El abrazo de la luna cenicienta, de Enric C. Pedrón
Por Javier Úbeda Ibáñez.
Autor: Enric C. Pedrón
Editorial: Ediciones Atlantis
Aranjuez (Madrid), 2014
ISBN: 978-84-943356-7-9
Páginas: 157
Enric C. Pedrón nace en Palma de Mallorca en 1963. Tiene, por lo tanto, en estos momentos 52 años de edad. No obstante, su trayectoria literaria empezará mucho antes. De hecho, su afición por la escritura, como la de tantos otros escritores, podemos decir que le ha acompañado toda su vida. Y, en su caso, además, ha tenido que convivir con otras pasiones en un hombre polivalente como es él. Por ejemplo, podemos definirlo como un buen amante de la música, ya que estudió en el Conservatorio de Les Illes Balears. Y también como un científico enamorado de la Astronomía, ya que es miembro, desde 1993, del Observatorio Astronómico de Mallorca llegando a ser presidente de la Sociedad de Observaciones de Meteoros y Cometas de España, además en este campo, junto a Miquel Antoni Villalonga, ha sido responsable de la revista Meteors y de Astroplai i Natura.
Y, a este respecto, le debemos también numerosos artículos de divulgación científica en prensa local, principalmente en el Diari de Balears, o en publicaciones como Cosmos y Tribuna de Astronomía, las dos, lamentablemente, hoy ya desaparecidas. Y, además, actualmente, colabora en diferentes tipos de investigaciones junto a otros profesionales como geólogos y paleontólogos. Y, por último, este Ingeniero Técnico Informático, que trabaja, en la actualidad, como funcionario público de la Agencia Tributaria aún tiene otros dos hobbies más, por si faltara poco, la fotografía y la agricultura ecológica, demostrando que es un hombre de mente muy inquieta.
Está claro que fruto de esa pasión por la Astronomía nacería el título de esta novela: El abrazo de la luna cenicienta. Inspirador o sugerente concepto el de “luna cenicienta” que nos viene explicado en la página 146 del libro, en la que se establece un hermoso y triste paralelismo. Y es que la luz cenicienta es la luz de la Tierra reflejada sobre la Luna. Y, doña Úrsula, la protagonista nos dirá: “Yo también brillé con una luz cenicienta, con la luz reflejada del comandante”. Con lo que nos queda claro que ella ha vivido y vivirá siempre a la sombra de su padre, el comandante.
En cuanto a la producción literaria del autor, ésta comienza en el año 2010 con la edición de su primer libro de relatos: Amor en paro y 59 historias más (Isla Varia, 2010). Después vendría la novela, El heredero de Aldara (Atlantis, 2011) y luego estaría también su participación en la antología colectiva de relatos, Golpe a la corrupción (Atlantis, 2013).
El abrazo de la luna cenicienta arranca con una maravillosa comparación en la que se establecen similitudes entre la vida del comandante y la vida útil de un reloj, y los dos acaban por estar desincronizados (en el caso del comandante, el padre de la protagonista, debido al Alzheimer) y pararse a un mismo tiempo. Un excelente símbolo de cómo en un momento dado todo se puede trastocar.
Respecto al punto de vista, Úrsula la hija del comandante, que va a cumplir ya 100 años y está haciendo en estos momentos balance de su vida, nos narra la historia en primera persona y a las pocas páginas ya sabemos que se trata de todo un drama familiar que paulatinamente se irá desgranando hasta alcanzar su clímax en las últimas páginas del libro.
No obstante, aunque la cruda verdad, casi inimaginable, por lo espeluznante, no se desvele hasta el final de la novela, en realidad, no pasará nada porque la obra está impregnada de una majestuosa atmósfera de angustia irrespirable que nos mantendrá totalmente atrapados hasta que alcance su impactante final. Y, por otra parte, nos identificaremos plenamente con el ambiente de corrupción generalizada que se nos presenta y que afecta a todos los órdenes (política, economía…) o también con el despliegue que hace de los diferentes estratos o clases sociales desde los círculos más poderosos y altos del poder hasta los más bajos fondos. Otro aspecto que nos llamará la atención sobremanera en El abrazo de la luna cenicienta, es que los personajes, que son muchos y pertenecientes a diferentes esferas sociales, como ya hemos visto, estarán siempre perfectamente retratados tanto en su caracterización física como psicológica y funcionarán a la manera de una sinfonía perfecta que acompañará a la protagonista, que, por supuesto, será la melodía principal en todo momento, aunque nos narre más la historia de su padre que la de ella misma.
El lenguaje será sin duda otro de los logros indiscutibles de esta amena novela, la narración nos llegará a través de un estilo coloquial, fresco, vivo… Y lo hará a través de frases ágiles que nos llevarán de aquí para allá, ya que manejará de manera primorosa tres tiempos a la vez: el pasado (infancia y juventud de la protagonista); el presente (cuando la protagonista, o sea doña Úrsula, ya es muy mayor, de hecho, va a cumplir 100 años) y el futuro (con pequeñas anticipaciones de lo que terminará por pasarle a ella o al comandante, cuyas dos historias van trágicamente unidas hasta el final), llegándonos la información fragmentada y de una forma parecida a cómo lo hacen las novelas policiacas, con datos e información que se irá completando como si se tratara de un puzzle en el que todas las piezas encajan al final.
Una novela más que recomendable que nos abrazará con su luz cenicienta en todo momento. La vida de una parricida contada en primera persona, doña Úrsula, que no podremos dejar de leer para conocer el drama que vivió y que compartió con tantos otros seres desgraciados que tuvieron un destino similar al suyo. Ya que su caso como nos hará más tarde ver la Historia reciente no es único, de hecho, muchos de los sucesos o hechos que aquí se nos presentan siguen hoy de plena actualidad.