Plátano por el potasio
Por: Octavi Franch
Unos días atrás, en una de mis maratonianas jornadas laborales y profesionales en Barcelona, pude disfrutar de una de las mejores actuaciones que he visto y escuchado en mi vida en el metro de la Ciudad Condal.
Como ya hace más de 30 años que me muevo solo por el mundo, estoy totalmente acostumbrado a presenciar espectáculos de todo tipo en el tren suburbano que recorre las entrañas de la ciudad fundada por el primer emperador de Roma. Y la verdad es que he sido espectador de muchos y buenos números de música, baile, danza, circo, teatro y otras artes escénicas que ahora mismo no me vienen a la cabeza.
Pero esta actuación fue especial. Y os diré por qué. Como ya sabéis, soy un friqui de la música en general y del rock en particular y del hard-rock en particularísimo. Pues resulta que entran en mi vagón dos músicos, un cantante y guitarrista y un percusionista, e interpretan una brillantísima y pegadiza (en clave positiva) canción titulada (por lo que he podido investigar sobre el tema) Plátano por el potasio. Sí, cantan en castellano aunque la letra, al menos de esta canción, es en parte también en inglés.
La canción en cuestión es una maravilla armónica que funciona desde el primer acorde y la primera nota de la melodía. Tanto da la letra. Ya se intuye por dónde van los tiros… Porque si analizásemos las letras de las canciones que más nos gustan, alucinaríamos tanto en clave negativa que, muy probablemente, odiaríamos a nuestros grupos y solistas favoritos por siempre jamás. Bien, en definitiva, que este dúo de imagen punk son parte de un grupo que se llama Carne de Satán y hacen, como se informa en su facebook, hell-rock. No sé exactamente qué es el hell-rock, tengo que acabar de documentarme. Pero me imagino que es el rock influenciado por las doctrinas del Diablo, tipo Black Sabbath, Kiss, Led Zeppelin y algún otro grupo de la misma época y tipo de rock.
La banda está liderada por el cantante-guitarrista Leo y por el batería (ocasional percusionista en pequeño formato) Eskul. También tienen a un bajista para los conciertos encima de escenarios, pero todavía no he podido averiguar cómo se llama. Y, hace un tiempo, grabaron un minielepé titulado Ezkeletroziz donde constan canciones, aparte de la ya mencionada, como La maldición del faraón, Carne de hippie y Carné de identidad.
Pero lo que más me sorprendió de su actuación en el tren intraterrestre de la antigua Barcino es que, al menos en mi vagón, yo fui el único que les aplaudió y les dio dinero. Incluso, una mujer se levantó y se cambió de sitio, como indignada por la música. Vamos a ver, a uno le puede gustar o no que le amenicen el trayecto con un espectáculo, normalmente musical. Pero a mí no me molesta, al contrario, que un artista me ofrezca gratis su talento natural y original. Yo lo que no soporto es que un supuesto músico me interprete el refrito repertorio de clásicos de la historia musical, normalmente con un violín o un acordeón, sin aportar nada nuevo a la música. Eso sí que es para cambiar de vagón e incluso de medio de transporte público.
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Completamente de acuerdo! Hace poco tuve la suerte de presenciar una actuación de ellos en el metro, e hice exactamente lo mismo, me puse d pie y aplaudí como una fan enloquecida. Tocaron “Carné de Identidad” y es brutal, la canción y la actuación que se montan en un momentico en cada vagón, con canciones suyas. Que me dieron ganas de irles siguiendo y no bajarme del vagón, jeeeeejejjejejeee!
Un placer leer esta entrada, un saludo!
Se cambió por el olor corporal y alcohol que envuelve al ” artista”.
Hay much@s que huelen peor en los vagones y no aportan nada.?