“Buscando el Norte” llega a la noche de los miércoles
Por Inma Gómez
La nueva comedia de Atresmedia “Buscando el Norte” regresa a Berlín, como ya hiciese con la película “Perdiendo el Norte”, para seguir contando historias de españoles que se han ido a Alemania por la crisis económica siguiendo a los hermanos, Carol y Álex, que intentarán labrarse un futuro en la capital germana pero que no lo tendrán nada fácil.
Álex Casado (Antonio Velázquez) es enfermero de la sanidad pública que tenía una confortable y planificada vida en la que no cabían las grandes aventuras. Hasta que el hospital público en el que trabajaba fue privatizado, él acabó en la cola del INEM y empezaron los problemas. El paro se agotó, su novia cobra seiscientos euros y con una hipoteca no dejándoles respirar. Por eso cuando vio las oportunidades que le ofrecían en Alemania agarró las maletas y decidió ir a probar suerte. A la aventura se unió su hermana pequeña Carol (Belén Cuesta) que es todo lo contrario a Álex. A Carol le gusta improvisar y es optimista por naturaleza y cree que cuando una puerta se cierra otra se abre. En este caso Carol acababa de romper con su novia y pensó que lo de Alemania sería una buena idea ya que siendo una de las mejores de su promoción en diseño gráfico le resultaría más fácil encontrar trabajo.
En Alemania tienen un contacto, Salva (Manuel Burque), que es amigo de Álex e ingeniero Técnico Industrial con máster en energías renovables que pese a trabajar vendiendo comida rápida en la calle no para de subir a Facebook todos los cantos de sirena alemanes habidos y por haber. Cuando Álex se tope con la realidad verá que su amigo vive en un mundo de Disney absoluto.
A lo largo de esta aventura alemana se irán encontrando con otros españoles como Adela Llamazares (Silvia Alonso) que trabaja como recepcionista en un hotel de Berlín lo que le ha permitido vivir de una manera bastante cómoda y ayudar a su madre con las facturas. Además imparte clases de alemán para españoles colaborando en una agencia de asesoramiento y colocación para compatriotas. Es independiente y está unida a su madre porque han estado siempre solas ya que su padre las abandonó al poco de nacer ella. Roberto Llamazares (Luis Zahera) es el padre que nadie querría tener porque es un irresponsable total dejado de sus funciones. No tiene formación y comenzó a trabajar desde muy joven en la construcción y lo que ganaba se lo gastaba en juergas y caprichos. Es el típico caradura embaucador y con mucho don de gentes. Tras años sin saber qué hacer aparece en la vida de Adela al enterarse de que tiene la vida montada en Alemania por un lado haciendo ver que intenta pedir perdón y por la otra como forma de enmascarar que, en realidad, no tenía dónde caerse muerto.
La pareja formada por Lucas Moreno (Fele Martínez) y Flor Trujillo (Bárbara Santacruz) se muda a Berlín por el trabajo de ella. Estudió ingeniería y consiguió un puestazo en una multinacional del sector de la automoción en Berlín. Está muy adaptada al entorno germánico y ya hasta piensa y trabaja como ellos. Se pasa todo el día alabando las bondades alemanas y trae a su marido harto. Lucas por su parte, es funcionario de ayuntamiento y soñaba con tener una vida tranquila pero al mudarse a Berlín es un pez fuera del agua. No habla alemán y no puede relacionarse y tiene que hacerse cargo de su bebé hasta que pueda ir aprendiendo el idioma y encuentre un trabajo. Lucas se siente en una jaula de oro y pasa sus días entre el aburrimiento y el hastío intentando retomar sus aficiones pero también ejerciendo de amo de casa y piensa que lo que vale para un coche no debería valer para un país.
Manuela Nogués (Elisa Mouliaá) es la novia de Álex desde hace ocho años y todo iba bien hasta que su novio acabó en la cola del INEM y sus seiscientos euros de esteticista de sueldo no daban para nada. Piensa que la estancia de Álex en Alemania será por dos años y que luego podrán retomar su vida.
Arturo Aragonés (Jesús Carroza) es amigo de Álex de toda la vida por eso cuando el enfermero le dijo que se iba para Alemania a Arturo se le vino el mundo encima. Cuando se pudo rehacer del golpe le prometió a Álex que cuidaría de su novia y de esta forma se convierte en el hombro sobre el que ambos lloran uno desde Berlín y la otra desde Madrid.
Anke Köhler (Gillian Apter) es bávara, de Múnich, y desde muy pequeña veraneaba con su familia en la bahía de Alcudia, en Mallorca. Acabó casada con Marcelino con el que ya lleva cuarenta años. Ambos mantienen intacto el amor que sentían el uno por el otro desde el primer día, pese a que cuando se juntan el carácter germánico de Anke con la indolencia latina de Marcelino, pueden llegar a saltar chispas y a hacer temblar hasta la puerta de Brandenburgo. Marcelino (Ferrán Rañé) Es un emigrante de setenta años, que hace casi cuarenta, vive en Berlín. Después de sobrevivir como pudo, y gracias a su mano para la cocina montó el restaurante “Pan y vino” que se convirtió en un lugar de encuentro para los españoles que residen o que están de paso por la ciudad. Marcelino asiste con sorpresa a ver cómo una generación de españoles vuelve a Alemania cuarenta años después. Lo que no imaginaba es que entre ellos se encontraría con sus sobrinos. Y por último Ulrike Kohler (Kimberly Tell) es la hija del matrimonio hispano-alemán. Aunque se ha criado como alemana, y cree que la gente del sur de Europa somos unos vagos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos chupado de los fondos europeos y de la teta alemana, y que deberíamos aprender mucho de la austeridad y capacidad de ahorro de los alemanes. Es cuadriculada, trabajadora, tiene un marcado carácter prusiano y muy poco sentido del humor.
Jaime (Jorge Bosch) y Chus (Goizalde Nuñez) son un fiel reflejo de la mella que la crisis ha hecho con la clase media en España. Padres de dos hijos de doce y ocho años, Con el dinero que tenían ahorrado montaron una pequeña tienda de alimentación. Se convirtieron en emprendedores en un momento en el que había que nadar sabiendo guardar la ropa. Agobiados por las deudas, y sin posibilidad de encontrar trabajo, Alemania se les presentaba como la última oportunidad Primero fue Jaime el que emprendió la aventura y luego, le siguió Chus. Tres meses tienen para encontrar un trabajo y poder hacer frente a las deudas antes de que les desahucien. Sin conocer el idioma, sin contactos y con la espada de Damocles sobre sus cabezas,Chus y Jaime serán capaces de hacer cualquier cosa antes de que se agote su cuenta atrás.