Burka Teatro enamora con «La Batalla», abordando con éxito `la eterna espera´
Por Sara Zambrana
A los emigrantes que buscan su lugar en el mundo y a los que los acogen. A los que se buscan, a los que no se rinden y se atreven. A los que no saben. A los que perdonan y entienden. A los que desean y aman. A la madre de la madre que me parió.
Estas líneas forman parte de los agradecimientos personales que la compañía Burka Teatro, dedica por motivo de su obra La Batalla, representación que se pudo disfrutar dentro del XVIII Certamen Nacional para Directoras de Escena, que se celebra los días 23, 24, 30 y 31 de octubre en la ciudad de Torrejón de Ardoz (Madrid). Las finalistas y seleccionadas fueron la rusa Regreso al hogar (Irina Kouberskaya, Tribueñe Teatro), la española La Batalla (Aranza Coello, Burka Teatro) y la argentina Ayuda (FefaNoia, Los Lunes), representándose esta última el viernes 30 y siendo la Gala de entrega de premios Oceanus (María Caudevilla, Baraka Teatro) el sábado 31.
A muchos sorprenderá, si deciden ir a visitarlo y no lo conocían –como fue mi caso–, el ya largo recorrido del Teatro José María Rodero (C/ Londres, 3), al igual que la calidad y la audacia que caracterizan a su programación. Eso sí, hay que reconocer que la mayoría del público estaba compuesta por jubilados de ambos sexos, lo que no resulta ningún problema pero, quizá, evidencia la necesidad de una mejor y mayor difusión del centro, pese a estar en una ciudad a las afueras de Madrid.
Burka Teatro se presentó a este certamen con una obra aparentemente sencilla y humilde: La Batalla trata el asunto de la espera, de lo que supone la espera en las relaciones amorosas y del anhelado regreso del ser amado –sobre esa en principio dulce y excitante espera que, sin embargo, se vuelve tan amarga, frustrante y desesperante cuando se prolonga en el tiempo–, al igual que del recuerdo, las ensoñaciones y los desengaños. Muchos poetas, escritores, dramaturgos, directores de cine o artistas han hecho de este acto doliente el centro de sus obras mas, en ésta, escrita y dirigida por Aranza Coello (Santa Cruz de Tenerife, 1975), se combinan tres tiempos, tres mujeres y, claro está, tres formas de vivir durante la espera, o mejor, tres modos de pensar acerca de la espera.
Dije arriba que es aparentemente sencilla y debo explicarlo: sencillez y humildad en su escenografía, su vestuario y su pequeño reparto pero, no obstante, todo ello en busca de una puesta en escena intimista, sin apenas artificios teatrales, alejándose por completo de la espectacularidad, focalizándose en las interpretaciones y por ello, logrando la empatía del espectador. Así es, las actuaciones de Aranza Coello, Pilar Duque e Irene Maquieira son absolutamente maravillosas, revelándonos el talento, la inteligencia, el constante trabajo y el infinito amor que hay detrás de esta producción cuyo germen se encuentra en el Máster en Creación Teatral de la Universidad Carlos III de Madrid; así como exigen durante toda la obra la atención e implicación del público, rompiendo la cuarta pared de forma magistral y recreando escenas y espacios con apenas recursos, casi tan sólo ellas y el a veces vindicativo e irritado, otras tierno y dulce, o potente y filosófico texto. Quizá los únicos elementos más palmariamente artísticos y que nos hagan salir más del tono de la obra sean la danza y las coreografías, pero son igualmente de una delicadeza y belleza que hacen más que justificado su protagonismo. Lo mismo ocurre con la iluminación pues, en mi opinión, su uso es excelente y claramente profesional.
De acuerdo, estoy perdida. Lo acepto.
Y ¿una vez se aceptan estas cosas? ¿Qué pasa?
La conciencia moderna de una mujer reflexionará sobre el pasado de su familia; sobre la vida de su abuela Francisca, una de tantas mujeres que emigró a América por amor y que pasó toda su vida soportando la ausencia de su marido –ocupado siempre en sus negocios en el extranjero–, con sus cinco hijos y los posteriores nietos, convirtiendo su carácter en uno más agrio y solitario, ahogando sus ilusiones, no durmiendo apenas y aislándose, machacándose entre dudas y hasta delirios para después insultarse por tan sólo plantearse haber puesto en tela de juicio el amor y la dignidad de su marido.
Ambos personajes, la nieta que ahora dice estar perdida y la abuela por ella recuperada, invitarán a una de las más clásicas y representativas mujeres que fielmente esperó a su marido, la Penélope homérica, la que sufre la partida del valiente y poderoso Odiseo (Ulises), su marido, durante veinte años que en los poemas de La Ilíada y La Odisea nos han quedado retratados. Las preguntas, reproches y vivencias en torno a la fiel (o no) espera amorosa, van siendo entrelazadas y representadas para llegar a un final conmovedor y reconciliador, pero abierto a continuas interpretaciones.
¿Qué final te gusta más? Elige el que más te guste y descansa.
Última representación, temporalmente: viernes 30 de octubre. 21 h. Auditorio Municipal Capitol, Tacoronte (Canarias, Tenerife).
Consultar su página de Facebook para conocer más (su página oficial actualmente está en proceso de construcción): https://www.facebook.com/BurkaTeatro?fref=photo
La batalla
Texto y dirección: Aranza Coello
Actrices: Aranza Coello, Pilar Duque e Irene Maquieira
Coreografías: Las Darlins
Escenografía: Aranza Coello, La Cartonería y Antonio del Valle
Iluminación: Miguel Ferrera
Vestuario: Yaiza Pinillos
Producción: Burka Teatro
Diseño gráfico: La Fragua
Material audiovisual promocional: La Suite
Fotografías: Jesús Antón y Aula de las Artes UC3M