Éxito rotundo en el Dreambeach Festival de Almería
Por: Tito Larraga y Víctor González
El pasado jueves 6 de agosto dio inicio el Dreambeach Festival en la Playa de Villaricos de Almería. Público de todos los puntos del país se conglomeró en uno de los festivales de música electrónica más importantes del territorio español. Andaluces, gallegos, mallorquines, catalanes,… así como gente de otros países llegaban a Almería para disfrutar de tres noches con horarios poco acordes a los amantes del dormir.
La primera jornada celebrada el jueves por la noche tuvo lugar en la zona de acampada. En la Welcome Villaricos se vivía una mezcla de expectación por lo que venía e ilusión por lo que ya estaba aconteciendo en el recinto. Un solo escenario acogió a artistas como Oliver Heldens, Paco Osuna o Sam Feldt con un deep con muchos toques comerciales. Los grandes de la noche fueron Fer Br y Egbert.
La jornada del viernes se inició con el openning set de Sven Väth, así como el concierto de SFDK en otro de los escenarios al mismo tiempo. Fue el momento para ir a cenar alguna cosa y disfrutar de la sesión de FatBoy Slim, uno de los grandes de la música EDM que comenzó pasada la media noche. BlasterJaxx, Eric Prydz, Nina Kravitz, Luciano, Dettmann, Carl Cray y Derrick May fueron otros de los platos fuertes que se pudieron disfrutar esa jornada.
El sábado fue la gran noche, la última de un intenso festival de tres días en el que el público pudo disfrutar de un Nicky Romero que brilló junto a los fuegos artificiales proporcionados por el propio festival, los cuales sirvieron para dar punto final a su actuación. Un siempre acertado Armin Van Buuren, uno de los pocos artistas que repetía tras su gloriosa actuación del pasado año, Paul Van Dyk, el techno melódico de DubFire y la electrónica más internacional de la mano de Paul Kalkbrenner, quien presentó en el escenario su último disco publicado apenas unas horas antes. También hubo Drumm&Bass y Dubstep con Pendulum, Noisia o Maceo Plex. Destacar las actuaciones femeninas de varias djs como la artista de origen árabe Fátima Hajji, Candy Cox, Paula Cazenave o MADDS, el “fenómeno comercial” del año presente en tantos y tantos festivales del país.
Pasaron cerca de 100.000 personas por la arena del festival, de las cuales 30.000 hacían vida en la zona de acampada. Un festival que ha empleado de manera directa a más de 800 personas y del cual podemos asegurar que tiene vida para rato. La experiencia en él son cuatro días donde el norte y la cabeza se pierden en una espiral de música electrónica, noches interminables y mañanas donde el sol sale al ritmo de los mejores djs del panorama musical.