Sansan Festival, contra viento y marea
Por: Marisa Nocea
Gandía ha acogido una nueva edición del SanSan Festival, que volvía a coincidir con las vacaciones de Semana Santa para poder disfrutar de unos días de playa y música como alternativa a las procesiones. Esta tercera edición se ha visto marcada por muchas trabas e impedimentos para la organización del evento, comenzando por la propia localización del mismo. Por motivos que desconozco, esta vez no podía celebrarse en el Wonderwall Music Resort, lugar donde se había celebrado el pasado año y que reunía unas muy buenas condiciones para albergar un evento de este tipo. Mientras se iban revelando el nombre de algunas de las bandas del cartel, aún no teníamos claro si esta edición tendría lugar en Gandía o en otras zonas de la costa, y fue a mediados del mes de febrero cuando nos llegaba la confirmación: el festival volvería a celebrarse allí, aunque la zona elegida para este año sería la discoteca Falkata y los terrenos aledaños. Al parecer, la organización había conseguido llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento, pero al no poder realizarse en el Wonderwall, la alternativa más factible fue Falkata.
El SanSan apuesta por las bandas nacionales y por ello el cartel está repleto de grupos de calidad de nuestro país, tanto artistas emergentes como otros artistas ya consagrados como Loquillo, Christina Rosenvinge o Fangoria. El cartel era una apuesta segura, ya que contaba con nombres de grupos que están llenando grandes salas como Izal, Supersubmarina o Miss Caffeina. Además, se unía que el precio del abono era bastante asequible y que había ganas de comenzar la temporada festivalera, por lo que la venta de entradas fue bastante bien.
Respecto a las opciones de alojamiento, podías optar por algún camping de la zona o por el del propio festival, situado en el mismo lugar que el pasado año pero que contó con la mitad de ocupación. Otra opción eran hoteles, alquiler de apartamentos o Airbnb, siendo ésta última mi elección.
En total, en las cuatro jornadas han pasado por el SanSan más de 35.000 personas, siendo el sábado la jornada que más público consiguió reunir con unos 10.200 asistentes y el domingo la que menos, con alrededor de 8.000 personas. Además de los conciertos, los asistentes pudimos disfrutar de una gran variedad de puestos de comida que se encontraban a la entrada del recinto, así como puestos con ropa, gafas y merchandising de algunos de los artistas del cartel.
El primer día, jueves 24 de marzo, fue quizás el que más “caos” supuso tanto para la organización como para el público: caída del escenario pequeño (y algunos grupos), pocos baños disponibles para el número de asistentes, falta de baño y barra en la zona VIP o la imposibilidad del público general de acceder a los dj’s que daban comienzo tras los conciertos son algunos de los problemas que se pusieron de relieve en tras el primer día. Los sanseritos no perdieron el tiempo y comenzaron a publicar este tipo de aspectos en las redes sociales, tras lo cual la organización tomó nota y se dispuso a poner soluciones, como aumentar el número de aseos o habilitar baños y barra en la zona VIP.
A pesar de los problemas del jueves, durante el primer día pudimos disfrutar de grandes directos como el de Carmen Boza, que además de cantar temas de su disco La Mansión de los Espejos se lanzó a hacer versiones (algo a lo que nos tiene acostumbrados a quienes la seguimos en sus Redes Sociales), como del famoso tema Work de Rihanna. También contaríamos con un muy buen directo de Rayden, acompañado por Mediyama y Dj Mesh, que levantaron al público y les hizo partícipe de su show. Los horarios iban bastante bien y llegaba el turno de Miss Caffeina, quienes están pegando muy fuerte con el nuevo disco y que todos estaban deseando escuchar y corear temas como Oh! Sana o Mira cómo vuelo.
Mientras Miss Caffeina terminaba su concierto ya se podía ver bastante gente esperando en el otro escenario, donde tendría lugar la actuación de Izal. La banda era uno de los cabezas de cartel de esta edición y la cantidad de gente que se reunió ante el escenario así lo confirmaba. A pesar de que el frío empezó a ser protagonista, Copacabana nos transportó a un sitio más cálido por unos minutos, y entre bailes con temas como La mujer de verde o Pequeña gran revolución, llegábamos a la 01:00h de la madrugada. En el otro escenario nos esperaba más energía aún, esta vez a cargo de Dinero. Ochoymedio Dj’s serían los encargados de cerrar los escenarios de la jornada del jueves.
La resaca de la noche del jueves hacía comenzar la jornada del viernes de una manera complicada, ya que tras los problemas del primer día, gran parte del público no sabía qué esperar del resto de festival. Para alegría de todos, la organización había tomando cartas en el asunto y el número de baños ya no supuso un problema. Hicieron una gestión rápida y eficaz y señalizaron cada uno de los aseos disponibles para que no volvieran a producirse las largas colas del jueves. Además, algunos artistas del cartel que tocaban en el escenario eliminado, pasaron a tocar en acústico en una zona dentro de la discoteca.
