La agenda negra o el nuevo código de Hammurabi
Por Pedro Pujante.
De sobra es conocido el autor afincado en Murcia Manuel Moyano (Córdoba, 1963). Un escritor que desde sus comienzos ha sabido demostrar una madurez literaria inusual, que ha transitado todos los géneros narrativos con soltura y que ahora regresa para regalar a sus lectores una sugerente novela en la que priman la acción trepidante, una trama perfecta y un argumento con muchas sorpresas.
Moyano es uno de los más notables microrrelatistas (Teatro de cenizas); ha ganado premios por novelas de carácter fantástico (El experimento Wolberg, Premio Libro del Año Región de Murcia) y (La coartada del diablo, Premio Tristana de Novela Fantástica); de ciencia ficción (El imperio de Yegorov, Finalista del Premio Herralde). También ha escrito crónicas de viaje y un singularísimo volumen titulado Dietario mágico en el que ha rastreado la pista de curanderos y videntes por la región murciana. Ahora, cambia de registro y nos sumerge en una historia de tintes negros.
II
Ulises Roma, el protagonista y narrador de La agenda negra es un hombre que lo ha perdido todo, que deambula sin rumbo por la vida y que acusa un carácter sombrío y asocial. Pero de pronto los abismos de este peculiar Ulises antiheróico van a abrirse y lo van a sumergir en un mundo oscuro más allá de su realidad. Todo comenzará al encontrar por casualidad una agenda negra con una información de lo más llamativa. Roma, alcohólico que acaba de perder a su esposa en un absurdo accidente de tráfico, un hombre sin aspiraciones, se verá abocado a participar en un juego siniestro, dejándose arrastrar hacia una espiral de autodestrucción, crimen y locura organizada.
Y a partir de aquí…
Es difícil tratar de hablar de esta novela sin destripar parte de su argumento. Así que tan solo adelantaré que de la noche a la mañana, la odisea personal de nuestro protagonista será un descenso a los dantescos infiernos de sí mismo, naufragando por los círculos concéntricos de sus convicciones, miedos y límites morales.
Una extraña organización de carácter secreto y criminal se pondrá en contacto con él y unas truculentas aventuras jalonarán la novela. Hechos bastante siniestros que al lector le harán permanecer aferrado al sillón desde la primera hasta la última página sin pestañear. Además del sugerente relato que a ritmo de thriller endiablado nos plantea Moyano –cinematográfico en lo visual, y heredero de Simenon- , el lector no podrá sustraerse a diversas cuestiones de orden moral, cívico y sobre todo ético que sobrevuelan la narración y que la dotan de profundidad.
¿Dónde reside el bien? ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a los demás? ¿Hasta qué punto la justicia es justa, cuántas injusticias somos capaces de soportar en aras de mantener un perfil moral acorde a las premisas básicas que nuestra sociedad nos impone? ¿Merece un asesino padecer la Ley de Talión? ¿Es el mal una elección? ¿Hasta dónde serías capaz de llegar para vengar la muerte de un ser querido?
Esta y otras preguntas rondan mientras leemos esta Agenda, un libro que está escrito con una prosa brillante, sin artificios y equilibrada. Además, se puede intuir a su trasluz la mirada de un autor inteligente, que apunta temas de actualidad pero sin perder el discurso literario de alto nivel.
Moyano, por su eclecticismo, es un autor que merece la pena seguir. Esta es una novela corta, sin pretensiones exorbitadas pero que deja una impronta indeleble por la crudeza de algunas escenas y por ciertos asuntos que se plantean en ella.