Internacional

Andrés Caicedo y la literatura Urbana

tomado del El Espectador
tomado del El Espectador

Por: Juan Camilo Parra

El 4 de marzo de 1977 el cerebro de Andrés Caicedo se apagó para siempre. Sobre su escritorio quedó el cuerpo tendido después de tomarse una manotada secobarbital. A su alrededor algunas hojas, una máquina de escribir y un libro debidamente sellado, con olor a nuevo y con un título de letras blancas a buen espacio y tamaño, aquel ejemplar no era nada más ni nada menos que la novela: ¡Qué viva la música! El proyecto que había mantenido con vida al escritor caleño hasta la edad de 25 años. Su muerte no fue más que anuncios breves en algunos periódicos en los que trabajaba, personas que comentaban, amigos cercanos. De su vida se supo con el tiempo, sus miedos, sus temores, su dolor por la usencia de Patricia, su novia y confidente, el fracaso de su película y el afán de vivir una vida antes que la adultez llegara. Pasaron veinte años para que la literatura lo aceptara como uno de los escritores más importantes del baby boom, el exponente más prolífero de la literatura urbana. Hoy después de treinta años, aún no conocemos a Caicedo…

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Al parecer, según la cronología de los cuentos y demás obras, se ve en Andrés Caicedo una rigurosidad en su escritura a partir de 1969, algo así entre los 18 y 19 años de edad; Latinoamérica está invadida por la influencia del Boom, en donde hay que ser claros con la gran diferencia entre esa literatura y la literatura de nuestro escritor
caleño. Los escritores del Boom fueron para muchas generaciones una influencia importante, que escribieron en tiempos difíciles cuando Latinoamérica estaba sometida a las dictaduras. Escritores como: Juan Rulfo y su Pedro Paramo, García Márquez y El coronel No Tiene Quien le Escriba, Julio Cortázar y Rayuela, Carlos Fuentes, José Donoso, Vargas Llosa, entre otros. Hay que resaltar que la literatura de estos escritores esta remontada a zonas rurales muy apartados de la ciudad (al menos en los dos primeros), los personajes son individuos que viven en el campo, indiferentes a lo que podría ser la selva de cemento como lo diría Héctor Lavoe en alguna de sus canciones, y es ahí donde empezaría a diferenciarse la literatura que emplearían escritores cómo: José Agustín, Rafael Chaparro, Andrés Caicedo, etc. Con el fin de entender que la Ciudad es el escenario en donde están pasando grandes acontecimientos sociales, las revoluciones populares están presentes en los escritores urbanos, los problemas políticos y las injusticias, todo aquello que van viviendo, viendo y sintiendo es plasmado en la escritura.

Acontecimientos importantes como los movimientos estudiantiles tanto en México como en Colombia. Por ejemplo, en Colombia la masacre de los estudiantes (1971) en Cali, meses antes del inicio de los juegos Panamericanos, la Universidad del Valle se vio envuelta en una de sus grandes tragedias, a lo que Caicedo Respondería:

El 26 de febrero prendimos la ciudad de la 15 para arriba,

La tropa en todas partes, vi matar muchachos a bala, niñas

A bolillo, a Guillermito tejada lo mataron a culata, eso no

Se olvida. Que di piedra y me contestaron con metralla, que

Cuando hubo que correr corrí como nadie en Cali. Que no hay

Caso, mi conciencia es la tranquilidad en pasta, por eso yo soy

El que tira la primera piedra.  (El atravesado)

