La pasión de ser mujer
«Uno de nuestros propósitos es resaltar aquellas características de la persona tras el personaje público. Queremos humanizar a nuestras mujeres, penetrar sin pudor en sus vidas y descubrir algunas de sus experiencias, en ocasiones desconocidas, en otras, distorsionadas por la historia oficial».
Actualidad editorial:
Eugenia Tusquets y Susana Frouchtmann unen esfuerzos para escribir La pasión de ser mujer (Editorial Circe), libro que recoge una docena de testimonios femeninos con un nexo común: la voluntad de superación y la ambición de existir en plenitud. La verdad oculta de doce mujeres que han dejado su huella en la historia y destacaron su condición femenina en su particular manera de vivir.
Una diva del bel canto que optó por entregarse a la felicidad amorosa; una filósofa que marcó el pensamiento del siglo XX; una First lady que trascendió el estereotipo y se convirtió en referente social; una monja que decidió hacer realidad el sueño de acercarse a Dios sin interferencias mundanas… Hedy Lamarr, Madame de Staël, Maria Callas, Emilia Pardo Bazán, Virginia Wolf, Raquel Meller, Eleanor Roosevelt, Remedios Varo, Hannah Arendt, Mercè Rodoreda, Anaïs Nin, Teresa de Ávila. Diversos ejemplos individuales para una misma realidad de fondo: mujeres que tomaron conciencia de su propio ser y actuaron aprovechando sus capacidades, muchas veces chocando contra la inercia de un mundo marcado por el sello masculino.
Cada una de las dos autoras nos muestra una faceta distinta de esas mujeres. Así Eugenia Tusquets recrea aquella parte de sus vidas que las ha transformado en un personaje digno de atención, ese episodio revelador que ha quedado escondido tras la nube de su fama y la narración a veces ambigua de su existencia. Susana Frouchtmann delimita el contexto en el cual se produce esa transformación privada, en forma de crónica periodística-biográfica que completa cada perfil y hace comprensible la verdadera envergadura de lo que, de otra forma, parecería un mero relato anecdótico. En algún momento, todas ellas debieron decidir si seguían el camino marcado por la sociedad de su época o el que les imponía su ser interior. El resto ya pertenece a la Historia.
Eugenia Tusquets desarrolló su vida profesional como pintora, tanto en EEUU como en Europa; ha trabajado como traductora y autora de guiones de televisión y artículos sobre arte; en 2007 publicó su primera novela El cuadro perdido de Picasso y más adelante La seducción del gintonic y Tú eres mi asesina. Susana Frouchtmann, periodista y escritora, ha colaborado en diversos medios como La Vanguardia o El Periódico; ha sido directora de salones de moda en la Feria de Barcelona, de Relaciones Externas y Prensa en el MNAC y asesora de Comunicación Cultural; es autora, entre otros libros de Mi cáncer y yo (2009) y de la novela Estación de Milán (2014).
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La pasión de ser mujer. Eugenia Tusquets y Susana Frouchtmann. Editorial Circe, 2015.
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Hedy Lamarr, actriz austríaca de belleza deslumbrante, escapó de un primer marido que la mantenía prácticamente enjaulada y se trasladó a Hollywood, donde triunfó. Contra todo pronóstico, desarrolló allí su gran inteligencia científica inventando un sistema de comunicación de código indescifrable, origen de nuestras actuales comunicaciones inalámbricas.
Madame de Staël aprendió enseguida que el dinero nos hace libres. Gracias a su cuantioso patrimonio pudo disfrutar de una absoluta libertad intelectual y sexual. Fue una gran activista que se enfrentó a Napoleón por defender sus ideas feministas y políticas.
Tras obtener como soprano todo el reconocimiento que anhelaba, Maria Callas dejó todo por amor. Amor mal correspondido. Trágico, incluso. No podía ser de otra manera tratándose de una prima donna, y además griega. Pero la función de su vida, la dirigió ella misma.
Emilia Pardo Bazán fue una mujer instruida y gracias a ello totalmente independiente, libre, comprometida con la política, las letras y los derechos de las mujeres. Su obra comprende más de un centenar de textos de todos los géneros posibles.
Virginia Woolf no podía ser feliz; su naturaleza se lo impedía. Pese a ello tuvo una vida intensa, dichosa a ratos, apasionada, otros. Escritora siempre. Se fue a los cincuenta y nueve años dejando tras de sí la impronta de uno de los mayores mitos literarios.
Salió de la nada, pero su talento, inteligencia y belleza hicieron de Raquel Meller la artista mejor pagada en un mundo que ella supo dominar con maestría. Diseñó meticulosamente su carrera profesional, París se rindió a sus pies y llegó a rechazar contratos del mismísimo Chaplin.
Eleanor Roosevelt contaba con un apellido ilustre y predestinado a una vida de privilegios. Aceptó su sino hasta que, ya madre de seis hijos, supo que su matrimonio era una farsa. Emprendió entonces un nuevo camino: fue libre en lo personal, comprometida con la sociedad, cómplice de su marido y amante de sus amantes.
A muy temprana edad, Remedios Varo demostró su pericia en dibujo y composición. Nacida y criada en España, huyó de dos guerras y acabó exiliada en México, donde han convertido su obra pictórica en patrimonio artístico nacional.
Hannah Arendt, discípula de Heidegger y Jaspers, fue una filósofa que se definía a sí misma como teórica política, desafió al mundo con sus polémicos análisis del turbulento momento histórico que le tocó vivir.
«Escribo porque me gusta escribir. Si no me pareciera exagerado, diría que escribo para gustarme a mí», dijo Mercè Rodoreda. Tras dejar atrás todo su pasado y vivir autoexiliada de forma precaria, consiguió ser la escritora en lengua catalana más influyente y traducida.
Fantasiosa, voluble, osada, enamorada de un padre ausente, Anaïs Nin escribió la historia de su azarosa vida en los Diarios tal vez más famosos de la literatura contemporánea. Sin olvidar sus provocadoras incursiones en la literatura erótica.
Santa Teresa de Ávila ansió la gloria que proporciona casarse con Dios. Con tal esposo se convirtió en guía y escritora mística, en maestra de la vida espiritual cristiana más famosa de todos los tiempos.
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