Juan Delgado, un descubrimiento
Por Mariña Alonso López
El otro día me encontré con Juan delGado (Cartagena, Murcia, 1965) por el centro de Vigo y nos fuimos a comer juntos. Acabábamos de coincidir en el montaje de su proyecto – una videoinstalación que profundiza en las contradicciones de la gestión alimentaria – en la Fundación Laxeiro (Vigo). The flickering Darkness se expone por primera vez en España y nos habla de los sempiternos abusos de poder y de la nefasta distribución de riquezas. Así, y para justificar el propio contenido de la obra, el artista convierte el mercado Corabastos (Bogotá) en el centro neurálgico sobre el que gira todo el discurso. Con una superficie de 420.000 metros cuadrados y un trasiego intensísimo de personas cada día, este mercado es el más grande de Latinoamérica y un elemento inapreciable para la narración de esta historia. La comida y el proceso en la que ésta no es dada a través de diversas plataformas es la herramienta de estímulo a la reflexión del espectador. Reflexión necesaria en toda la producción artística de Juan delGado. Alejado de cualquier misticismo hipersensibilizador, el auténtico meollo del trabajo de este artista murciano es detenerse en lo que aparentemente se nos pasa desapercibido más que en aquello de la crítica social. No hay juicio, no hay intención explícita, sólo la exhibición de imágenes que debe interpretar el público.
Afincado desde principios de los años 90 en Londres – ciudad que reconoce poco agradecida desde el punto de vista humano – este lugar le ha permitido iniciar muchos de sus proyectos. No extraña la falta de responsabilidad y apoyo cultural en España, ni siquiera se puede decir que eche en falta el mar de su tierra. Pero siente verdadero placer con una tortilla de patatas – parece ser que en Inglaterra comer, comer, no se come muy allá –.
Entre sus proyectos (cargocollective.com/JuandelGado) se encuentra The Ringing Forest (2014), otra videoinstalación que evoca el entorno propio de la naturaleza; un bosque, agua, vida animal, sonidos. Una pieza que traslada al espectador la realidad interior del artista, los sonidos extraños y sórdidos que su pequeña sordera le produce. Sailing out of Grain (2012) es el resultado de un día con Hilary Lister, una mujer paralítica que logra tripular su propio barco y que se convierte en un prototipo de lucha y tenacidad.
Hace unos días me escribió. Su próximo proyecto, Altered Landscapes, le llevará hasta Grecia. Buena suerte, Juan.
