Cuestionario literario: Gema Nieto
Por Óscar Montes
Lo normal es asociar un libro sobre el duelo o la muerte de alguien cercano con la palabra «pérdida». Sin embargo, en esta novela la palabra «pertenencia» no podría ser más acertada, diferenciándola de otras novelas que tratan el género. Pero empecemos por el principio. La pertenencia, aunque no consta de capítulos, sí puede dividirse en dos —y si apuramos, tres— partes diferenciadas.
En la primera, somos testigos del desmoronamiento de una familia tras el trágico suceso de la muerte de «la madre». La autora ha elegido que cada uno de los personajes nos muestre hasta qué punto su presencia viva era su punto de gravedad. Sin la madre la balanza se desequilibra y todos acaban aislándose los unos de los otros, instalándose en sus míseras soledades. Todos menos «la hija», una niña de trece años que no solo ha de asumir que ya no tiene madre, sino que descubrirá con impotencia y decepción cuán frágiles son esos pilares —«el padre», «el tío» y «la abuela»— que se suponen habían de sostenerla en su ausencia.
La niña crecerá hasta alcanzar la juventud, siendo este punto donde podemos decir que comienza el segundo bloque, en el que la sucesión de personajes cesa, los acontecimientos se difuminan, quedando como única protagonista la hija y su recorrido vital y emocional. Ella ya ronda los veintitantos años y no sabe cómo ha llegado hasta ahí. Ahora que le toca vivir, no puede evitar preguntarse cómo hubiera sido su vida si su madre siguiera viva, pero sobre todo quién hubiera sido ella misma. Comienzan las dudas sobre su identidad. A lo largo de su recorrido existencial aparece una reflexión poderosa cuando la protagonista se cuestiona cuánto pesa su yo sobre sus circunstancias, dando un paso más, no sin desgarrarse, al preguntarse hasta qué punto está dispuesta a renunciar a su identidad por revivir a los muertos, hasta qué punto no es ella sus muertos.
Ahora conviene traer a colación lo acertado del título. La «pertenencia» es un valor que adquirimos en la infancia y donde con mayor fuerza lo conseguimos es en nuestro entorno familiar. Si algo falla, lo más seguro es que el niño o la niña crezca en mayor o menor medida con carencias en cuanto a la confianza en los demás, se volverá arisco, inseguro, sentirá que «no encaja» en ningún sitio. A la protagonista de esta novela le pasa justamente eso: sus raíces no han agarrado en una tierra que se ha ido pudriendo poco a poco. Esta falta del sentido de la pertenencia perseguirá a la hija ya adulta y definirá irremediablemente su personalidad.
Uno de los mayores logros de esta primera novela de Gema Nieto es el desarrollo de los personajes, a los que consigue crearles una identidad muy propia, tan poderosa y con tal fuerza que nos hace creer que son conocidos nuestros y que incluso entendemos sus flaquezas, sus rencores, sus huidas. Y ello gracias a que la autora nos ofrece la posibilidad de asistir a sus pensamientos desde muy cerca. Seremos testigos de sus miserias, sorprendiéndonos de cómo ponen al descubierto las nuestras.
Es una opera prima en estado puro. Un recorrido sobre las distintas vivencias del duelo a una escala tan humana que parece más propio de quien ha vivido ya lo suficiente como para no temerle a la muerte o esperarla en calma, pero que duele y desconcierta en alguien tan joven como su autora.
Gema Nieto presentará La pertenencia (Caballo de Troya, 2016), el viernes 20 de mayo, a las 19:00h, en la librería Casa Usher Llibreters (Carrer de Santaló, 79, Barcelona).
¿Cuál es su idea de felicidad perfecta?
Vivir en una sociedad inteligente que considere el trabajo por cuenta ajena como una opción y no como una realización.
¿Cuál es su gran miedo?
Tengo una gran lista: los aviones, el cáncer, los análisis de sangre, que alguien no me coja el teléfono si le llamo… Supongo que todos se resumen en no saber qué sucede, no tener las cosas bajo mi control.
¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?
La diplomacia.
¿En qué ocasiones recurre a la mentira? (en el caso que confiese mentir)
Cuando puede darme pereza explicar una verdad que no tiene importancia ni grandes consecuencias.
