La luz que no puedes ver, de Anthony Doerr
Por Javier Úbeda Ibáñez.
Título: La luz que no puedes ver
Autor: Anthony Doerr
Editorial: Suma de Letras
Madrid, 2015
ISBN: 978-84-8365-761-4
Páginas: 664
A través de una prosa sencilla, vívida y elegante nos llega esta magnífica novela, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que ha sido diseñada para emocionarnos hasta la médula y tocarnos nuestras fibras más sensibles, un objetivo que logra con creces, entre otras cosas, gracias a su frescura y originalidad. Lo primero que nos encontramos es que no es un libro típico de temática nazi (más que la contienda, los campos de concentración y lo que ya conocemos acerca del Holocausto), sino que en él se aborda una esfera más personal contándonos, sobre todo, cómo la guerra afecta a las personas. Y, además, al igual que ocurría con la novela de John Boyne El niño con el pijama de rayas, los protagonistas son en este caso dos niños y en éstas 664 páginas se nos relata sus historias personales de dura supervivencia y de necesaria evolución psicológica, ya que ambos personajes protagonistas deberán fortalecerse al máximo para sobrevivir. Otro gran acierto sin duda son los toques de realismo mágico o pinceladas al estilo de las grandes novelas de aventuras de Julio Verne que tiene esta historia (no en vano, la niña está leyendo en braile una de las famosas obras de Verne: Veinte mil leguas de viaje submarino), lo que la convierte en un obra más amena y entretenida y en eso desempeñará también un papel crucial el diamante, Mar de Llamas, portador, además, de una extraña leyenda: “protege al portador que lo posee, pero es una maldición para todos los que lo rodean”.
Respecto a su autor, Anthony Doerr (Cleveland, 1973) ha escrito, además de éste dos libros de relatos Memory Wall (2010) y The Shell Collector (2002); uno de memorias Four Seasons in Rome (2007), y dos importantes novelas, About Grace (2014) y ésta que nos ocupa hoy, La luz que no puedes ver (2014), que ha sido finalista del National Book Award 2014 y obra destacada por The New York Times como una de las diez mejores novelas del año y premiada con el Pulitzer de ficción 2015.
Pero, aparte del Pulitzer, las obras de Doerr han logrado también otros importantes galardones como cuatro O. Henry Prizes, el Barnes & Noble Discover Prize, el Rome Prize, el New York Public Library’s Young Lions Award, el National Magazine Award for Fiction, tres Pushcart Prizes, dos Pacific Northwest Book Awards, tres Ohioana Book Awards, el 2010 Story Prize (considerado uno de los premios más prestigiosos que hay para relatos en EE.UU.) y el Sunday Times EFG Short Story Award (que es el mayor premio otorgado a un único relato). Y por si esto no fuera suficiente, en el 2007, la revista británica Granta incluyó a Doerr en su lista de “Los 21 mejores novelistas estadounidenses”. Y, aparte de las críticas excelentes que ha recibido, también el gran público ha ayudado a convertir esta obra en un famoso best seller que figura entre los libros más vendidos de EE.UU. Y su éxito no tardó en traspasar las fronteras de su país, puesto que sus derechos de traducción han sido vendidos a 28 países, en los que ha tenido a su vez una gran acogida por parte del público y de la crítica especializada.
Las historias de los dos niños especiales, una niña ciega francesa (Marie Laure) y otro niño alemán huérfano (Werner), de mente brillante este último y con un talento natural para reparar todo tipo de radios, lo que no pasará desapercibido por las Juventudes Hitlerianas, irán intercalándose en capítulos breves hasta que, como no podía ser de otra manera, confluyan al final del libro comprobando que sus vidas en realidad guardan mucho parecido y convirtiéndose en pequeños héroes.
La caracterización de los chicos nos cautivará, pero también nos deslumbrarán los personajes secundarios y sus no menos interesantes vidas: el padre de Marie (Daniel LeBlanc, cerrajero mayor en el Museo de Ciencias Naturales de París) y su tío (Etienne) y la ama de llaves que lo cuida (madame Manec) o la hermana de Werner (Jutta), por ejemplo, son personajes únicos y perfectamente dibujados que enriquecerán mucho la trama, que comienza cuando la ciudad de Saint-Malo va a ser bombardeada en agosto de 1944, pero que luego mediante un flashback retrocede diez años después para recoger la vida de los dos indiscutibles protagonistas, la de esa niña ciega que vive en París cerca del Museo, en el que trabaja su padre como celador, y la de ese niño que vive en un orfanato en la ciudad minera de Zollverein y cuyo destino sería también trabajar en la mina al igual que su padre y fallecer quizá como él en la mina, si no fuera por su gran talento y habilidad para reparar radios, entre otras cosas, como hemos dicho ya antes.
En cuanto al ritmo de la novela, éste es sosegado, sus páginas nos hacen deslizarnos tranquilamente por los sucesos a la vez que vamos profundizando pausadamente en las vidas de los personajes, mientras saboreamos poco a poco cada acontecimiento. Además, las descripciones de los lugares son también pormenorizadas como las maquetas que le crea el padre de Marie, primero, del barrio donde viven en París y luego de la ciudad de Saint-Malo para que pueda desenvolverse en estas zonas con total autonomía pese a su ceguera.
Es un libro duro, triste, desolador, agridulce, y en este sentido quizás más agrio que dulce, pero que demuestra nuestra capacidad de resistencia y adaptación. Una novela muy bien escrita, en algunos momentos hasta líricamente narrada a través de su esmerada prosa, que maneja, además, muy bien la intriga y que está muy bien ambientada, con unos personajes entrañables y una perfecta recreación histórica, de la que se aprende sin duda mucho acerca de la fuerza interior de los personajes, y de sentimientos como el coraje, la fe, la esperanza o la valentía, y todo ello irá calando poco a poco en la mente de los lectores donde permanecerá ya por méritos propios de manera indefinida.