Cristina Medina está furiosa y se desahoga «A grito pelao»
Por Horacio Otheguy Riveira
La risa flota en el espacio y se dispersa en la garganta de una cantante de rock que protesta, se divierte, sigue protestando, dice tacos, se hincha a magdalenas, cabreada contra un espectador anónimo… y muchas cosas más en un show diferente a todo lo conocido en la trayectoria de Cristina Medina.
La risa de Cristina se estrella en una garganta cantarina y renace dispuesta a festejar la vida con renovado coraje.
A chillido limpio es como viene ahora Cristina, y para ello arranca con un rock duro, compartiendo la ira contra tantas cosas que nos afectan a todos, con el juego lúdico de ir vestida de Blancanieves, bien dispuesta a liberarse de rabias y tensiones y ayudar a los espectadores a liberarse también: público y músicos «enanitos» liberados por una noche.
Juego de contrastes, creativo encuentro de canciones alocadas con otras de amor y ternura, un momento de meditación para compartir la búsqueda del secreto deseo de cada uno: unas velas encendidas, su carita triste que de pronto se descompone y hace de toda reflexión una sucesión de risas, cascada de diversión extraña, pero gratificante, con un buen bagaje de sorpresas que incluyen una maravillosa copla cantada a capela… de tal manera que un ambiente de intensa e inesperada emoción.
Este show no tiene nada que ver con los dos últimos: Llorar por llorar ni Sólala, extraordinarios espectáculos con los que conocí a Cristina Medina en escena. Es otra cosa. Por un lado se la reconoce poco y por otro resulta conmovedor que salga a compartir con todos nosotros —Ladis and Germanis— su locura temporal, salpicando rabia por los dineros, por la lucha diaria, por la necesidad de liberarse de ataduras, de ser libre… y jugar «en plan bestia» entre la loca ternura de Blancanieves y la perversa madrastra, que llega en la segunda parte, toda de negro vestida, asegurando que
«Soy una hija de mil putas… que se mea en las piscinas municipales, cuando no me da da por patear los contenedores por las calles…»
Una Cristina que es muchas mujeres, después de 20 años al pie del cañón, trabajando siempre con equipos de artistas muy sólidos, creadores comprometidos con el humor personal de esta diva-antidiva, de esta actriz todoterreno que también sale al frente con poemas que intentan atrapar el desencanto para convertirlo en tormenta liberadora.
Creado por: Cristina Medina y Joan Estrader
Escrito por: Cristina Medina
Director: Joan Estrader
Director musical: Jesús Chávez
Poemas y letras: Remedios Crespo y Cristina Medina
Músicos: Nani Conde (bajo); Jesús Chávez (guitarra); David López (batería)
Coach vocal: Natalia Calderón
Diseño de vestuario: Alejandra Hernández
Una producción de Pez en Raya y Nani Conde
Lugar: Pequeño Teatro Gran Vía
Fechas: Hasta el 20 de diciembre 2015 a las 20,30 horas.
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