Recetario industrial de Gustavo Gili
Por Paloma Rodera
El otro día estaba en casa de unos amigos, ante nuestro desconocimiento por un término que salió a colación en la conversación, rápidamente nos dirigimos a buscarlo en nuestros teléfonos móviles. Entonces recordé como habría sido esta escena unos cuantos años antes. En concreto recuerdo las garas entre mi tío y mi padre los domingos a la mesa en casa de mis abuelos. Cómo esa búsqueda que hoy hacemos en el móvil se hacía en la enciclopedia.
Al llegar a mis manos este recetario industrial he recordado las búsquedas alfabéticas en la enciclopedia de hace ya unos años. En sus páginas encontramos términos que casi tienen que ver con la alquimia, con recetas para la elaboración de todo tipo de materiales. De especial interés para aquellos que trabajen en el sector de artes, oficios e industrias. O para aquellos curiosos, como yo, que sienten la imperiosa necesidad de volver de cuando en cuando a lo analógico, al saber el cómo de las cosas.
Recetas de compotas, chiclets, pintura negra de poco precio, cómo blanquear ropa blanca, desinfectantes inodoros y la preparación del papel platino, son algunos de los títulos que forman parte de las entradas de este fantástico recetario que bien podría constituir un buscador analógico de tantas y tantas consultas cotidianas y otras no tanto.