Ensayos de poliamor
Por Beatriz Cobo
“Una noche como aquella” tres amigos de toda la vida especulan con la idea de qué ocurriría si se fueran todos juntos a la cama. Una noche —como ésta o como aquélla— el juego se va enredando hasta que esa fantasía se hace realidad. Pocas escenas después, la chica y los dos chicos deciden irse a vivir juntos y compartir piso. A partir de ahí, surgirán entusiasmos, recelos, dudas, desacuerdos, y algunas preguntas clave: ¿cuál es el hueco que ocupa cada cual?, ¿y si salimos del armario?, ¿podemos ser amigos después de esto…?
El primer aplauso debe ser para felicitar un año cumplido en cartel, todo un hito para una compañía pequeña, en una sala modesta del circuito off madrileño como Nave 73, que lleva apenas tres años en funcionamiento. El equipo ofreció el pasado 4 de junio una función conmemorativa de su primer cumpleaños, con la participación de las dos triejas de actores, alguna sorpresa-guiño en el guión, y una fiesta posterior a la representación. Sin duda fue una función especial: por la euforia del logro conseguido, por la condensación de energías de todos los participantes en el proyecto, y por la receptividad del público.
El éxito obtenido va a más: septiembre en el Teatro Lara los jueves y en Nave 73 los sábados.
Varios artículos aparecidos en prensa recientemente analizaban el poliamor como fenómeno/tendencia sexual en la sociedad contemporánea, y acuñaban el término trieja para denominar aquellas relaciones de amor a tres bandas donde no caben las “medias naranjas”. El amor de tu vida. El amor de tu vida, en realidad no es más que el amor de este momento de tu vida, y dado que el amor se multiplica cuanto más se da, ¿por qué no admitir que puede haber variantes a la pareja tradicional, o que en una relación caben más de dos?
Con esta insólita temática, unos personajes con los que resulta fácil identificarse —porque podrían ser cualquiera de nosotros—, y un lenguaje muy coloquial, la función muestra los efectos de dejarse llevar por las emociones sin previsión y sin saber qué se debe esperar. El texto no profundiza demasiado en la complejidad de estas relaciones, lo cual se echa de menos; propone una reflexión, pero prima el tono ligero de la comedia.
Patricia, Marcos y Juanlu —o lo que es lo mismo, Nahia Laíz (encantadora su chispa y su franqueza en escena), Nacho López (acertado en su rol del “desapegado tierno”), y Nacho Redondo (responsable a su vez del texto, y de la interpretación de los gags más divertidos)—, convierten al público en voyeurs de su historia de amor y humor desenfadado.
Hay además una presencia misteriosa: Ana Pi es «la chica del parque», testigo cómplice a la que los protagonistas le van contando sus sentires, que ella vuelca en canciones a guitarra y voz hilando el devenir del trío.
Montaje sencillo en lo formal, sin grandes pretensiones; un divertimento liberador de prejuicios que anima a disfrutar del momento presente y logra hacer pasar un buen rato. Una golosina picante para refrescar las noches del inicio del verano.
Una noche como aquella
Texto: Nacho Redondo
Dirección: Chos
Intérpretes: Nahia Laíz /Esther Acebo, Nacho López /Jorge Páez, Nacho Redondo/ Rikar Gil
Música: Ana Pi