¿Se muerde la lengua antes de expresar determinadas opiniones por temor al qué dirán?
Aunque me lo aconsejan, no suelo hacerlo. Hablo sin filtros.
¿Cuándo fue la última vez que tuiteó o publicó algún comentario en las redes sociales con plena libertad?
Todo lo que publico siempre en redes sociales lo hago siempre con total libertad. Cohibirse o autocensurarse es el mayor error que existe, además del más triste.
¿Qué es para usted la libertad?
Que una pareja homosexual pueda besarse sin miedo en la Plaza Roja de Moscú o en cualquier lugar del mundo.
¿Siente que el ser una persona reconocida públicamente le resta libertad con respecto a la persona anónima?
Al contrario: una persona conocida ha de tener más libertad para hablar ya que posee más responsabilidad frente a la opinión pública y sus declaraciones han de tener una influencia.
¿Hablar y expresar públicamente opiniones políticas o silenciarlas?
Decirlas siempre. Las opiniones en favor de la igualdad y la justicia nunca deben silenciarse. Y en el caso contrario sirven para distinguir a los necios.
¿Activismo público o compromiso privado?
Ambos, por lógica. El activismo público surge del compromiso privado, si uno no quiere traicionar sus propios principios.
¿Informarse o ser informado?
Informarse, acudiendo a todas las fuentes que existan.
¿Qué es para usted y qué valor tiene la información?
La información lo es todo: la luz.
La cultura, ¿cuestión de esnobismo o conocimiento transversal?
El conocimiento transversal no es cultura. No al menos de forma completa. Es, como mucho, acumular respuestas a preguntas de Trivial sin ahondar en ellas. Y su contrario no sería “cuestión de esnobismo”, sino quizá “investigación profunda” o “estudio especializado”. La cultura tampoco ha de ser, ni mucho menos, cuestión de esnobismo, pese a que muchos se empeñen. El acceso a ella ha de ser universal e igualitario.
¿Todo es cultura? O, mejor dicho, ¿qué no es cultura para usted?
En absoluto. No es cultura, en primer lugar, la vergonzosa barbarie de la tauromaquia, ni las tradiciones que se basen en la humillación de las mujeres o el maltrato de cualquier animal. Y tampoco son cultura muchas de las mediocridades (literarias, televisivas, cinematográficas, musicales, etc.) que los grandes medios editoriales y audiovisuales intentan hacernos tragar a la fuerza como tales.
¿Sus referentes culturales son literarios, musicales, artísticos, cinematográficos…?
Esencialmente literarios.
¿Un autor para releer?
William Faulkner.
¿Un autor recién descubierto?
No suelo leer autores contemporáneos, pero Iván Repila fue una grata sorpresa cuando lo descubrí.
¿Una película, una obra de teatro o un espectáculo recientemente visto y que no olvidará?
¿Por bueno o por malo? Habría que especificarlo… Un espectáculo imposible de olvidar es el que nos dan a diario los políticos de este país. Una película que no olvidaré nunca, pero por buenas razones, es Las horas.
La creación, ¿un arte, una pasión o un oficio que se puede aprender?
Un arte y una pasión para la cual ha de haber inclinación, respeto y dedicación.
¿Todos podemos escribir un libro?
Por poder, sí. Otra cuestión es que sea un buen libro.
¿Todos podemos publicar?
Sí, sin duda. No hay más que ver todo lo que se publica.
¿Todos podemos ser artistas?
Es lo que deben creer los padres de muchos de ellos, pero no.
El éxito, ¿personal o profesional?
El éxito profesional sólo les interesa a los pobres de espíritu.
El éxito, ¿fama, dinero, reconocimiento o no necesariamente?
Lo más cercano a mi idea de éxito es el reconocimiento, aunque tampoco necesariamente y siempre si viene de personas entendidas. Éxito es sentirte completamente satisfecho con tus obras a nivel personal, aunque no te den de comer ni vayan a ser conocidas mundialmente.
¿Cuál considera que es su gran logro?
No perder el sentido del humor para sobrevivir.
¿Cuál es su lema?
Siempre se suicida la gente equivocada.