Guadalajara se escribe con G de Gigante
Por: Marisa Nocea
El primer fin de semana de septiembre tenía nombre propio: Gigante Festival. Tras el fin del mes de agosto y de las vacaciones para muchos, esta fecha señalada en el calendario hizo que muchos ansiáramos la llegada de los días 4 y 5 de septiembre.
El cartel del festival reunía algunas de las mayores bandas nacionales de indie y rock, siendo una cita ineludible para los amantes de esta música. Vetusta Morla, L.A., Dorian, Dover, Los Enemigos, Corizonas… son algunos de los grupos que se subieron a los escenarios durante el fin de semana.
El festival contaba con una zona acampada junto al recinto, ubicado en el Estadio Fuente de la Niña de Guadalajara. Aunque las entradas para la acampada se agotaron pronto, era posible reservar habitación en algún hotel no muy lejos de la zona y por un precio razonable.
El viernes 4 y tras pasar por la taquilla para acreditarme, comenzaba mi primer día de festival. A la entrada se encontraban los puestos de merchandising y en unos metros llegabas a los caminos que te llevaban a cada escenario. El recinto elegido para el festival no podía estar mejor, ya que era lo suficientemente amplio para colocar dos escenarios (el Guadalajara y el Gigante), y que no hubiera aglomeraciones. De hecho, incluso había espacio de sobra para descansar sentados en el césped o cenar algo cerca de la zona de restauración, donde encontrabas puestos de pizza, hamburguesa, crepes…A ambos lados del escenario principal encontrabas barras de bar, y junto a ellas dos puestos donde cambiar tu dinero por la moneda del festival ( 2 euros = 1 moneda Gigante). Frente al más pequeño había otra barra de bar y otro puesto para cambiar monedas.
Al pedir, descubrías el buen sistema por el había optado el festival para evitar que se ensucie el recinto y poder reciclar los vasos: el cobro de una ficha la primera vez que pedías, para al final de la jornada devolverte ese dinero por tu vaso de plástico. Esto provocó que durante todo el fin de semana el césped del recinto estuviera bastante limpio y no como acostumbramos a ver al final de cada jornada de festivales.
Los WC’s se encontraban al final del espacio principal. Aunque el mapa que nos repartían en la entrada indicaba que también había baños en la zona del segundo escenario, en la práctica no fue así ya que todos se concentraban entre los puestos de comida y la zona VIP.
El ambiente fue estupendo ambos días. Diferente al de otros festivales por estar en una franja de edad algo más concreta. Ello se explicaba por coincidir el festival con los exámenes de recuperación de la universidades, lo que impidió acudir al público más joven. Sin embargo, si que encontramos muchos peques y futuros festivaleros acompañando a sus padres y disfrutando como nadie de la música en directo.
La primera jornada de festival la abrieron Chivo Chivato sobre las 18:45h en el escenario Guadalajara, el más pequeños de los dos que había. Sería Juan Zelada quien sobre las 19:00h daba el pistoletazo de salida en el escenario Gigante. Al madrileño le seguiría el toledano Jero Romero, que a pesar de ser la segunda actuación, consiguió reunir a un público bastante numeroso frente al escenario. Una hora más tarde, sobre las 21:00h se subiría al escenario Lichis. El que fuera cantante de La Cabra Mecánica fue calentando los motores del público con temas como “Felicidad” ante la llegada de un elemento no esperado por muchos: una noche fresca. Los más precavidos llevaban sudaderas o sweaters y no tuvieron mayor problema, pero algún valiente en manga corta sí que aprendió la lección de cara a la noche siguiente.
Tras la actuación de los excompañeros de Lichis en el escenario Guadalajara, llegaron grupos como Nocturnos o Analogic a ese escenario. Fue Rufus T. Firefly el grupo encargado de llevar mayor público hasta este escenario. Los de Aranjuez están cosechando cada vez un éxito mayor y consiguen meterse al público en el bolsillo en cada una de sus actuaciones. Poco después de comenzar su actuación, llegaba al escenario principal una de las mayores bombas de la jornada: Corizonas. La unión de Los Coronas y Arizona Baby hicieron vibrar a todos los presentes con la energía que transmitieron El Meister y compañía. No se quisieron dejar ninguno de los grandes temas de la banda: The Falcon Sleeps Tonight, Run to the river, Hey Hey Hey… Mientras sonaba Piangi con me, hacían una gran reivindicación: “ Hay que apoyar a los artistas y las salas pequeñas durante todo el año, no sólo acudir a los festivales. ¡Por las pequeñas salas!”. Con I’m alive quiso estar cerca de su público y bajó al foso durante la actuación. Una de las grandes actuaciones del festival, sin duda alguna.
Tras los Corizonas tocaba seguir dando caña, y de ellos se encargó a la perfección la mítica banda de rock Los Enemigos, muy bien acompañada por Santiago Campillo a la guitarra. El grupo madrileño, poseedores del premio al mejor álbum de rock otorgado en los Premios de la Música Independiente, estuvieron en total sintonía con el público de principio a fin. Entre ellos había tanto jóvenes que habían descubierto su música recientemente como algunos no tan jóvenes que llevan disfrutando de Los Enemigos desde sus inicios a mitad de los 80. Unos y otros cantaron junto al grupo una de sus canciones más conocidas y que coincide con el mes del festival: Septiembre.