Para comprender otra parte de sus influencias es importante saber qué sucedía a nivel social, qué se estaba fraguando en las calles y por qué los jóvenes serán los protagonistas en estos relatos, pues no hablamos de personajes elevados como en el Quijote o el Ulises. Son los años setenta, Cali se ve influenciada por el hipismo, los discursos de liberación de cualquier tipo y, la contra al sistema. Acompañado de las drogas y el alcohol que empezaban a ser partandrescaicedo-luisospina_1e de la vida de los jóvenes, Andrés atiende a esto para empezar a narrarlo en sus historias, tratar de entender la vida de los jóvenes, lo llevó a ser como ellos, así logró comprender que era eso lo que quería vivir y además, el por qué son ellos los causantes y afectados de todas estas manifestaciones sociales. Para Caicedo son el mundo que hay que describir porque con ellos nunca se sabe que va suceder. A esto hay que agregarle la importancia del Rock de los Rolling Stone una banda que se afianzó en la clase social alta, pues eran ellos los que hablaban inglés y viajaban por Europa. En caso contrario para la clase baja la llegada de la salsa en 1970 con Richei Ray y Bobby Cruz y toda la importancia de las estrellas Fania, fue una forma de rebelión que los llevaba a identificarse con la letra de canciones como: Juanito alimaña, Pedro Navajas, Calle Luna Calle Sol, Tiempo para matar, Agúzate., entre otras.

Con el tiempo, se perdió aquella distensión, pues lo jóvenes de aquella época no atendían demasiado a las diferencias sociales, donde hubiese fiesta o alcohol, allí estaban, generando una mezcla, una amalgama de creencias y culturas que Andrés logró desarrollar muy bien en sus novelas cortas. Caicedo vivió en el sentido más literal posible las circunstancias sociales de los estratos bajos (viniendo él de una clase burgués), se ha introducido al mundo que él llamaría la perdición. Todo confluía a la construcción del mundo Caicediano. O como lo diría Sandro Romero Rey: “El universo Caicediano. Por un lado, su progresiva obsesión por la descripción de mundos corrompidos. Sus personajes comienzan a vivir dentro de un ambiente oxigenado por la nostalgia de veraneos, calles recorridas, novias, colegios, vacaciones y termina entregándose incluso a pesar de ellos mismos. Al camino de la perdición” (Andrés Caicedo o la muerte sin sosiego). Y era de tal forma, porque Andrés Caicedo decía: “Cali era una ciudad de Adolescentes” la particularidad de esta frase y de lo que Caicedo comprendía y creía que después de los veinticinco años se acababa la genialidad, es decir que con esto, tanto el escritor caleño como los jóvenes de ese tiempo todos eran unos anti-adultos, siempre con el miedo a crecer.

Toda la obra de Andrés Caicedo parte, depende y se inscribe en la ciudad de Cali. (…) Puesto que Andrés asumió a su ciudad como especie de Metáfora de su propia vida entendiendo la caleñidad como una excepción, como una salida por la puerta trasera, como un reto. La capital del departamento del valle del Cauca ha sido un medio donde la vida cultural se ha arrastrado para tratar de imponerse y las excepciones juveniles (…) Ha tenido una salvaje, agresiva e inteligente manera de cuestionar las normas establecidas, a través de todos los excesos posibles, llamase cinefilia, erudición, drogas, pasiones irrefrenables o soluciones radicales (Andrés Caicedo o la muerte sin sosiego).

Esa es la Cali de Caicedo, esa es su escritura en donde el protagonista ya no vive en esos pueblos, ahora se traslada a ser parte de una ciudad que está fragmentada, pero en la cual encontrará los problemas que encierra el mundo de lo incompresible, de lo vacío, de lo perdido. El mundo de los jovencitos. Porque son ellos los que necesitan ser descritos por otro joven que a la final no quiso cambiar esa condición y prefirió dejarse hundir antes de que el destino lo cambiara.

 

“Yo nunca voy hacer ni escritor, ni cineasta, ni director de cine famoso. Lo único que yo quiero es dejar un testimonio. Primero a mí de mí, luego a dos o tres personas que me hayan conocido y quieran divertirse con las historias que yo cuento, aunque sean familiares míos, no importa, pero trabajar, escribir aunque sea mal, aunque lo que escriba no sirva de nada que si sirve será para salir de este infierno (jaja) por el que voy bajando. Que sea ésa la razón verdadera por la que he existió, por la que me ha tocado conocer (aunque de lejitos) a la gente que he conocido” Andrés Caicedo, carta a Carlos Mayolo.

2 thoughts on “Andrés Caicedo y la literatura Urbana

  • Estupendo.Felicitaciones. Atentamente, Angelarosa de La Ruta Andrés Caicedo, Cali-Colombia.

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    • Gracias por leer y compartir…

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