Amatria y Ángel Stanich fueron los encargados de inaugurar la segunda jornada de festival. Fueron seguidos por Modelo de Respuesta Polar y La Habitación Roja, siguiendo el horario fijado con gran puntualidad. Rondaban las 20:00h cuando poco a poco iba creciendo el número de festivaleros en el recinto, coincidiendo con el inicio del concierto de Corizonas. Como siempre, la banda formada por integrantes de Arizona Baby y Los Coronas sirvió una grandísima actuación que hizo saltar a todos los que allí se encontraban. No podían quedar fuera del repertorio temas como The falcons sleeps tonight, I wanna believe o Piangi con me, además de grandes momentos de golpes de batería. Tras este concierto llegaría el turno de L.A., banda que acaba de anunciar nuevas fechas para una gira en acústico por nuestro país. Siguieron animando a un ya muy numeroso público con temas como Secrets undone, Under radar o una muy coreada Hands.
Tras el concierto de L.A., llegaban dos de los artistas más comentados del cartel: Nancys Rubias y Fangoria. Mientras había personas que no terminaban de encajar que estos dos grupos estuvieran en el cartel y en las principales franjas horarias, otras muchas estaban deseando pasarlo bien con el show de ambas. De hecho, muchos de los seguidores de Nancys Rubias estuvieron esperando en el escenario que en un principio debían tocar (ya que se alternaban las actuaciones), pero tras esperar para estar en las primeras filas, la música de la banda liderada por Mario Vaquerizo comenzó a sonar en el otro escenario y la mayoría del público se vio sorprendido. Lo cierto es que Nancys Rubias es todo un espectáculo y, simpatices más o menos con su música y forma de actuar, es imposible no pasarlo bien bailando temas como Peluquitas o Me encanta. Este buenrollismo y consiguió mantener a la perfección Fangoria, quien ofreció un espectáculo en toda regla, con vistosos cambios de vestuario y buena escenografía. Se encargarían de cerrar los conciertos los murcianos Varry Brava y Eme Dj.
El sábado era la tercera jornada del festival. Por desgracia para mí y para los que no podían estar hasta el lunes, éste sería el último día de Sansan, pero muchos otros tenían la suerte de poder disfrutar de un día más con grandes nombres sobre el escenario. La caída de cartel de The Parrots el sábado disgustó a algunos de sus seguidores, pero con la gran jornada que quedaba por delante seguro que pronto olvidaron el disgusto. Sobre las 16:30h, nada más y nada menos que Mucho comenzaba a sonar en el escenario bajo el sol. La energía y fuerza que transmiten no se vio afectada por el calor y dieron un gran concierto a pesar de que aún la mayoría del público se encontrara fuera del recinto. El sol también estuvo presente durante la actuación de Polock, cuando ya empezaban a sumarse más festivaleros con ganas de ir por el sábado, algo que ya era evidente durante el concierto de Full. El grupo sevillano terminó de animar a los asistentes con su gran directo, tras el cual daba comienzo Zahara. Además de un gran concierto, la “Santa” nos regaló bonitos ratos de psicodelia acompañados de sus movimientos sobre el escenario. Pasaban las 21:00h cuando comenzaron Second, que nos dieron uno de los grandes momentos del festival cuando invitaron a subir al escenario a algunos de los componentes de Full. En el otro escenario comenzarían tras ellos Dorian, que hicieron un repaso por canciones de su carrera como El temblor y Los amigos que perdí, para terminar con A cualquier otra parte con el apoyo de todo el público.
Llegábamos a la media noche con Supersubmarina, otra banda cabeza de cartel de esta edición. De esta actuación en concreto se ha hablado mucho, ya que algunos de los presentes no quedaron muy conformes con el concierto que dieron los de Baeza. Además, Chino quiso apoyar a la organización del SanSan y dar las gracias por toda la labor a pesar de los problemas, a lo que una pequeña parte de los presentes respondieron con silbidos mientras el resto aplaudía. Esta tercera jornada la concluirían sobre el escenario Grises y Elyella Dj’s.
Por desgracia para mí, no pude vivir la jornada del domingo, un día que contaba con nombres tan grandes como Loquillo, Christina Rosenvinge, Mojizos Escozíos o Carlos Sadness. A pesar de este gran cartel, muchos fuimos los que por imposibilidad de quedarnos hasta el lunes tuvimos que prescindir del cuarto día de festival muy a nuestro pesar, siendo la jornada que menos sanseritos registró (unas 8.000 personas).
Haciendo un balance general, es innegable que esta edición ha sufrido muchos problemas que se han ido solucionando, antes del inicio del festival y durante el mismo. Cierto es que algunos de los fallos han afectado más a los usuarios y se entiende perfectamente el enfado del asistente que encuentra cosas que no esperaba, pero para que algunas cosas salgan mal, hay muchas que están bien y se están pasando por alto. El SanSan Festival ha luchado contra viento y marea para poder crear un festival repleto de bandas nacionales y que los festivaleros pudieran pasar una semana santa de vacaciones entre playa y conciertos y, además, por un precio muy asequible. Por suerte, la organización del festival ha sido más que eficiente y han sabido escuchar y solucionar los problemas que iban surgiendo, preocupándose de que los sanseritos estuvieran contentos en la medida de lo posible a lo largo de las jornadas, y tomando nota de todas las opiniones para mejorar. Sabiendo todo lo que hay detrás y el trabajazo previo para que todos nos lo pasáramos bien durante los cuatro días, yo no puedo más que seguir dando mi apoyo al SanSan Festival, y dar las gracias por la labor que hacen fomentando la música de nuestro país. ¡Larga vida al “buenrollismo” y larga vida al SanSan Festival!