempo.

Bizarro. En esta tengo el corazón dividido. Es más que habitual emplear este adjetivo para referirse a algo extraño. Es muy habitual en francés la expresión «c’est bizarre» cuando algo es raro. Pero en castellano no significa eso. Es «valiente, generoso, lúcido, espléndido». Así que a lo mejor estás utilizando bizarro para referirte a una rareza negativa y, sin querer, le estás haciendo un cumplido a tu enemigo.

La verdad es que con la extensión del uso de este significado, yo abogo por que se incluya ya esta acepción en el diccionario.

Entre más… de los creadores de «contra más» y «contri más» llega esta novedosa invención que no suena tal mal como las anteriores, pero sigue estando mal. «Cuanto más» es la expresión adecuada. Las demás están catalogadas como horrores por el Instituto Cervantes.

Mi primer novela. Que digo yo que si novela es femenino, será «mi primera novela». Primer para masculino, primera para femenino. No sé, no lo veo muy complicado…

Mítico. Evidentemente no voy a decir que esta palabra esté mal, pero últimamente la estamos utilizando en lugar de «típico». Aunque en algunos momentos lo típico también pueda ser mítico, conviene asegurarse de que estamos siendo precisos con la palabra que seleccionamos.

Les. Cuando queremos decir «los». El leísmo está admitido para primera persona del masculino singular, cuando se refiere a una persona. Pero no cuando es plural. «Le vi por el centro» y «Lo vi por el centro». Pero no «les vi por el centro», sino «los vi por el centro».

Deber de. Hasta hace no mucho deber + verbo era una perífrasis que indicaba obligación y deber de + verbo se empleaba para indicar probabilidad («debo marcharme ya, porque deben de ser más de las doce»). Así, era habitual cometer el error de utilizar deber + verbo con el sentido de probabilidad y no de obligación («debo marcharme ya»). Pero hace ya un tiempo que la RAE ha incorporado, debido al uso, el sentido de probabilidad a deber + verbo (con lo que podríamos decir indistintamente «deben ser las doce» y «deben de ser las doce»). Y como parece que nos gusta llevar la contraria, ahora prolifera el uso de deber de + verbo como obligación («debo de marcharme»). Es decir, el error contrario. Esto último sigue siendo incorrecto. Son ganas de alargar las frases, tal vez para hacer tiempo para pensar en qué es lo siguiente que vamos a decir o a escribir.

Poner todo en mayúsculas. Responsabilidad Corporativa, Hoja de Ruta, Nuestra Compañía, Presidente, Sus Majestades… que no: el castellano es un idioma minusculizador, por lo que tenemos que ir con cuidado de no creernos que lo nuestro merece mayúsculas solamente porque nos parece guay. De LoS QuE EsCrIbEn AlTeRnAnDo MaYúsCuLaS y MiNúScUlAs prefiero no hablar —lo que cuesta escribir así,  ¿por qué lo harán?—.

Como es francamente complicado saber absolutamente todas las excepciones y detectar todos los errores que puede haber en nuestra lengua, voy a proponer algo revolucionario para mejorar nuestra escritura:

Pongámonos a leer. Que algo se nos quedará :).

 

Covadonga González-Pola

www.talleresliterariosonline.com

@CovaTLO

2 thoughts on “Las nuevas faltas de ortografía

  • el 11 octubre, 2016 a las 2:08 am
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    una vez vi escribe esto en un quiosco.

    sinta de siba

    ¿Entienden que ofrecian a la venta?

    Respuesta

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