“El último gato birmano”, nuevo trabajo de Rosa Moya
«Uno de los defectos de Charlie era precisamente su carácter impulsivo. En más de una ocasión, si hubiera hecho el esfuerzo de reflexionar unos minutos antes de contestar o actuar, se habría ahorrado algún que otro problema. Pero contenerse le costaba tanto, que cuando alguna vez lo intentaba se ponía rojo y rojo, y más rojo. También cuando se avergonzaba. Su madre, en cambio, se ponía rosa. La herencia genética tenía mucho que ver en aquel sentido».
Actualidad editorial:
Llega a las librerías El último gato birmano (Editorial Bambú), la primera novela juvenil de Rosa Moya, quien se ha inspirado para escribirla en sus felinos y en un fascinante viaje a Tailandia en el que, gracias al azar, logró cruzar la frontera con Birmania. Viajes, magia, toques de suspense, ambientes y lugares diferentes y unos personajes atractivos y empáticos son la receta clave de la novela, una historia con toques orientales que invita positivamente a la reflexión del lector.
«–De acuerdo. –Mary tomó aire y soltó de carrerilla:– En primer lugar, nadie va a creerse que la señora Margaret tenga secuestrado a un gato. Incluso a mí me cuesta trabajo creerlo, pero te creo, ¡claro que te creo! En segundo lugar, para que todo el mundo te crea, hay que dar con el gato, y si el gato está en casa de la señora Margaret, pues habrá que entrar en casa de la señora Margaret».
La vida de Charlie Parker ha dado un giro importante desde que un gato llegó al londinense barrio de Westminster donde vive. Desde hace tres meses Charlie no puede dormir: los maullidos quejumbrosos de un gato le mantienen en vela. Por su culpa, no rinde lo suficiente en el colegio y no podrá competir en el próximo campeonato de kárate. Por si esto fuera poco, el médico ha diagnosticado que padece una manifiesta obsesión por los gatos y prohíbe que tenga una mascota en casa. Al parecer, el único que oye al animal es él. Sin embargo, Charlie se propone encontrar al gato de sus desvelos como sea, y cuando esto sucede… El muchacho emprende una aventura que arranca en Londres y vuela hasta Birmania, donde el monje del monasterio del que ha desaparecido el pequeño Hsaya le explica el poder de estos animales.
«A miles de kilómetros de distancia, los monjes del retirado monasterio de Mandalay, escondido en medio de una densa vegetación entre las montañas, daban la bienvenida al nuevo día entonando cánticos y alabanzas a Buda. El murmullo de sus rezos y el olor a incienso llenaban las paredes de aquella austera y abierta construcción de madera de teca, presidida por la imponente figura de Buda al fondo».
En una reciente entrevista, la autora comentaba que Charlie, su protagonista, “es un pequeño héroe cercano a todos nosotros: es noble, impulsivo, ágil como un felino y siente compasión por los débiles, pero también es sensible con lo que le rodea, acepta lo que le toca y decide proyectarse hacia delante”. También declaró que su inspiración vino de una visita a Birmania: “Un viaje exótico y enriquecedor en el que tomé muchas notas mentales y escritas que me sirvieron para ambientar la novela. En aquellas tierras el budismo lo domina todo y da sentido a todo; importarlo al terco Occidente ha sido un poco laborioso, pero muy gratificante”.
Rosa Moya se licenció en Filología Española más por la pasión que sentía por la lengua y la literatura que por las opciones laborales que pudiera brindarle la carrera. Sin embargo, gracias a esta empezó a trabajar en el sector editorial en 1996 y desde entonces permanece en él como editora, el mejor trabajo del mundo a su entender. Pero también ha creado proyectos como El libro de los sentimientos para niños y Las parábolas de Jesús, con autores e ilustradores que, como ella, comparten la misma pasión por los libros. Amiga de los personajes mágicos, escribe El Ratoncito Pérez salva a los duendes azules, El mundo mágico de las sirenas y Una fabulosa aventura de piratas, y, como lectora apasionada de Mark Twain, Arthur Conan Doyle y Edgar Allan Poe, adapta Las aventuras de Tom Sawyer, Sherlock Holmes y el caso de la joya azul, y Chevalier Auguste Dupin y la carta robada, que llegan a publicarse en otros idiomas.
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El último gato birmano. Rosa Moya. Editorial Bambú, 2016. 248 páginas.
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