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“El Público” de Federico García Lorca, riesgo superado con gran puesta en escena

Por Abel Farré

Tener la posibilidad de ver la puesta en escena de esta obra de Lorca, es algo más que un regalo de Navidad, pues las décadas pueden seguir pasando hasta que llegue un nuevo director que se vea capaz de empuñar dicho texto y transformarlo en hechos e imágenes inteligibles, para un público tal vez “al aire libre” que lucha con o sin máscara para situarse “bajo la arena”.

En este caso ha sido Àlex Rigola quien ha tomado el mando y nos presenta esta coproducción del Teatro de la Abadía y el Teatre Nacional de Catalunya, que podemos ver en Barcelona hasta el próximo día 3 de Enero.

 

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Dejando de lado los hechos biográficos que acompañaron la obra, relacionados con la situación emocional del autor, los cuales han acabado llenando hojas y hojas de prensa más rosa que cultural.

Dejando de lado los artículos de los críticos que aseguran que la obra parte de los desengaños amorosos con Salvador Dalí y Emilio Aladrén, y del descontento en torno a su propia figura de autor, por el hecho de que Lorca se empezaba a preguntar si realmente lo que quería transmitir en sus obras era lo que el público esperaba de las mismas o lo que realmente él se sentía con necesidad de contar.

Lo importante de aquí es ver óomo la puesta en escena que nos presenta Àlex Rigola, nos permite la posibilidad de salir de la sala con el convencimiento de que la intención de Lorca ha sido transmitida por buen conducto.

Es difícil transmitir el carácter onírico o bien de la propia conciencia del autor mediante la ayuda de esos flecos de color plata que a modo de cortinas nos cubren la sala, para así intentar emprender un viaje en el interior del autor.

Es difícil seguir esas idas y venidas de esos caballos “desnudos” que nos representan, sin necesidad de palabras, el deseo y la pasión; o bien dar explicación a esa apertura de escotillones, para poder llegar a entrar en ese teatro “bajo de la arena” que representa el drama auténtico. El teatro que se quiere alejar de ese teatro “al aire libre”, de lo burgués, de lo superficial…

Pero la verdad es que todo este conjunto apunta eficazmente a mostrar ese Lorca que se encuentra en sumas contradicciones. Unas contradicciones que van desde la figura de la homosexualidad hasta el hecho de pensar si lo que muestra él al público con su teatro, forma parte de su necesidad, o bien del que se sienta en la butaca.

Con lo cual, el gran trabajo de Àlex Rigola consiste en hacernos llegar mediante más hechos que palabras lo que la obra nos quiere transmitir. Y si hablamos más de hechos y acciones que de palabras, es más que nada porque el texto en sí es complejo sin lectura previa.

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Excepcional Irene Escolar, después de éxitos importantes como «Agosto», «La Chunga», «El cojo de Inishman»…

El espectador debe abandonarse por completo ante cada momento de la obra, y afinar cada uno de sus sentidos para tomar conciencia de ello.

Tras dicha escenificación, juegan un papel muy importante cada uno de los catorce actores que aparecen, los cuáles desempeñan un trabajo versátil que se sitúa al mismo nivel del director. Destacaría sobre todo la interpretación de Irene Escolar en el papel de Julieta y de Nao Albert, no tan sólo por la escena que como Caballo Blanco 1 interpreta con Julieta, sino por el Solo del Pastor Bobo.

El Pastor Bobo, esa canción que se sitúa entre el Cuadro 5° y el Cuadro 6°, justo antes de la escena final y que nos llega como un soplo de aire fresco. Pues la misma aparece como una traducción de la obra en sí, a través de esas notas musicales que escupen “máscaras” por todos sitios.

Con la misma honestidad con la que Lorca encaró la obra, para tomarse la libertad de hablar de lo que era lo convencional y su homosexualidad, y de lo que era escribir a gusto del público o a su gusto. Honestamente diría que la obra es muy apta para quien busque ver con claridad cómo los hechos y las acciones pueden transmitir más que las palabras, pues las mismas a veces se nos escapan aunque brillen por sí solas.

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El Público, de Federico García Lorca – Teatre Nacional de Catalunya

Sala Gran. 17/12/2015 > 03/01/2016

Director: Àlex Rigola

Con: Nao Albert, Jesús Barranco, David Boceta, Juan Codina, Laia Duran, Irene Escolar, María Herranz, Jaime Lorente, David Luque, Pau roca, Jose luís Torrijo, PepTosar, Jorge Varandela, Nacho Vera, CuillermoWeickert.

Fotografía: Teatre Nacional de Catalunya

 

 

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