El Nobel Steven Weinberg viaja por la historia de la ciencia para ‘Explicar el mundo’
«Durante el florecimiento de la ciencia griega, o incluso antes, los babilonios, los chinos, los egipcios, los indios y otros pueblos llevaron a cabo importantes aportaciones a la tecnología, las matemáticas y la astronomía. Sin embargo, fue de Grecia de donde Europa extrajo su modelo y su inspiración, y fue en Europa donde comenzó la ciencia moderna, por lo que los griegos jugaron un papel especial en el descubrimiento de la ciencia».
Actualidad editorial:
El investigador estadounidense Steven Weinberg, Premio Nobel de Física 1979, aborda en su nuevo libro, Explicar el mundo (Editorial Taurus), una historia del pensamiento científico que abarca desde sus orígenes hasta la revolución científica del siglo XVII, con la síntesis de física y astronomía llevada a cabo por Newton, que sienta la bases de la ciencia moderna. El autor se centra en esos dos campos de la ciencia, porque fue en el momento en que la física, aplicada de forma sistemática a la astronomía, cuando la ciencia adquirió por primera vez una forma moderna. El origen de este libro está en el trabajo realizado por Weinberg para preparar las clases de historia de la ciencia destinadas a alumnos que no tienen una especial preparación en física, matemáticas o astronomía. No es, por tanto, un libro especializado que requiera de un sólido conocimiento científico previo para ser disfrutado.
«Oí hablar por primera vez de los milesios cuando estudiaba en la Universidad de Cornell y seguía un curso de historia y filosofía de la ciencia. En ese curso oí que a los milesios se les llamaba «físicos». Al mismo tiempo también asistía a clases de física, en las que se nos hablaba de la teoría atómica moderna de la materia. Yo tenía la impresión de que la física milesia y la moderna tenían muy poco en común».
Una reveladora exploración del modo en que vemos y analizamos el mundo que nos rodea, este es un relato de lo difícil que resultó descubrir los objetivos y métodos de la ciencia moderna, y el impacto que ese descubrimiento tuvo en el conocimiento y desarrollo humanos. En esta historia de la ciencia, tan irreverente como ambiciosa, Weinberg viaja a través de los siglos desde la antigua Mileto hasta el Bagdad medieval y Oxford, a la Academia de Platón, el Museo de Alejandría, la escuela de la Catedral de Chartres y a la Sociedad Real de Londres. El autor traslada al lector a la mente de los científicos de la Antigüedad y la Edad Media para mostrarle cómo ellos no solo no entendían lo que nosotros ya entendemos del mundo, en realidad, tampoco sabían qué era lo que había que entender, ni por supuesto cómo interpretarlo. Sin embargo, a raíz de la lucha por resolver misterios tales como el curioso movimiento de los planetas y la subida y bajada de las mareas, finalmente emergió la disciplina de la ciencia moderna, con sus objetivos y sus métodos. Weinberg examina los enfrentamientos y las colaboraciones que, a lo largo de ese tortuoso pero fascinante camino se dieron entre la ciencia histórica y esferas competencia de la religión, la tecnología, las matemáticas, la filosofía y la poesía.
«Las ideas de Platón acerca de los cinco elementos son un buen ejemplo de su actitud despreocupada a la hora de justificar sus afirmaciones. En el Timeo, Platón comienza no con los poliedros regulares, sino con los triángulos, que propone unir para formar las caras de los poliedros. ¿Qué tipo de triángulos?».
Como bien apunta el autor en el prefacio del libro: “Antes de la historia existió la ciencia, más o menos. Si tomamos cualquier momento en el tiempo, la naturaleza nos presenta una amplia variedad de fenómenos desconcertantes: el fuego, las tormentas eléctricas, las plagas, el movimiento planetario, la luz, las mareas, etcétera. La observación del mundo condujo a generalizaciones útiles: el fuego quema, el trueno presagia la lluvia, las mareas son más altas cuando hay luna llena o luna nueva, etcétera. Todo ello acabó formando parte del sentido común de la humanidad. Pero de vez en cuando algunas personas deseaban algo más que una simple recopilación de hechos. Querían explicar el mundo”. El autor no teme criticar los métodos y teorías pretéritos desde un punto de vista actual. La perspectiva del libro es la de cómo ve un científico actual en activo la ciencia del pasado.
Steven Weinberg (Nueva York, 1933) es físico teórico, y obtuvo el Premio Nobel de Física, la Medalla Nacional de Ciencias National, el Premio Lewis Thomas (que se concede a los mejores escritores divulgativos de Ciencia) entre otras numerosas condecoraciones y galardones. Es miembro de la National Academy of Science, de la Royal Society de Londres, de la American Philosophical Society, entre otras academias. Fue durante muchos años colaborador de The New York Review of Books, y además de importantes tratados de física teórica, es también autor de libros como Los tres primeros minutos del universo o El sueño de una teoría final.
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Explicar el mundo. Steven Weinberg. Traducción de Damià Alou. Editorial Taurus, 2015. 424 páginas. 23,90 €
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El libro de Weinberg es un esfuerzo interesante pero a la postre fallido. Las razones no se pueden explicar en dos frases, pero las cuento aquí:
https://detalesanewton.wordpress.com/?s=weinberg
Saludos