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‘La experiencia’, de Slawomir Mrozek

Por Octavi Franch.

el-arbol-de-slawomir-mrozekLa experiencia es el decimocuarto cuento del recopilatorio de relatos titulado El árbol del narrador polaco Slawomir Mrozek, fallecido desgraciadamente en 2013.

Creo recordar que descubrí este escritor cuando un servidor empezaba a estudiar para formarme como escritor. Si no voy equivocado, uno de mis profesores nos encargó el análisis literario de uno de sus cuentos. A raíz de esto, me convertí en un fanático de Mrozek y compré el resto de sus libros, la mayoría de relatos. Su humor ácido, inteligente y social me cautivó desde el primer párrafo, además de su atemporalidad que lo convierte en un clásico de finales del siglo XX. Para mí sólo hay otro relatista con su talento: el también desaparecido Jesús Moncada.

En este artículo, vamos a destripar uno de sus cuentos más conocidos: La experiencia. El hecho de que la mayoría de sus relatos sean tan cortos (menos de 5 páginas) ya es de por sí un éxito y un gozo, porque cuesta muchísimo encontrar autores contemporáneos que escriban y publiquen este tipo de historias breves, que es lo que el lector desea encontrar cuando decide leer el libro en cuestión.

La experiencia está escrito, de nuevo, en primera persona. Su protagonista es un mirón ocioso que un buen día comienza a entretenerse con un peatón, el cual cojea. Un día, sin embargo, se da cuenta que cojea de la otra pierna. Como que no entiende nada de nada, decide interrogar al pobre hombre de muy malas maneras, incluso amenazándole con denunciarlo.

El cojo le explica que él cojea, sólo, de una pierna. Y que el otro cojo es su hermano gemelo, el cual cojea justamente de la pierna contraria. Todo ello ha ocurrido porque se han peleado. Ahora viene lo más sorprendente y escalofriante del cuento: el hermano interrogado le enseña al protagonista un hacha que lleva escondida bajo la ropa y le confiesa que está buscando a su hermano para matarlo.

A todo esto, el narrador-protagonista no tiene más remedio que comerse su orgullo y decidir que nunca más se metería en la vida de los demás, porque sólo comporta que problemas.

En definitiva, una brillantísima crítica social sobre la hipocresía y la volatilidad de los valores humanos.

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