Llegaba la recta final de la primera jornada. Mientras, en el escenario Guadalajara los encargados de ir cerrando la noche fueron los madrileños Pasajero, seguidos por los murciano Varry Brava y concluía sobre las 02:30h Dj Canciller Polaco.
En el escenario Gigante llegaba el turno de otro plato fuerte: L.A. El grupo encabezado por Luis A. Segura fue uno de los más esperados, entre otras cosas por el lanzamiento de su último trabajo justo antes del verano. Supieron estar a la altura de las expectativas y tocaron desde canciones de sus trabajos anteriores como Under Radar o Pefect Combination, como algunas pertenecientes a From the City to the Ocean Side como In America o Secrets Undone. Tras ellos, llegaba el fin de la noche con la actuación de Estereotypo y la sesión de Virginia Díaz Dj, directora del programa 180 grados de Radio3.
El sábado 6 amaneció musical, y la segunda jornada comenzó con directos en el escenario que había en la Plaza Mayor de Guadalajara. A las 12:00h ponían música Los Nastys. Más tarde sonarían The Noises, y por último sería el grupo donostiarra Correos los que pusieran a toda la plaza a punto para ir al recinto a seguir disfrutando del cartel que el Gigante les tenía preparado.
Sólo hacía falta poner un pie en el festival para saber que en esta jornada habría bastante más gente que en la anterior. Mientras en el escenario Guadalajara era Yo, estratosférico y Daniel Marco los encargados de poner música, en el escenario Gigante fue el peculiar Angel Stanich primero, y Full después, momento en el que a pesar de la hora, alrededor de las 20:00h, ya había un número importante de público bajo el escenario. Tras este gran directo y las buenas vibraciones que habían contagiado a los asistentes, comenzó a llegar un río de personas al escenario principal para no perderse una banda que traería el inglés al escenario Gigante: Dover. Las hermanas Llanos y compañía fueron recibidas con muchas ganas, ya que entre su anterior trabajo y Cumplications, lanzado en febrero de este mismo año, han pasado cinco años. El grupo tocó canciones de toda su carrera, pero sin duda el estallido del público llegó con temas míticos como Serenade o Devil Came to Me. “¡Que seáis muy felices el resto de vuestra vida!” decía Cristina Llanos antes de abandonar el escenario.
Tras Dover, comenzaron a retrasarse un poco las actuaciones respecto a la hora fijada. Mientras, en el segundo escenario los encargados de llevar la música en inglés fueron Smile primero, a los que seguirían Idealpsticks.
Ya comenzaba a hacerse obvio el mayor problema que nos hemos encontrado en el festival: las colas. La segunda jornada había recibido un número bastante superior de asistentes que el del día anterior, y tanto los WC’s como las barras de bar instaladas se hicieron insuficientes ante tanta demanda. El resultado se tradujo en largas colas para todo.
Pasada la hora prevista daba comienzo Dorian con Los amigos que perdí. El grupo barcelonés sigue con su gira de aniversario “10 años y un día” y no quisieron dejar fuera ninguno de los grandes temas de la banda, como A cualquier otra parte, Verte amanecer o Arrecife. Tras ellos, llegaba el turno del cabeza de cartel: Vetusta Morla. Los de Tres Cantos no paran de cosechar éxito allí donde van y sitio donde tocan, sitio que llenan. Tras el montaje de luces que llevan para los directos, Vetusta Morla daba comienzo con el tema que da nombre a su último trabajo, La Deriva. Hicieron un repaso por su carrera a través de temas como Rey Sol, Lo que te hace grande, Mapas, Copenhague… Todo un espectáculo audio-visual ya que si su música en sí misma crea multitud de sensaciones, el juego lumínico acentuaba aún más lo emotivo de su directo. En las primeras filas había alguien gritándoles “¡poetas!”, y razón no le faltaba. La canción escogida para concluir este fantástico directo fue Los Días Raros. Mientras, en el segundo escenario cerraría la noche el concierto de Capitán Cobarde, seguido por The Rebels y Fizzy Soup
Llegando ya al final del festival, aún quedaban grandes grupos que pasar por el escenario Gigante, como El Columpio Asesino y sus ganas de hacernos bailar con Toro, o los murcianos Neuman, que volverían a traer el inglés al festival. Cerraría esta segunda edición del Gigante Festival los locales Superframe VDJ.
Esta edición del festival hubiera estado de sobresaliente si no llega a ser por los problemas de colas del segundo día. Pero por suerte, es algo fácil de pulir y seguro que para la próxima edición estará solventado. Qué bien que haya gente que apuesta por la música en directo en cualquier ciudad española, y esperemos que otras ciudades tomen ejemplo de Guadalajara y podamos disfrutar en cada una de ella de festivales tan buenos como éste.