«Luna, The Show»: ingenio y buen humor en una gran velada erótica
Por Horacio Otheguy Riveira
Sólo sábados por la noche: una noche desnuda con sorprendentes estriptis entre aventuras sexuales posibles e imposibles por un sexteto de artistas de primera… para una fiesta en la que todo está permitido.
Un sexteto dinámico que enlaza cuadros musicales con el sello inconfundible de los productores y directores del Teatro Alfil: Yllana, que en otro horario parodia de manera magistral el cine negro (The GagFather), pero cuando llega la noche más noche de la nocturnidad alevosa y lúbrica esgrime parte de su mucha artillería escénica en teatro para adultos: cabaret, coreografías envolventes, humor directo de palabra, brillante teatro gestual, canciones de alto standing, y el juego del amor-amor y la vida ardiente lo más abierta posible: de piernas e intenciones. Orgiástica y emblemática, esta Luna, The Show renueva su esplendor para que vuelvan a verla los que aún no lo hicieron, y para que debuten a todo dar nuevos espectadores.
En un encadenado de situaciones que oscilan entre lo hilarante y el más exquisito erotismo con cuerpos bien entrenados, por donde la mayor libertad se pasea por lo pansexual como por los enlaces más disparatados, aprovechando audiovisuales, la presencia de un pintor en escena, y toda clase de artilugios.
Al servicio de una cautivante Luna —diosa generosa que nos auspicia el placer sexual sin culpa ni castigo—, una espectacular maestra de ceremonias convive con una gran galería de personajes, donde, por ejemplo, luce una electricista con su mono de obrera bien puesto, pero muy acalorada, descubriéndose en dos apariciones tan simpáticas como sexis. Muchachos esbeltos, niñas caprichosas, juegos de manos y suspiros virginales que se inician en los deliciosos paisajes de cuantos placeres puedan encontrarse. Y todo en dos partes: la segunda mejor aún que la primera, como mandan los cánones.
De pronto unos espectadores suben a escena para integrarse en la bulliciosa troupe, y participar de una serie de situaciones muy divertidas en las que son homenajeados, acariciados, convertidos en bombones apetecibles, dignos de un revolcón como jamás habían imaginado o, como en la foto de arriba, protagonistas de un culebrón con novia despechada dispuesta a matar con tal de recuperar a su lindo chico.
Y más allá, un monólogo femenino en el que el protagonista es el punto G masculino: «ese dedo en el culo… ese dedo…», el célebre Punto Prostático que da lugar a juego de palabras de vaivén político con las iniciales, y mucho más.
En medio del progresivo deslizamiento del placer y la alegría, la carcajada y el tobogán de un éxtasis inesperado, un espectáculo inolvidable al que apetece volver.
Luna, the show
Dirección: Yllana.
Idea original: José Manuel Ramos.
Textos: Mónica Ramos.
Actores: Camino Miñana, Javier Caraballo, Nayra Ortega, Soraya Sainz, José Manuel Ramos, Carlos García Miranda.
Iluminación: Alberto Fernández Roda.
Sonido: Leonardo Lapeña.
Video y Mapping: Leonardo Lapeña.
Escenografía y Atrezzo: Fabián Gutiérrez.
Coreografía: Javier Caraballo.
Estilismo: Raúl Estrada.
Maquillaje: Carmen García Arranz.
Producción: José Manuel Ramos, Carlos Oviedo.
Fotografía: Nacho Arjonilla.
Diseño gráfico: Pedro Resina.
Un espectáculo curioso y diferente. Una pena no haberlo escuchado antes para haber ido a disfrutarlo. Este tipo de shows son realmente entretenidos, sugerentes y divertidos.