Entrevista a Adrián Suárez
Por Paloma Rodera
¿Desde cuándo haces arte?
Bueno realmente no considero mis vídeos, ni mis piezas como una obra de arte, para mi eso son palabras mayores. Lo que si trato es que tengan un lenguaje estético interesante y en según que casos emocionar. Más que hacer arte lo que intento es comunicar.
¿Cómo fue tu aproximación a este campo?
Desde hace tiempo llevo trabajando en áreas creativas de la industria de la publicidad lo que hace que te relaciones con mucha gente talentosa. He trabajado como director de arte, y constantemente estás evolucionando en las tendencias y con ganas de hacer cosas diferentes. Desde luego la publicidad para mi no es arte, aunque si toca temas relacionados como la composición, los colores, etc. Como válvula de escape trato de realizar mis trabajos personales en los que hacer lo que yo quiero sin ninguna imposición y en los que poder experimentar, evidentemente con un lenguaje en cierto modo que se acerca al diseño gráfico y publicidad.
¿Qué temas te interesan?
Principalmente hay dos estilos de piezas que me atraen.
Por un lado los tema documentales en donde principalmente me gusta contar historias de personas o comunidades.
Por otro lado un estilo más “vídeoarte” en donde lo más importante es el tratamiento estético.
Me gustan los formatos cortos.
¿Qué quieres comunicar con tus piezas?
Pues por un lado es mi homenaje a estos dos autores que tanto me gustan, y no quiero transmitir más que lo que ellos mismos querían transmitir con su obra. Al fin y al cabo lo único que he hecho yo es darle forma desde lo visual. Se podría decir que de una misma obra literaria existen tantas versiones como lectores existan, ya que la magia de la literatura es que cada persona lo imagina de una forma diferente: colores, olores, atmósferas, etc… Esta es mi forma de imaginármelos y sin lugar a dudas buscaba que además del mensaje en si el espectador quedara sorprendido desde lo visual: el gusto por ver algo bonito, y deseara reproducirlo de nuevo para fijarse en cada uno de los detalles, ya que a cada verso le dediqué su tiempo pensando como se podría reapresentar plásticamente, algunos de una manera más literal y en otros con recursos que pudieran ser más sorpresivos.
¿Cuál crees que es y cuál debería ser el lugar del arte y la cultura en nuestras sociedades actuales?
Pues creo que el concepto de “múseo” debe seguir existtiendo, pero en el siglo de la tecnología creo que debe estar ligado a la comunicación virtual en donde el mensaje sea transversal y puedas conocer el arte de una manera más virtual y generar una experiencia mucho mayor.
El arte debe ser parte de nuestra sociedad y no dejarlo a un lado, como algo que solo gasta de los presupuestos estatales sino como una oportunidad, ya que a través del arte las socideades también evolucionan.
Háblanos de este trabajo, ¿Qué ha supuesto para tu trayectoria?
El Minuto:
En el caso de Bukowski su temática y forma de escribir me encanta. Utiliza temas que a priori no son tan transcendentales, pero que sin lugar a duda lo terminan siendo porque son temas de nuestras propias vidas, del día a día, cuestiones que la mayoría de las personas piensan sin ser grandes filósofos, y que él encara de una manera muy directa. Incluso al terminar de leerlos parece que te hayan dado “una bofetada” que te hace despertar. Concretamente el poema “el minuto” es uno de mis preferidos porque yo tengo cierta obsesión con el tema del tiempo. Siempre me planteo cosas. Por un lado en su forma de representarlo, por qué los relojes tienen que ser circulares, cuando el tiempo es lineal… No me gusta el concepto de reloj y la estructura de medir el tiempo encerrados en relojes circulares en donde todo se repite de forma ciclica que bajo mi punto de vista hace que adoptemos comportamientos rutinarios, o hagamos cosas porque el “tiempo” así lo marca. Nuestras vidas no deberían estar encerradas en concepto de minutos, horas, días… Este poema transmite todo aquello que yo pienso.
Instrucciones para cantar:
Por otro lado la literatura de Julio Cortázar, muy diferente a la de Bukowski en algunos aspectos, también me parece de genio. Aunque si que es cierto que ambos comparten algo y es que su punto de partida es similar ya que parten desde lo cotidiano. Lo que me gusta de los poemas de Cortázar y me inspira es que desde lo cotidiano de pronto y “sin avisar” dan un giro a mundos extraños y subrealistas, pero con un lenguaje muy normal transladando a escenarios mágicos (propios de la tendencia latinoamericana del realismo mágico entre los años 50 y 70). En un principio iba a realizar el poema de “instrucciones para dar cuerda a un reloj” que me parece grandioso, pero por salirme un poco de la temática del tiempo decidí escoger “instrucciones para cantar”. Solo con leer el título ya me enganchó, y es que ojalá existieran intrucciones sencillas para cantar bien… soy el terror de cualquier karaoke.
