Tú… y tu final de siglo XX

Por Octavi Franch

En 1985 salió al mercado una colección de 17 cómics del inigualable humorista gráfico y social Forges. A través de dos de sus irreverentes y habituales personajes, Crisp y Son, nos ofreció una serie de monográficos sobre grandes y recurrentes tiempo de la época. Justamente el domingo pasado, en una feria de artículos de segunda mano en Barcelona, ​​conseguí su primer ejemplar: Tú… y tu final de siglo XX.

En este número, Forges nos presenta una recopilación de los supuestos mejores inventos del siglo XX, tales como:

• Las hamburguesas: en una viñeta dos trabajadores de la hamburguesería se ríen de un cliente porque ha pedido la hamburguesa extra royal quality, como si alguien se creyera que tiene algo diferente que la más sencilla y barata.
• Los restaurantes chinos: en una viñeta el camarero asiático presenta un plato con un montón de nombres complicados y uno de los clientes dice que son, simplemente, «cloquetas»).
• La cocina macrobiótica: de donde destacamos dos viñetas: una en la que los camareros creen que lo mejor es servir un buen par de chuletones para que los clientes dejen de llorar, y otra en la que una mujer le dice al su marido, muy preocupada después de captar la radicalidad de su dieta, si al menos se ha encontrado a sí mismo.
• Las mejoras ambientales.
• Las lentes de contacto: en la que se critica el hecho de que si pierdes una después acabarás en el hospital por dolor de espalda.
• Los miniauriculares autónomos.
• Las inapreciables bandejas de hielo: aquí también destacamos dos: la primera en la que los invitados exigen al anfitrión que sea él el que vaya a buscar más hielo, y la segunda en la que el hombre de la casa amenaza, escopeta en mano, a los cubitos para que salgan uno a uno.
• El refugio nuclear deseado.
• Las necesarias ortodoncias: en que un hombre intenta seducir al dentista después de escuchar el importe de la factura de lo que le ha hecho a su mujer en la boca.
• Los tests de inteligencia.
• Los enormes almacenes: de las que destacamos la tercera en que un dependiente le dice a una clienta que su tarjeta de crédito ha fallecido porque la ha utilizado 326 veces ese mismo día, y la última en la que una mujer se dispone a recoger a su esposo en la guardería de maridos.
• Las máquinas expendedoras.
• Los dispositivos increíbles: en que hay una divertidísima conversación a través del portero automático, y en el que un hombre le dice a su hijo que baje el volumen de la tele y recoja su (la del padre) oreja del suelo.
• Los insólitos inventos insólitos.
• Otros insólitos inventos.

Ojalá pueda encontrar los 16 restantes y tener la colección completa, porque Forges, entre otras virtudes, tiene la de la atemporalidad tanto en su trazo como en sus textos.

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