«Aguacero», el debut en la novela negra de Luis Roso
Un pequeño pueblo perdido en la montaña. Cuatro crímenes en la España de los años cincuenta. Un lugar donde todos guardan secretos.
El joven escritor cacereño Luis Roso debuta en el panorama narrativo con Aguacero (Ediciones B) una novela negra enmarcada en la España rural de los años cincuenta. Siguiendo las palabras del propio autor: Aguacero es una novela oscura y luminosa a la vez. La ironía y la personalidad de algunos protagonistas, aportan la necesaria luminosidad para contrarrestar el ambiente opresivo de la sociedad del momento. El humor también está patente en algunos diálogos llenos de ironía.
Madrid, enero de 1955. La Guerra Civil va quedando atrás, pero sus efectos perduran. Ernesto Trevejo es un inspector de primera en la Brigada de Investigación Criminal; aparentemente duro, pero más vulnerable de lo que parece, debe enfrentarse a un caso con componentes insólitos. Tal es el contexto y el arranque de esta novela que, gracias al contexto rural y el momento histórico en que transcurre, supone una original vuelta de tuerca dentro del género policiaco español actual. Un pequeño pueblo de la sierra madrileña es el escenario de los crímenes que desencadenan la trama. Primero han aparecido dos guardias civiles brutalmente asesinados. Enseguida se detiene a un sospechoso; pero pronto aparecen otros dos cadáveres, el del alcalde del pueblo y su mujer. Es entonces cuando el inspector Trevejo entra en acción, junto con el joven guardia civil Aparecido Gutiérrez, que ejerce de su ayudante. Ambos componen una pareja con rasgos cervantinos; por el contraste y la complementación entre ellos, siguiendo la tradición literaria española en general y policiaca en particular.
Roso bebe de la gran tradición literaria española del medio siglo, la de autores a los que homenajea por medio de alusiones en el relato. Además del lenguaje y los personajes, destaca el ambiente, esa sierra pobre madrileña de los años 50 donde, en medio de unas condiciones miserables, la gente se esfuerza por asomar la cabeza, sobrevivir y ser feliz. Aguacero ya ha recibido el respaldo de autores y críticos: “Todas las novelas policíacas son diferentes, pero solo algunas son especiales. Todas intrigan al lector, pero solo algunas atrapan hasta el desvelo”, comenta el novelista Antonio Gómez-Rufo; “Aguacero cumple maravillosamente el primer mandamiento de la novela negra: atrapa y entretiene al tiempo que denuncia cómo era la España de los años cincuenta”, mantiene Inma Muñoz, de El Dominical.
Luis Roso (Moraleja, Cáceres, 1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona y posee un máster de Literatura Española e Hispanoamericana. Apasionado de la literatura, la historia, el cine y el deporte, actualmente trabaja como profesor de secundaria en la Comunidad de Madrid. Admira a Delibes, Cela, Ferlosio, Sender, Azorín, De la Serna, Aldecoa, Barea y Martín Santos. Aguacero es su primera novela.
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Aguacero. Luis Roso. Ediciones B, 2016. 408 páginas. 19,00 €
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