‘Impresiones provinciales, de José Jiménez Lozano
Impresiones provinciales
José Jiménez Lozano
Confluencias
Almería, 2016
165 páginas
Quizá se puede hacer arqueología de la psique, pero ¿se puede hacer arqueología de lo que llamamos un alma, es decir, la persona individual?
Desde luego un escritor puede pintarnos las tragedias más atroces sin haber tocado la vida real con un solo dedo, sustituyéndola con la pornografía, la brutalidad, los desechos y los palabros. Pero el autor no perece, ciertamente, en su holocausto aunque lo cacaree.
O aparece alguna niebla. Siempre me ha gustado mucho pasear con ella, sobre todo cuando es muy cerrada, pero no muy húmeda. Se sigue el camino, sin ver nada a tres pasos, pero se confía en él y cuando hemos llegado a donde íbamos nos parece imposible.
En el campo segado de esta meseta donde escribo ya hay rastrojeras doradas o, por lo menos, sin el color pajizo oscuro que adquirirán estos rastrojos en cuanto llueva con alguna intensidad. Los chopos, los fresnos, los arces, las moreras o las catalpas están verdes todavía, y nadie diría que bien puede ser que de aquí a un mes quizá haya ya helado, o al menos el rocío será muy aparatoso; es decir, que, si se pisa el césped del jardín muy de mañana, parece que estamos pisando cristales hechos añicos. Pero nuestra esperanza es que el otoño será benévolo y se alargue hasta diciembre sin hielos ni fríos. Y que todavía sea suficiente echarse cualquier cosa sobre los hombros.
Sinopsis:
El 23 de enero de 1656 publicaba Monsieur Blaise Pascal, bajo el pseudónimo de Louis de Montalte, su primera carta de las que luego se llamarían Impresiones Provincianas dirigidas a un supuesto amigo suyo, que vivía en la provincia, sobre un asunto que se disputaba en la Sorbona, y me he acordado súbitamente de todo esto para utilizarlo como epígrafe o tejadillo de un cuaderno más de apuntes o notas provincianos o provinciales de los que éstos son la séptima selección que cubre los años 2010 hasta julio de 2014. Como otras veces, he tenido que dejar fuera una buena parte de ellas, pero ojalá los lectores no se sientan menos acompañados o concernidos con las que aquí ofrezco.
José Jiménez Lozano nació en Langa (Ávila) en 1930. Ha ejercido el periodismo, y es autor de ensayos, dietarios y poemas, y un narrador de un poso cervantino, que ha abordado, con ironía y compasión, las situaciones injustas o de intolerancia, y la vida de las gentes sencillas y seres de desgracia. Interesado por la historia europea, tanto como fascinado por el vivir de los pájaros, ha prestado una atención singular a algunos grandes momentos y figuras de los siglos xvi y xvii, en España y Francia especialmente, y ha resguardado a los pájaros en su poesía.
En 1988 recibió el Premio Castilla y León de las Letras, en 1992 el Premio Nacional de las Letras y, en 2002, el Premio Cervantes de las Letras Españolas.
Este libro, Impresiones Provinciales, que sigue a Los cuadernos de Rembrandt es el séptimo volumen de los cuadernos o anotaciones del autor que van desde esa fecha de 2010 a mediados de 2014.
Y en él, como en los anteriores volúmenes, se trata de una antología de las notas tomadas sobre sucesos, lecturas, pinturas o vivencias de la naturaleza y del paisaje.