Rosario Guarino: “La literatura no es verdad ni mentira, es ficción”
Por Guillermo de Jorge
Rosario Guarino Ortega, Barcelona, reside en Murcia desde hace más de 30 años. Doctora en Filología Clásica por la Universidad de Murcia, ejerce la docencia como Titular de Filología Latina, impartiendo clase en las titulaciones del grado en Filología Clásica, en Historia del Arte y en Estudios de Lengua y Literatura Españolas. Miembro de la International Plutarch Society, Rosario Guarino tiene diversas publicaciones científicas, destacando sus monográficos sobre el estudio de la exégesis del Ibis, poema del escritor romano Ovidio desde la Antigüedad a nuestros días, una traducción del mismo, y un manual sobre la Mitología Clásica en el Arte. Palimpsesto Azul de la editorial Raspabook, prologado por el escritor Santiago Delgado, es su primer poemario y acaba de salir su segunda edición, de la cual se han realizado traducciones al inglés, al italiano y al búlgaro.
Después de estar sumergida en esa enriquecedora Grecia antigua, entre dioses mitológicos, historias increíbles, grandes amores y continuas metamorfosis ¿Qué supone este libro para ti?
Este pequeño poemario es mi opera prima en cuanto a creación se refiere. Mis anteriores libros tienen que ver con la investigación filológica, de modo que significa de algún modo una ruptura, que, al mismo tiempo, yo vivo como complementaria.
¿Tú querías presentar un poemario de amor tan al desnudo ante el lector?
Yo quería expresar cosas que siento, que he vivido, o que me han sugerido mis lecturas y experiencias. Sentía esa necesidad, y aunque parezca extraño no me planteé hasta que estaba en imprenta que de algún modo me desnudaba ante el lector, como tú dices. Pero superé pronto el pudor. La literatura, como nos decía en clase de Teoría Literaria el profesor y crítico literario José María Pozuelo, no es verdad ni mentira. Es ficción.
Títulos atractivos como: “Ne me quitte pas”, o “C´est fini” en una lengua tan moelleux y predispuesta a enamorar ¿Por qué, o qué sugieren?
Bueno, la verdad es que el título es siempre lo último que decido. A veces se me resiste, pero otras aparece espontáneamente y me convence de que es precisamente ese el que debe ser, y no cualquier otro. Me considero filóloga en el sentido más amplio del término: amo los idiomas, y trato de aprender continuamente, no sólo palabras en otras lenguas, sino también el pensamiento que traslucen. Entre mis títulos hay algunos en francés -que me parece una lengua exquisita para expresar el amor- pero también en italiano o alemán (con su fonética áspera y dura). He traducido escritos míos al latín o al catalán, tratando de adaptarlos a formas de expresión que no me son ajenas, y tengo amigos que han hecho traducciones de algunos de mis poemas a sus lenguas maternas (búlgaro, inglés e italiano por el momento). Me encanta oír como suenan, y enfrentarme al reto de reflejar en otro idioma palabras y sentimientos.
Amigos comunes tuyos y míos, como son Santiago Delgado y Soren Peñalver, hablan muy delicadamente de este trabajo, ¿eso es bueno para la obra, no?
Eso no sé si es bueno para la obra, pero sí lo es para mí, porque son personas a las que -al margen de su valía intelectual- me honra contar entre mis amigos y puedo asegurar que su calidad humana es aún mayor que su intelecto y lo que representan para el mundo de la cultura. También me han hecho elogiosas críticas Vicente Cervera, Noelia Illán, Antonio Vicente Frey, Jerónimo Martínez Cuadrado, Vicente Cristóbal o Eloy Sánchez Rosillo. A todos ellos agradezco su generosidad y el aprecio que hacen tanto de mi persona como de mi producción.
Dejando a un lado los intereses comerciales y otros, cimentados en torno a estos catorces de Febrero, ¿qué representa el día de hoy para quienes están enamorados?
Estoy convencida de que no hay un día para amar, como no hay un día para escribir o para leer, pues no concibo la vida sin amor o sin literatura, pero ya que en general nos gustan los ritos y buscar fechas significativas que nos sirvan de pretexto, bienvenidas sean si consiguen su propósito. Para mí un libro es el mejor de los regalos siempre. También por San Valentín.
Tu poemario está repleto de pasajes que hacen referencia al amor ¿crees que ayudará a alguien a desvelar sus propias formas de amar y de sentir?
No creo que desvele nada. Desde luego no es mi propósito. Desde el principio de los tiempos el Hombre ha amado y odiado, y creo que en esencia seguimos siendo iguales que nuestros ancestros. Las pulsiones primitivas son comunes en el género humano. Lo que sí es posible que ocurra -y de hecho así me consta que ocurre, porque algunos lectores me lo han dicho- es que haya quien se reconozca o se identifique en mis palabras. A todos nos ha pasado alguna vez leyendo a otros, y creo que es muy gratificante que así sea, tanto para el lector como para el autor. La obra no se completa hasta que alguien la lee, y cada lector aporta a la lectura su propia experiencia, personal, intrasferible e irrenunciable.
Si me atrevo a decirte que tu poemario sabe a erotismo, ¿Tú, que contestarías a ello?
Creo que las referencias eróticas son sutiles, tanto que a veces pueden pasar desapercibidas, pero es cierto que las hay, y me alegro que las hayas captado. Me parece que en el amor de pareja el erotismo es una parte muy importante -aunque desde luego no la única- y puesto que la temática de Palimpsesto Azul es amorosa, no podía faltar.
¿Por qué nadie quiere olvidar Alhambras, árboles, sombras ni susurros emocionados?
Porque como reza el título de mi poemario, somos un palimpsesto: las vivencias se marcan en nuestra piel y pasan a formar parte de nosotros, y aunque en ocasiones ciertos recuerdos nos puedan causar dolor y tratemos de olvidarlos, otros permanecen y es agradable rememorarlos para volver a vivirlos por un instante, o crearnos la fantasía de que siguen ahí y que basta liberar el pensamiento para rescatarlos.
Neruda conquista con su poesía; fue conquistador de amores diversos ¿eso pudo servirle para transmitir mejor su versos?
La experiencia personal es importante, pero no garantiza que uno sea capaz de trasmitir más ni mejor. Creo que Neruda es ante todo Poeta, con mayúsculas, y por eso llega al alma y nos conmueve.
¿Qué querrías para esta obra?
Aunque pueda resultar pretencioso, me gustaría que me sobreviviera, desde luego, y que justificara una larga vida por haber dicho algo a alguien en algún lugar. Y si es a muchos, mejor que mejor