«Los temporales»: un ejercicio de investigación teatral con muchos alicientes
Por Horacio Otheguy Riveira
Dentro del ciclo «Escritos en la escena» del Centro Dramático Nacional se representa en la sala pequeña del María Guerrero «Los temporales». Actores, autora, director y equipo de producción: todos profesionales con importante trayectoria que se ponen a investigar sobre sí mismos y la realidad para conjugar tendencias y reflexiones emocionales y escénicas. ¡Una auténtica maravilla que exista en Madrid esta posibilidad de gran acercamiento de los espectadores a una intimidad de valiosa gente de teatro! Por sólo 10 euros la entrada, esta es la última semana: el domingo 19 se acaba. Es una pena que dure tan poco tiempo, ya que el resultado es una función que hay que ver para descubrir a intérpretes de distintas generaciones confabulados en un ferviente busca y captura de experiencias que a todos nos atañen. Realismo, alta comedia, fina ironía, drama psicológico y final sorprendente que reinventa la alegría.
La sordidez de la antecrisis, crisis y poscrisis (nos olvidamos que los trabajos temporales empezaron en la era de Felipe González) se enfrasca en una oficina de ETT donde sus empleados apenas tienen vida propia, entre la desesperación de sus propias vidas limitadas a un trabajo necesario que detestan y la imperiosa necesidad de los parados que van allí a encontrar una salida, a menudo pagando una cuota. Pero esta representación es un show en el literal sentido musical, desvergonzado y fascinante de un cabaret, ya que las líneas de sus personajes, sus confesiones personales (todos tienen su oportunidad confesional) y la dinámica de la puesta en escena, permiten el desarrollo fluido de unos diálogos chispeantes por los que el sentido del humor se entrelaza con la necesidad de risas relajantes en el propio espectador, fácilmente identificado con ellos.
Esto se da muy bien porque en este contexto de «Laboratorio de teatro» se cuenta con actores de riquísima experiencia y amplia formación, todos capaces de una notable ductilidad.
A David Boceta le toca el papel más antipático, pero aun así tiene un «dueto» muy intenso con Lorena López de amor y recriminaciones, de besos con bofetada sonora. A él le conozco muy bien desde sus primeros pasos en la Joven Compañía de Teatro Clásico con un inolvidable Lope de Vega (Las bizarrías de Belisa), pero a Lorena nunca la había visto. Tiene una espléndida carrera también como bailarina y en general en el espectáculo valenciano como Mamen García, quien nos regaló una impactante interpretación en el último Tío Vania de Chejov, según Carles Alfaro. Aquí es un alma mater del grupo por su sentido del humor y su singular manera de hallar expresividad en el drama lacerante para convertirlo en un número musical completamente inesperado y maravillosamente bien logrado, en el que cuenta con dos boys superdotados, arte y parodia de los chicos de las antiguas revistas de Celia Gámez, un juego al que se prestan el gran Carlos Heredia (que en esta ocasión reprime brillantemente su vena cómica) y el benjamín de la compañía, Nacho Sánchez.
En definitiva, un espectáculo que no hay que perderse. Una experiencia donde se produce un romance muy atractivo entre el día a día y el teatro que intenta romper fronteras y conspirar hacia el devenir de un mundo nuevo donde la honestidad de los personajes y los artistas sea también la honestidad de cada espectador.
Ante el dolor, la frustración, la amargura que nos genera un sistema de vida contrario a toda lógica humanista, mientras el país se hunde en la mayor de las miserias… siempre nos queda nuestra propia capacidad de ensueño y avidez de cambio. De momento, y según estos Temporales, es un asunto individual, solitario, sin colectivo que lo aúpe. Pero como a la vuelta de la esquina hay elecciones, quizás, tal vez, a lo mejor… la soledad de estos personajes abandonados a su suerte encuentren una canción que los redima y sobre todo les una a otros con la misma ansiedad por hallar un camino nuevo…
LOS TEMPORALES
Escritos en la escena.
Un trabajo de investigación dramatúrgica del Laboratorio Rivas Cherif
Autora: Lucía Carballal
Director: Víctor Sánchez Rodríguez
Ayudante de dirección: Carlos Amador
Reparto (por orden alfabético): David Boceta, Mamen García, Carlos Heredia, Lorena López, Nacho Sánchez
Escenografía: Mireia Vila
Arreglos musicales: Víctor Lucas
Producción: Centro Dramático Nacional
Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero. Del 8 al 19 de junio de 2016.
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