La dirección de arte
La intención a nivel estético era la de lograr un lenguaje muy sencillo y directo, en donde los protagonistas fueran los objetos.
Los objetos:
Esto supuso una busqueda muy cuidadosa de cada uno de los objetos, ya que no valía con conformarse con el primero que se encontrara. Al vivir fuera de España y no poder acudir a casa de mi abuela en donde estoy seguro que podría haber encontrado la mayoría de los objetos me hizo acudir fin de semana tras fin de semana a los diferentes mercadillos urbanos de la ciudad de Bogotá para rebuscar y regatear con los diferentes vendedores. Por ejemplo en el caso de los relojes llegué a comprar hasta 10 tipos diferentes porque me daba la sensación que aun no había encontrado el bueno hasta que finalmente vi el reloj con la pareja bailando en su interior, y supe que ese tenía que ser.
Colores y composición:
Por otro lado está el tema del color y la composición, seguramente por mi background como director de arte en agencias de publicidad me hizo entender cada plano como si de una gráfica independiente se tratara y buscar un código más cercano a la publicidad que al cine, es decir, más cercana al diseño gráfico que a una narrativa y textura tradicional. Me encantan los formatos cortos en donde cada segundo está pensado al milímetro y en donde uno se puede entretener en el detalle.
Apariciones inexperadas:
Una vez tenía la estructura montada sentí que aun podía darle una vuelta de tuerca más y decidí integrar “elemntos inesperados” que dotara a la pieza de algo más especial. Por ese motivo decidí “degollar” a los actores. Me hacía gracia pensar que ellos también se convertían en objetos y al quitarles las cabezas me daba la sensación de logralo ya que los despersonificaba. Por otro lado el tema de de la espera ante determinadas acciones como un taladro acercándose a un reloj de arena en donde todo el mundo al verlo está deseando que finalmente toque la broca con el cristal, o también la rotura del espejo o la explosión del reloj en donde se transforman en bolas que nadie espera.
¿Cómo nace el proyecto?
La idea surgió de una mezcla de circunstancias.
Por un lado me llevaba pululando la idea de contar una historia a través de objetos con una narrativa muy directa, normalmente estamos acostumbrados a pensar ideas en donde suceden muchas cosas y necesitas de muchos elementos lo que hace que aumente la producción, pero estaba seguro que se podía hacer algo bueno con una estética muy plástica solo con objetos.
Ahora bien todavía me quedaba “el qué contar”, la verdad yo no soy un gran lector porque a los libros “gordos” siempe les tengo bastante respecto, ya que no soy muy constante en la lectura y si un poco impaciente en conocer el final. Eso me animó a aficionarme a géneros más cortos como los microrelatos y la poesía, en donde en pocas palabras las ideas se condensan y normalmente cada palabra cuenta y no es gratuita (como sucede también en la publicidad sector del que provengo). Si bien es cierto que la poesía en cierto modo es muy dificil de representar visualmente por el uso de metáforas y por aludir a sentimientos muy concretos, pero en esos días volvió a caer en mis manos un libro de Bukowski, un autor que siempre me ha gustado por las temáticas que usa y porque utilizar un lenguaje muy directo sin grandes parafernalias y recursos literarios que facilitaba el paso del papel a la pantalla. Fue en ese momento cuando me di cuenta que la idea que tenía para contar con objetos podría encajar muy bien con su estilo de poesía. Evidentemente la idea siguió creciendo en esa línea y busqué otros poetas que también cumplieran esos requerimientos, tras varios días de búsqueda recordé a otro de mis autores preferidos Julio Cortázar y su libro Famas y Cronopios y a pesar de que él suele mezclar mundos subrealistas con mundos reales sabía que su estilo también podía funcionar muy bien.
En cuanto a tu método de trabajo, ¿Cuáles son tus rutinas como artista/creador?
Soy mucho de usar cuaderno (preferentemente sin líneas, hoja blanca) y bolígrafo (siempre negro). Me gusta ir escribiendo cosas que se me pasan por la cabeza aunque no sea de manera conexa. También dibujos, y aunque no lo hago muy bien me gusta dibujar plano a plano lo que me imagino, antes de que alguien me ayude a pasarlo a limpio.
Para concentrarme me gusta escuchar la misma canción en bucle. Y como inspiración en mi ordenador tengo una carpeta donde mezclo diferentes tipos de cosas, referencias de fotografía, de obras de arte, ilustarciones… pero sobre todo cosas que no tienen mucho que ver con el arte, muebles, lámparas, disfraces, personajes raros, lugares abandonados, etc.
A continuación los enlaces a las obras de Adrián Suárez:
Poema El Minuto