Entrevista a Mónica G. Álvarez a propósito de Las caras del mal
Por: Elisabeth Alabarce (@EliAlabarce)
«Me gusta sacar a la luz a asesinos desconocidos con historias tremendamente interesantes», así se confiesa Mónica G. Álvarez.
Es periodista y escritora de unas novelas que, si algo las caracteriza, es que requieren un gran proceso de documentación. Su primera publicación fue «Guardianas nazis. El lado femenino del mal» (2012), y un año más tarde dio a luz «Las claves de infierno de Dan Brown». Su última obra se titula «Las caras del mal» (2015), en ella se analizan a través de la psicomorfología los diferentes rasgos que caracterizan a asesinos, terroristas o pedófilos.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con la maestra creadora de estas obras, sobre la historia que se narra en «Las caras del mal», el proceso de documentación, la tarea de escritura del relato, y su trayectoria como escritora.
Eres una mujer muy polifacética, no solo escribes novelas, sino que también eres periodista en La Vanguardia, Onda Cero, Revista Enigmas, Historia Iberia y RNE. ¿Cómo logras compaginarlo todo?
Cuando uno trabaja en lo que le gusta encuentra tiempo hasta debajo de las piedras. ¡O eso intento!
“Las guardianas nazis, el lado más femenino del mal” en 2012, “Las claves de Infierno de Dan Brown” en 2013 y ahora llegas con “Las caras del mal”. Empezaste en 2012 y no has parado, ¿por qué te has sumergido ahora en el mundo de la literatura y no antes?
Antes estaba centrada en la radio y la televisión, aprendiendo de grandes profesionales y buscando ideas innovadoras que escribir. En cuanto me dieron la oportunidad de escribir, no lo dudé en absoluto.
Tus tres libros tratan temas muy interesantes, pero a la vez un tanto misteriosos y, casi me atrevo a decir, “tabús”. ¿Por qué eliges este género más negro en vez de, por ejemplo, el romántico, que parece ser más comercial?
Porque la maldad lleva implícito un contexto psicológico que me apasiona. La mente humana me fascina y sobretodo aquella en la que el Mal está presente. No entiendo qué es lo que le puede pasar por la cabeza a un asesino antes de un crimen. Como no lo comprendo, lo investigo, escudriño y analizo sus vidas. Mi naturaleza se inclina a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza de ahí que me inquiete tanto el crimen y la depravación.
En tu propia página web podemos encontrar un aperitivo de “Las caras del mal”, pero me gustaría que me explicaras con tus propias palabras qué es lo que va a encontrar el lector en la novela.
Se trata de 39 capítulos donde explico la vida de pederastas, asesinos en serie, parricidas, magnicidas, terroristas, dictadores… A través de dichas páginas, el lector encontrá de una manera ágil y novelada la historia de dichos protagonistas antes, durante y después de sus crímenes. Tras esta primera toma de contacto, podremos leer un análisis psicomorfológico donde descubriremos qué es lo que dice el rostro de cada criminal. Porque a través del análisis facial de todos los elementos de nuestra cara podemos descubrir qué personalidad psicológica, psicopática y qué frustraciones y vivencias ha tenido cada individuo. El lector se encontrará en un tesitura moral donde primero juzgará al delincuente por sus actos pero inmediatamente después le surgirá un conflicto al conocer qué dice su cara.
Estamos en un momento en el que se están desvelando varias tramas de corrupción, los medios dan más cobertura que antes a los casos de terrorismo, violencia de género, etc., y tú decides publicar un libro donde analizas el rostro de parricidas, pederastas, violadores… ¿Qué hecho fue lo que encendió la mecha y te llevó a escribir “Las caras del mal”?
Mi naturaleza curiosa y de investigadora que tengo. Esa necesidad por conocer a fondo a quien tengo delante. Me ocurre siempre que viajo. Me gusta observar a los que me rodean y “adivinar” en la medida de lo posible cómo serán sus vidas y quiénes son ellos. Las apariencias siempre acaban engañando, de ahí mi afan por descubrir lo que oculta el ser humano.
¿Por qué decides introducir la psicomorfología en la historia? ¿No lo veías un poco arriesgado sabiendo que es una ciencia desconocida para muchos?
Quien no arriesga no gana, dice mi madre. No me considero una persona de restos fáciles sino todo lo contrario. Me gusta trabajar a gran escala, con retos complicados que implique riesgo. En este caso, sabía perfectamente que podía equivocarme en mi planteamiento pero para eso está la investigación previa, para conocer a fondo una técnica que precisamente he empleado no solo conmigo misma sino con aquellos que me rodean o que no conozco.
¿En qué te basaste para seleccionar a unos determinados dictadores, terroristas, asesinos o pederastas y no a otros?
Su historia, no solo la conocida por la gran mayoría sino la que escondían. Me gusta “sacar a la luz” a asesinos desconocidos con historias tremendamente interesantes no tanto por sus crímenes, que también, sino por quiénes fueron antes de matar. Me he llevado grandes sorpresas con algunos de estos criminales.
¿Cómo fue el proceso de documentación y de redacción?
Largo, difícil y laborioso. Cientos de horas leyendo libros, reportajes, artículos, hablando con expertos para conseguir la información de cada delincuente, viendo reportajes, contrastando información en periódicos y otros medios de comunicación, visitando bibliotecas para encontrar la documentación necesaria… Siempre me gusta conocer cada rincón de la vida de los protagonistas sin dejar ningún cabo suelto.
¿Cuánto tiempo te ha llevado en total escribir “Las caras del mal”?
Casi dos años entre la investigación, redacción y demás.
¿Tenías ya conocimientos previos sobre la psicomorfologia?
No tenía ninguno, solo conocía de esta ciencia gracias a mi labor de investigación. Un día me topé en uno de los medios para los que trabajaba a un especialista en la materia, le entrevistamos y me apasionó el tema. Durante casi seis años estuvo esta información en el cajón hasta que me decidí convertirla en libro.
¿A qué tipo de lector va dirigido “Las caras del mal”?
A todo aquel que desee aprender sobre el ser humano, sobre sus pasiones y frustraciones; que quiera escudriñar sobre la maldad y sus variantes. Para aquel que se fascine por la historia del crimen.
¿Tienes en mente ya alguna historia que contar en un futuro libro? ¿Seguirías por la vía del misterio, los enigmas y las conspiraciones?
Tengo ya firmado el quinto libro con la editorial Planeta y estoy muy feliz. No tiene que ver tanto con los enigmas ni el misterio, sino más bien con la Segunda Guerra Mundial. En mi nuevo libro vuelvo a esa época trágica de la historia para darle un poquito de luz a unas historias que me han conmovido y me han llegado al corazón. Pero como comprenderás, desvelaré el secreto a su debido momento.