Tribunal (2014), de Chaitanya Tamhane
Por Alberto B. R.
Siendo sincero tengo que comenzar esta crítica comentando que mi acercamiento al cine indio ha tenido un escaso recorrido y que hasta la fecha ha oscilado con algún visionado que otro de películas que se podrían englobar dentro del Bollywood al uso y películas de acción con toques de comedia. Así que al acercarme a esta película, que tras su sinopsis dejaba claro que no se podría catalogar entre mis experiencias cinéfilas anteriormente comentadas, me acercaría a un tipo de cine que me descubriría aspectos de la India que no conocía y la verdad es que no andaba errado.
Tribunal es la ópera prima de Chaitanya Tamhane (1987) cuya trayectoria hasta el año 2014 se componía de cortometrajes, de los cuales destaca Six Strands, donde además de escribir el guión fue también el productor. En esta película, situada en la India de época actual, descubrimos de manos de un personaje de edad avanzada, que representa a un activista y cantante popular, una crítica velada sobre la sociedad india. Éste se verá envuelto en un proceso judicial que dará pie, como tema principal, a mostrar al espectador cómo funciona el entramado de leyes y procedimientos judiciales en este país al sur de Asia.
A base de planos generales de escaso colorido, con tonos cromáticos sobrios, nos va mostrando, con un ritmo lento pero seguro, a los personajes principales, diferentes en edad, emociones y aspectos sociales, pero iguales en ciertos puntos que nos va descubriendo poco a poco la película. Estos personajes están envueltos en una ausencia musical notoria, salvo en ciertos momentos en los que hay actuaciones populares que nos recuerdan a ciertos exponentes de ese aspecto cultural de la India (la música y el baile), su vida diaria, mostrando a su familia y costumbres, alejándose como comentaba anteriormente de los clichés de lo que entendemos de manera popular por cine indio, siempre con un tono sobrio pero que no resulta distante. Resultan llamativos unos diálogos cargados de crítica social, que funcionan de manera explosiva como motor principal del film, alternado siempre con el idioma utilizado, haciendo uso del inglés y de la gran variedad de idiomas nacionales.
Una película que recomiendo a toda aquella persona que quiera acercarse a un cine reivindicativo pero sin caer en lo excéntrico, con una historia de fácil seguimiento, que da que pensar y que denota que para ser el primer largometraje de Chaitanya Tamhane, muestra calidad y ganas de saber más de su trayectoria. Como único punto negativo destaco los últimos minutos de la película, quedando una historia que parece un añadido, pero que ni mucho menos desmerece a la obra en su conjunto.
*Esta ópera prima ha sido la película seleccionada por India para los premios Oscar 2016. Entre los más de veinte galardones recibidos, se encuentran el Premio a la Mejor Película en la Mostra Internacional de Cine de Venecia (Sección Horizontes) y el Premio a la Mejor Película, Mejor Actor y Premio FIPRESCI en BAFICI 2015.